La vida no es fácil para los donceles de esta sociedad de antaño, Seokjin ha sido entregado a un completo desconocido en matrimonio, y aunque su esposo no parece ser una persona mala ni un hombre similar a las bestias patriarcales a los que está aco...
—Aunque tengo una idea, pero necesito que colabores conmigo—le explicó aquella idea que se le había ocurrido repentinamente, notando cómo el ceño del guardia se fruncía—. ¿Te parece?
—¿Estás seguro? No sabrás si su majestad está-
—A su majestad le encanta ir de caza, no se negará. —le dijo al levantarse de su lugar—. Iré a redactar la carta para enviarla mañana temprano, si solo hay una figura a la que no podrán pasar por encima es su majestad el rey, de eso no hay duda.
Hoseok asintió y Taehyung se despidió, saliendo de la habitación y notando a una de las sirvientas recoger los trozos del jarrón que había lanzado contra el suelo.
—¿Yangmi?
—Oh, lo siento mucho, mi señor. Debí haber venido antes, al parecer el señorito Junghoon tropezó en la oscuridad y lanzó este jarrón al suelo, cuando llegue él y la señora Hana ya estaban aquí.
—¿Te dijo que había sido él?
—Sí.
—Debió haber estado algo dormido, Yangmi—sonrió divertido—, porque quién lanzó ese jarrón fui yo.
La expresión de la sirvienta cambió, extrañada. Taehyung no le mentiría, entonces, ¿Por qué Junghoon se echaría la culpa? Incluso la había tratado mal por no haberse apurado.
—Oh...
—Bueno, de todas formas, no importa. Traeré uno más bonito cuando viaje en los próximos días. No te quedes hasta tarde, Yangmi, hace rato escuché ruidos pero gracias a ti descubrí que mis sospechas eran ciertas. Buenas noches.
La sirvienta frunció el ceño confundida, pero lo dejó pasar, el duque tenía razón y era mejor no quedarse hasta tan tarde. Taehyung por su lado, subió hasta su oficina, redactó una rápida carta y cuando la estaba guardando en el sobre, la puerta se abrió, mostrando a un somnoliento Seokjin.
—Voo... —le dijo al caminar hasta él, Taehyung abrió sus brazos y el doncel pronto se sentó en su regazo. El duque besó su frente y le vio fruncir el ceño—. ¿Por qué te levantaste?
—Jinnie, ¿Me extrañabas tanto que saliste así? —El doncel bajó la mirada hasta su atuendo. El camisón ligero era casi transparente y dejaba ver su figura, tragó duro y levantó la mirada hasta Taehyung, que alzó la falda al acariciar su pierna, solo deteniéndose al ver la marca en su pierna derecha.
Los dedos del duque la acariciaron, maravillado en cómo el color blanco de las líneas que formaban aquella flor no se veía perturbado por el tono rosa que la piel del doncel adquiría.
—Es sorprendente...
—¿El qué?
—Sí está marquita no estuviese aquí, no podría amarte ni desearte como lo hago. —Seokjin se mordió los labios, sintiendo los dedos de Taehyung hundiéndose en su entrepierna y sus labios pegándose a su cuello—. De seguro te habrías casado con otra persona, una mujer o un hombre a quien le harías lo mismo que yo te hago.
—Entonces tú hubieses sido el doncel.
—En todo caso, no me hubiese casado contigo. Soy mayor que tú, así que incluso si nuestros caminos se hubiesen cruzado, yo-
—Mi señor, lo está pensando demasiado—le dijo al girar su rostro para que sus miradas se juntaran—. Es solo un escenario ficticio y no el real, usted existe, yo también y estamos juntos.
—¿Y como sabes que no somos ficción también? Podemos ser una palabra, una prosa, un verbo y vivir en la mente de alguien, para ser olvidados luego.
—Porque mientras usted sienta y yo sienta existiremos, ¿Y qué si somos ficción? Siempre que lean estas palabras viviremos, Voo. —musito, besando la mandíbula del duque con lentitud, casi sin fuerza—. Tócame, estoy aquí y soy tan real como tú.
Taehyung suspiró, alzándose y sentando al doncel sobre su escritorio, levantando su falda y deslizando su ropa interior de sus piernas, desamarrando la cinta que mantenía su pantalón y hundiéndose en la tierna piel del doncel, sus embestidas, suaves pero certeras sacaron gemidos y lloriqueos de la garganta del doncel, que junto sus frentes y besó sus labios con ternura.
Su cuerpo se amoldo al ajeno, o quizás sólo se unió como dos piezas que se complementan y que juntos forman un solo ente, susurró palabras de amor, que el doncel susurró de regreso y lo sostuvo entre sus brazos con aquella delicadeza que lo caracterizaba.
Cuando quiso separarse, sabiendo que estaba cerca y las consecuencias de eso, el doncel lo abrazó y lo rodeó con sus piernas, no queriendo soltarlo, sintió sus manos en su nuca y pronto escuchó su voz susurrarle algo:
—Parece que no me conoces, yo estuve listo desde el primer día que me entregue a ti.
—Pero-
—Pero nada, Taehyung, ámame y recibiré todo lo que quieras darme, sea un hijo, sea ninguno, sea tu cuerpo, tus labios, tus caricias o tus palabras. Mientras esté dirigido a mi, mío será para la eternidad. Te amo. —le dijo, sintiendo su cuerpo vibrar y recibiendo todo, al mismo tiempo que ambos finalmente terminaban de unirse.
Por un instante ninguno dijo nada, Seokjin no lo soltó y el solo observo aquella carta en su mesa, sus dedos clavándose en las piernas del doncel.
No dejaría que nadie, nadie, le hiciera daño al amor de su vida.
—Yo también te amo, Jinnie. —Le dijo como si fuese la primera vez que lo hacía.
═══════════════════
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Las dos Fridas de Frida Kahlo
En Las dos Fridas podemos encontrar dos imágenes de la artista. Ambas están sentadas en un banco y están tomadas de la mano. La Frida al lado derecho está vestida con un traje simple mexicano de estilo tehuano, y la Frida del lado izquierdo viste un traje blanco de estilo europeo.
Ambas tienen el corazón expuesto, con la diferencia de que la arteria del corazón de la Frida mexicana acaba en un pequeño retrato del artista Diego Rivera, y la arteria del corazón de la Frida europea acaba derramando sangre en la zona púbica, cortada intencionalmente con una tijera quirúrgica.
Esta obra representa temas claves y transversales de la trayectoria de la artista como lo son la dualidad, los opuestos, la herencia mestiza y la represión de la mujer, mezclado con la simbología que otorga a los objetos y a su propia anatomía.
Y eso será todo por hoy, recuerden cuidarse, usar tapabocas, tomar mucha agua y comer sus tres comidas, incluso cuando se sientan sin energía ni motivación para hacer nada.