CAPITULO 40

44 1 0
                                    

(VIKTOR, ALPHA DEL ESTE - EN MULTIMEDIA)

ANKAA

Era de mañana, el sol se podía alcanzar a ver entre los árboles, me estiré como pude en mi asiento, sentía mi cuerpo raro, había dormido unas horas, Bastián seguía manejando, estaba concentrado en el camino. Desde que salimos de la manada hemos estado manejando, solo hicimos paradas para poder comer o para ir al baño.

-Buenos días mi Luna. – dijo Bastián, sonreí por ello, tan poco tiempo y se había vuelto mi todo. – Ya casi llegamos. – comento mirándome con una sonrisa, me hacía feliz el a ver venido.

-Buenos días mi Lobo. – respondí sin quitar mi sonrisa. – Que bueno que ya casi llegamos, tengo hambre y quiero estirarme. – dije sobando mis piernas.

- ¿Estas muy cansada? Podemos parar cuando quieras. – dijo Bastián poniendo su mano en mi pierna.

Sentí lo cálido de su mano en mi pierna, pero me di cuenta que su simple tacto me puede hacer perder la cordura, un cosquilleo en mi entrepierna muy agradable se empezaba a despertar.

-Bastián... - llame en un susurro, más no se escuchó así, sonó más a un gemido.

Me sentía sensible, incluso si me concentraba podía sentir su aroma a bosque, me concentre en sus facciones. Bastián se giró a verme de inmediato cuando solté su nombre de mi boca, vi como tenso su mandíbula y como su nariz aspiraba el aire con gran profundidad, entonces caí en cuenta que podía oler mi condición. En un rápido movimiento se orilló al lado del camino, la carretera estaba muy sola, era muy raro ver un auto pasar.

-¿Qué haces? – pregunte, pero sentí como su mano apretaba un poco mi pierna.

En un rápido movimiento sentí como mi cinturón de seguridad ya no estaba, y como de un momento a otro ya estaba en el regazo de Bastián, estaba a horcadas. Él en un rápido movimiento hizo su asiento más para atrás, para tener más espació con el volante.

-Me vuelves loco. - dijo él mientras pasa su mano derecha por mi mejilla y su mano izquierda se quedaba en mi cintura.

Mis manos estaban en su pecho para poder sostenerme de no caer arriba de él.

- ¿Qué vamos hacer? – pregunte en un susurro, de alguna forma mi cuerpo pedía que pasara algo entre nosotros.

-No te voy a tomar a mitad de la carretera en un auto, pero si te voy a saciar. – me respondió con una sonrisa muy coqueta para luego besarme, me separe de él.

-¿Y cómo lo harás? – pregunte jugando con la situación.

-Prefiero mostrarte. – dijo.

Me volvió a besar, pero esta vez sus manos exploraban mi cuerpo al igual que yo, desabotone su camisa y pase mis manos por su pecho hasta llegar a la parte de su pantalón, lo desabroche y metí mi mano pude sentir el calor que desprendía de él, y lo duro que estaba. Bastián no se quedó atrás y me quito el suéter que tenía, para solo dejarme en una blusa de tirantes blanca junto con mi brasier, el pantalón me empezaba a estorbar.

-Te necesito. – susurre en sus labios.

-Y yo a ti. – me respondió con su voz ronca, eso hizo que me mojara más.

No sabía que pasaba con exactitud, pero mi cuerpo ardía, pedía a gritos ser tocado, sentía la molestia en mi cuello, y en mi entrepierna. Así que saque mi mano de entre se pantalón para meterla directamente entre su bóxer. Al momento que mi mano lo toco, sentí como Bastián se tensaba, empecé a mover mi mano como él me enseño, me separe un poco de él para poder ver su cara, me encantaba saber que yo lo hacía perderse como él lo hacía conmigo.

Chegaste ao fim dos capítulos publicados.

⏰ Última atualização: Feb 22 ⏰

Adiciona esta história à tua Biblioteca para receberes notificações de novos capítulos!

La CazadoraOnde as histórias ganham vida. Descobre agora