CAPITULO 30

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KLAUS

Me aleje, no mire a nadie, decidí caminar hasta la mansión no estaba en mis cávales en cualquier momento explotaría, tenía que controlarme.

Sentía una opresión en el pecho, quería gritar, llorar, pero eso no arreglaría nada, solo me haría un blanco fácil para perder la cabeza.

Sentí unos pasos detrás de mí, sabía perfectamente quienes eran, respire y pase mis manos por mi cara y cuello, la preocupación me mataba.

Llegue a la mansión, pero en vez de entrar me quede en el gran jardín en una silla y mire la noche. Espere a que esos dos se sentaran conmigo, pero nunca llegaron.

-Vengan. – los llame mirándolos sobre mi hombro.

Sentí sus pisadas y los vi, ya no eran niños que cuidé cuando no sabían ni caminar, no sabían los males de la vida, ahora eran unos adolescentes/adultos que eran fuertes, valientes, decididos, lideres, guerreros. Se sentaron uno en cada lado mío.

Mire a Dylan miraba al suelo, jugando con sus dedos, siempre hacía eso cuando sabía que había hecho algo malo o algo que lo hiciera sentirse culpable. Mire a Bruce y el solo miraba al frente apretando sus puños, estaba enojado, y por su expresión estaba peleando con sus muchas emociones.

-Todo estará bien. – dije respirando profundo. Tenía que ser fuerte, mostrar que todo estaba bien. – Vamos a estar bien. – dije mirándolos. Me pare y los vi de frente. – Lo hiciste bien. – dije poniéndome en cuclillas y poniendo mis manos en sus manos parando su juego con sus manos. - No es tu culpa, no te culpes. - miré sus manos y vi que sus nudillos estaban rojos. – Hace mucho que no entrenas, pero que buen golpe diste. – dije para que me mirara, sus ojos hicieron contacto conmigo, siempre me llamaron la atención sus ojos, siempre se me hicieron tan familiares y tan cálidos, Dylan sonrió débilmente. – Pero eso no quita que debes entrenar más, tienes que ser más ágil y rápido. - dije más tranquilo.

-Lo hare, pero recuerda que esa no es mi área. – dijo con burla parándose y yo con él. – Klaus. – me llamo, pero no dijo nada más, me miro a los ojos, sabía que quería decirme. Así que lo abrace, sentí como se aferraba a mí y yo a él, mire a Bruce él nos miraba en sus ojos vi lo mismo que Dylan así que lo llame con la mano y se acercó a nosotros y nos dimos un abrazo los tres, las ganas de llorar se volvieron más intenso.

-Todo va estar bien, ella volverá con nosotros, lose. – dije abrazándolos, los separé después de un momento. – Tenemos que ser fuertes. – dije poniendo una mano en el hombro de ellos.

-Lo seremos, recuerda quien nos entrenó. – dijo Bruce con una sonrisa de lado.

Escuchamos el sonido de una camioneta parando enfrente de la mansión.

-Es Leila, trae el equipo para el sistema de seguridad. – dijo Dylan mirándola bajar de la camioneta.

-Ve con ella y no se te olvide, mañana entrenamiento a las 7 de la mañana aquí en el jardín. – le recordé.

-Vale, nos vemos, tengo que seguir con el programa. – contesto.

Vi cómo se iba, luego mire a Bruce mirar por donde se fue Dylan.

- Ella volverá y necesito que mientras ella está en esa misión encargarnos de las cosas que están pasando y que van a pasar. – dije mirando como su cara se volvía seria. – Sé que estás enojado, y quieres matar a alguien, pero eso debe esperar, Lyra regresara con su familia, regresara a nosotros, recuerda que ella es letal. – dije esperando que terminara la frase.

-Como una daga de plata. – dijo con una sonrisa de lado.

-Exacto. – dije con una sonrisa. – Ve a descansar, mañana entrenaremos. - dije dándole una palmada en el hombro, el asintió y empezó a caminar.

La CazadoraWhere stories live. Discover now