CAPITULO 36

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NARRADORA

En el cementerio de la manada en los pies de un árbol se podía apreciar una lápida con un escrito gravado en ella: "Aquí yace Grace Finn, hija y madre, 1997 – 2020. El destino de cada quien es un camino que se abre ante nosotros"

Leila y Dylan habían paso una noche un poco movida por la pequeña Artemisa, en la mansión se respiraba tensión, todo el día estuvo en constante movimiento por la llegada de los Alphas del Sur para explicar lo que estaba pasando y lo que pasara.

Bruce aun no lograba comprender el cómo de un momento para otro Dylan se había convertido en un padre, Klaus había aceptado a Artemisa, pero él sabía que muchas personas al saber de ella, la iban a querer aniquilar, le pondrían precio a su cabeza.

Ankaa y Aarón hicieron todos los preparativos de mañana la reunión, aunque este último no había pisado la casa, después de haber llamado a Dylan al despacho de Bastián él había salido de la casa para hacer guardia y en la mañana temprano había ido por unas cosas que hacían falta para la preparación de la reunión.

Hayley intentaba entrenar a escondidas con su lobo ya que casi no tenía control de él. Por otra parte, Leila estaba ocupada atendiendo a los pacientes que todavía no se recuperaban, Carlos seguía en el hospital, prácticamente él vivía ahí solo había ido a bañarse y a cambiarse, por su parte él no sabía sobre lo que era Artemisa. Victoria y Azrael se enteraron de la pequeña Artemisa la cual se ganó el corazón de Victoria y por parte de Azrael él decía que la niña al igual que su hermano Thomas eran demasiado peligrosos, nunca se había visto en los cientos y miles de años de historia de su espacie que un vampiro y lobo pudieran concebir un hijo o hija, cosa que a Azael le preocupaba ya que esos pequeños niños podrían ser tomados por una amenaza para todas las especies.

-Puedes tranquilizarte y abrazar a tu nieta. – pidió Victoria meciendo a Artemisa la cual dormía plácidamente.

-Victoria, ¿No lo entiendes?, esa niña junto con su hermano son una amenaza para nuestra especie, para nuestra gente, al igual que para las demás razas. – hablo Azrael negando con la cabeza.

-Es solo un bebe y un niño al cual lo han usado como una rata de laboratorio, esa mujer que los trajo al mundo hizo lo imposible y solo pidió una cosa, que cuidáramos y protegiéramos a estos pequeños y lo vamos hacer, Bastián dio su palabra. – dijo Victoria con notable enojo lo cual la beba pudo sentir y empezar a llora.

En la sala de control Dylan llevaba casi todo el día ahí desde que llego de hacer las compras con Leila y con Artemisa se encerró en esa habitación quería acabar ya que mañana seria la junta con los Alphas y después Bastián se iría por un buen tiempo y él había prometido tener todo listo, se recargo en su silla cerrando los ojos descansando un momento de la luz de las pantallas. Cuando estuvo un momento así escucho el llanto de Artemisa, le sorprendía escucharla llorar, ella era muy tranquila y solo lloraba para comer o para que la cambiaran.

Se paró de su silla al escuchar que no paraba de llorar, salió de la sala de control y camino a donde provenían los lloridos, llego a la gran sala encontrando a Victoria meciendo a Artemisa intentando hacerla parar de llorar y a Azrael mirando por una ventana muy lejos de donde estaba Victoria y la niña, la cual no dejaba de llorar.

-¿Necesita ayuda? – pregunto Dylan viendo a Artemisa ponerse roja por tanto llorar.

-Dylan que bueno que llegas, lo siento tanto he intentado que parara de llorar, pero no lo logro. – dijo Victoria con preocupación.

-Está bien, si quiere démela tal vez se calme. – hablo Dylan caminando hasta Victoria.

-Sí, gracias. – dijo Victoria agradecida.

La CazadoraWhere stories live. Discover now