Ese año, por supuesto, fue distinto.
Fue levantado por Seokjin, quien besó su frente y lo sacudió varias veces, hasta que se quejó y abrió los ojos lentamente:
—Bonito... Es muy temprano—musitó, girándose—. En tu cumpleaños te dejé dormir lo suficiente, déjame hacer lo mismo.
—Entonces, supongo que tendré que llevarme este regalo que traigo conmigo. —la decepción en el tono del doncel lo hizo sentar en su lugar bruscamente, notando la bandeja que Seokjin llevaba. El doncel vestía una bonita túnica morada y el rostro levemente maquillado, con sus mejillas y labios rojos—. Te hice tus favoritos, también hice todo lo demás, pero los pastelillos fueron lo mejor.
—Dame un momento, debo lucir como un desastre andante—se quejó, caminando hasta el baño para lavarse y prepararse, cuando regresó encontró a Seokjin tomando café y comiendo uno de sus pastelillos.
—Eso es mío, —se quejó posando una mano en la cabecera para inclinarse contra sus labios y besarlo, saboreando lo amargo del café y lo dulce de la crema de los labios del doncel, quién gimoteo ligeramente logrando que se separara—. Aunque sabe mejor de tus labios.
El comentario hizo que Seokjin se ahogara, colocando su mano en su hombro para hacerlo sentar. El duque, con aquella sonrisa en sus labios sólo tomó su taza de café y le dio un sorbo.
Desayunaron viéndose el uno al otro, Taehyung robándole algunos besos en el proceso y disfrutando de ver sus mejillas ruborizar.
—¿Seungjae...?
—Nana dijo que lo llevaría a jugar con los demás niños, pensé que te lo había dicho. Hoseok fue con ella y dijo que lo cuidaría.
—Entonces, ¿estamos solos?
—Si, Voo, estamos solos—Taehyung sonrió para sí mismo y entrelazo sus manos con las del doncel—. Aunque los cocineros todavía están ahí y los demás regresarán en la tarde.
—Eso significa que... ¿Puedo pintarte ahora?—Seokjin ladeo la cabeza y asintió, Taehyung lo arrastró emocionado hasta su taller, no esperándose lo que estaba en el interior—. Tu... ¿Hiciste todo esto?
Las velas aromáticas llenaban el lugar de una deliciosa esencia a Jazmín, la penumbra dorado iluminaba el lugar. El pequeño colchón, el mueble y todas sus pinturas habían sido acomodadas, el suelo repleto de pétalos de rosas, que guiaban hasta una pintura que estaba cubierta por una tela oscura.
—¿Te gusta?
—Me encanta—respondió con honestidad, su taller era una pequeña sala libre, algo donde no debía preocuparse por los problemas del trabajo, un área donde solo era Taehyung—. Debería secar y mantener los pétalos aquí.
—¿Por qué?
—Porque me recuerdan a ti—respondió simplemente, tomando al doncel de la cintura y besando sus labios con una sonrisa amplia—. Y tu eres mi lugar favorito.
—Aún te falta destapar tu regalo.
—¿Ese cuadro? —Taehyun lo soltó y se acercó al cuadro nervioso, no sabía que esperarse y eso lo asustaba.
—¿Quieres que lo haga yo?
—Si lo prefieres, me tiemblan los dedos—comentó nervioso, Seokjin se acercó y jaló la tela, liberando aquel cuadro enmarcado del rostro de Seokjin—. ¿Lo hiciste tú, bonito?
—Hm—sonrió tímidamente—. ¿Te gusta?
—Voy a colgarlo—soltó al tomarlo y descolgar otro cuadro rápidamente, acomodandolo y sonriendo al ver el rostro del Seokjin pintado, habían ciertos errores, pero el hecho de Seokjin se hubiese pintado para él calentaba su corazón, había cumplido y le había dado algo que quería con sus manos—. Bonito.
KAMU SEDANG MEMBACA
Soft Edges ➠ 【TaeJin】
Fiksi PenggemarLa vida no es fácil para los donceles de esta sociedad de antaño, Seokjin ha sido entregado a un completo desconocido en matrimonio, y aunque su esposo no parece ser una persona mala ni un hombre similar a las bestias patriarcales a los que está aco...
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Mulai dari awal
