—Hay que lavarlas primero.
—Mi bebé quiere fresas, Soo—gimoteo, viendo al hombre tomar agua fresca y lavarlas con sumo cuidado, antes de colocarlas a un lado del doncel, que sonrió ampliamente al tomar una—. Gracias.
—No hay de qué. —Seokjin se llevó una a la boca, sonriendo al sentir el dulce sabor en su paladar. Soltó una risita para sí mismo, recordando por un instante que tenía un largo camino que recorrer para regresar a casa y que si su tobillo no mejoraba pronto, seguramente recibiría un largo sermón por parte de Taehyung una vez este regresara del norte.
Sus labios hicieron un puchero de manera inconsciente al pensar en su esposo, seguramente aún estaba en el norte. Alzó la mirada y su ceño se frunció al notar el grueso humo negro manchar el azul del perfecto horizonte, lo que significaba solo una cosa.
—¡Yeol! —gritó, alzando un brazo y escandalizado a los dos hombres que lo acompañaban—. ¡Es la casona!
—E-Eso parece. —Soltó Chanyeol, titubeante, ¿Debía moverse? ¿Quedarse ahí? Los campos estaban a una distancia prudente de la casona, por lo que lo ideal sería moverse hasta verificar la situación. Kyungsoo, que estaba a su lado simplemente alzó su tridente de manera amenazante e hizo una seña con su mentón.
—Hay que moverse de aquí.
—¡P-Pero las chicas y-y-! —Kyungsoo tomó su brazo con delicadeza y le observó a los ojos con la seriedad que lo caracterizaba.
—Mi señor, está en espera y probablemente querían hacerle daño si atacaron la casona.
—P-Pero-
—Soo tiene razón, mi señor—soltó el guardia en un tono serio, alzándolo de aquel banco—, hasta que no sepamos que es seguro, no podemos regresar y necesito que esté en un lugar en el que sepa que estará bien antes de investigar la situación.
Seokjin tragó duro, pero se dejó llevar sin decir más nada al respecto, solo esperaba que ninguna de las muchachas ni nadie de la casa hubiese salido herido en lo que sea que haya ocurrido, Kyungsoo los guió a través del espeso bosque hasta una pequeña construcción, donde abrió la puerta y pareció buscar una tabla en el suelo. Chanyeol y él solo pudieron observar sorprendidos como levantaba lo que parecía ser la puerta a una habitación secreta, Kyungsoo les hizo una seña y bajaron de manera silenciosa.
—Aquí guardo la comida—les dijo, antes de guiarlos dentro, ciertamente parecía ser solo una bodega con diversos vegetales y otras verduras, pero con suficiente espacio para que los tres entraran—. Se cierra desde adentro, así que sería bueno que pudiese abrirlo y cerrarlo él mismo.
—De acuerdo.
—¿Y cómo sabré que puedo salir?—cuestionó, su voz algo titubeante. Kyungsoo acomodó una silla para que fuese dejado, comprobando que pudiese alcanzar el mecanismo que cerraba la puerta desde su lugar. Chanyeol se agachó frente a él y le observó fijamente.
—No voy a mentirle, mi señor, no conozco la situación y no sé qué tan grave es, pero sí sé que usted es la persona que debemos proteger, a pesar de todo y en cualquier circunstancia. —le dijo en voz seria—. Incluso si no queda nadie de pie, usted y ese bebé deben estar sanos y sin ningún rasguño, esa es la responsabilidad que tiene la guardia de Ryana.
El doncel tragó duro y asintió varias veces, con lágrimas en los ojos y tomando bocanadas de aire para calmarse. El guardia le dio una última mirada y salió del lugar acompañado del granjero, Seokjin se obligó a calmarse, pensando que nada malo había ocurrido. Solo eran suposiciones, las chicas y los demás debían estar bien, quizás solo fue un accidente en la cocina o algo por el estilo.
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Soft Edges ➠ 【TaeJin】
FanfictionLa vida no es fácil para los donceles de esta sociedad de antaño, Seokjin ha sido entregado a un completo desconocido en matrimonio, y aunque su esposo no parece ser una persona mala ni un hombre similar a las bestias patriarcales a los que está aco...
