CAPITULO 21

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BASTIÁN

Me sentía el pésimo hermano.

Sabía que Ankaa y yo tendríamos que hablar sobre lo que paso, sé que está enojada conmigo y eso me duele porque sé que tiene razón.

-Bueno familia, ¿Les parece si entramos a la casa y nos preparamos para una cena para celebrar este hermoso comienzo? – pregunto mi madre abrazando a Leila.

-Me encantaría mamá. – dijo Leila sonriendo con mucha alegría.

Sabía que Leila también le dolía que padre se comportara así, pero con el tiempo se arreglaran las cosas, o bueno eso espero.

Empezamos a caminar para adentrarnos a la casa cundo un grito se escuchó desde adentro.

-Verónica/Hayley. – dijeron Orión y Bruce al mismo tiempo.

Los vi correr a ambos dentro de la casa.

Mire a Ankaa y corrimos adentro pisando los talones de ambos chicos.

Cuando llegamos a la habitación vi como Hayley corría a los brazos de Brucé en busca de refugio.

-Ella está bien solo fue un mal sueño. – dijo en nuestra dirección.

Suspire de alivio.

Camine a mi habitación con Ankaa tomada de la mano.

-Sé que estuve mal, fui un completo idiota. – fue lo primero que dije cuando llegamos a la habitación.

-Es bueno saberlo. – dijo Ankaa mirándome seria.

-Merezco que estés enojada conmigo, pero por favor que no dure mucho. – dije con mirada suplicante.

Ella soltó una hermosa risa.

-Eres mi idiota. – dijo Ankaa para después besarme, la acerque a mí y profundice más el beso.

Me encantaba toda ella, el beso empezó a subir de nivel, poco a poco fui bajando hasta llegar a su cuello, quería marcarla mi lobo me lo pedía a gritos.

-Hazlo. – dijo Baruc por el link.

-No, quiero que sea especial. – le conteste.

-Hazlo. – volvió a decir.

Mis colmillos salieron sin permiso, Baruc estaba tomando el mando.

-¿Quiero marcarte? – pregunto Baruc, mis ojos cambiaron de color lo podía sentir.

-Baruc...- suspiro Ankaa.

-Quiero hacerlo Ankaa, por favor. – pidió Baruc suplicante y con un toque de deseo, lo podía sentir.

-Si.- dijo Ankaa mirando mis ojos. –Pero quiero que ambos estén presentes.

Sonreí interiormente, ella siempre me sorprendía.

Baruc poco a poco dejo que yo tomara también conciencia en mis actos.

-¿Estas segura? –pregunte, quería saber que tanto ella quería ser mía.

-No he estado más segura nunca en mi vida. – dijo para luego besarme.

Otra vez empecé a bajar los besos hasta su cuello cercas de su hombro izquierdo.

Sentí mis colmillos rosar su piel y escuché un suspiro por parte de ella.

Estaba a punto de perforar su piel con mis colmillos, pero sabía que no estaba bien, yo quería que esto fuera especial para ella.

Me separe de ella lo más rápido que pude, cerré los ojos y suspire pesadamente.

-¿Qué hace idiota? – pregunto Bruce con notable enojo.

-Bastián, ¿Sucede algo? –pregunto Ankaa sorprendida por mi actitud.

-Yo... solo... no pude- solté como pude.

-¿A caso no quieres marcarme? –pregunto con dolor.

-No, no, no es eso, lo quiero y lo deseo, pero te mereces que sea especial. – dije acercándome a ella. –Quiero que lo disfrutes, no lo quiero solo porque estamos calientes en el momento. – dije tomando su cara entre mis manos y besando su frente.

Sus mejillas se tornaron de un color rojizo y eso me encanto.

-Te amo Ankaa, eres lo mejor que me ha paso. –dije para darle un beso transmitiendo el amor que le tengo.


OMNISCIENTE

Mientras en otra parte de la mansión una Victoria preparaba todo para la cena de esa noche para olvidar la pelea que tuvo con su esposo, un Azrael encerrado en la biblioteca debatiendo lo bueno y lo malo de sus actos, Klaus armaban un plan con lo que sabían del proyecto Alpharad en la habitación de Lyra, Dylan era curado por Leila en la enfermería de la mansión, Carlos seguía con su dilema interno, Verónica era cuidada por Bruce, Orión y Aarón se ponen en marcha con los planes de visitar y saber la situación de las otras manadas y Dante, solo observando todo desde lejos.

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(Monasterio – Belmont Abbey)

En la sala de la Orden los miembros estaban hablando con sus aliados del como harían el inicio de esta gran guerra.

-¿Tus cazadores están listos? – pregunto un hombre joven sentado en la silla de Lucios el líder de la Orden.

-Por supuesto que si. –dijo con gran orgullo.

-¿Y dime? ¿Ya quitaste las piedras del camino? –pregunto el hombre tomando un trago de su copa.

-Todavía no los encontramos, pero estamos cercas, tenga por seguro. – dijo otro miembro de la Orden, Ronald.

-Eso. – dijo el hombre señalando al tal Ronald. – No me sirve para nada. – dijo lanzando su copa hacia la pared.

-Pronto tendrá la cabeza de esos traidores. – dijo Narcissa segura de sus palabras.

-Eso espero, porque si no las cabezas que tendré al final del día serán las suyas. –dijo levantándose de su lugar. – Quiero resultados en 15 días sino habrá muchos problemas, mi señor no quiere retrasos en sus planes. – dijo para quedar enfrente de Lucios. -Y espero que no sea ningún inconveniente que tengas que matar a tu adorado sobrino, Lucios.

-Claro que no. – dijo Lucios soltando una sonrisa tan perversa que daba miedo.

-Y por último, mi señor quiere a la chica. – dijo el hombre mirando fijamente a Lucios. – Viva.

-¿Qué chica? – pregunto Marieta, otra miembro de la Orden.

-Ankaa. –dijo para luego salir de ahí junto con los hombres que lo acompañaban.


(Lucios en Multimedia)

La CazadoraWhere stories live. Discover now