-Waoh, cuanto tiempo.-soltó una risita, y sus ojos se volvieron media lunas. Renjun quería chillar.

Renjun odiaba con todo su ser tan solo recordar la sonrisa de Jeno, esa sonrisa había sido la que lo había enamorado desde el primer momento, y ahora tenía al pelinegro frente a él, sonriendo como si nada. Lo sentimientos que había guardado estaban comenzado a salir, si, así de rápido, porque eso provocaba Jeno.

-Lo se.-respondió desviando la mirada.

-¿Como estás?-pregunto apoyando sus codos en la mesa.-¿Estas bien de salud?

-Si, si, ¿y tu?

-Perfecto, ¿Como está tú madre? A veces veo estatuillas y la recuerdo.-soltó una risita.

-Ella está bien, ¿y tu?-Renjun se quiso golpear cuando eso salió de su boca.-Quiero decir, tu madre.

Jeno sonrió negando con la cabeza.

-Está fuera del país. ¿Seguro que estás bien? No te gustan las cosas dulces y...

Renjun observó el frapuccino y los pastelitos que había dejado por la mitad. Miro a Jeno.

-¿Aún lo recuerdas?-pregunto con un hilo de voz, apretó sus labios.

-Claro.-se encogió de hombros.-Apuesto a que estás feliz, esa es la única forma, ¿no?

Renjun asintió lentamente, de verdad no le estaba gustando como se estaba sintiendo, ¿por qué Jeno simplemente no podía ser un idiota? ¿Por qué no se odiaban y se maldecían hasta la muerte? No, ahí estaba siendo amable, preguntando por su madre y por su salud.

-Oye, ¿como está Ross?

Mejor, hasta recordaba a su perrita.

-Está bien, ¿Y Lal?

-Bien, debe estar durmiendo.-sonrió.

Renjun asintió, si, aún recordaba eso. Continuaron hablando por varios minutos, y Renjun lamentablemente se soltó, todo dejó de ser incómodo y por segundos se pregunta qué estaba haciendo, ¿Acaso no había una ley de ex novios que decía que debían odiarse? Porque honestamente todo era demasiado extraño.

-Jeno, creo que... me voy.-dijo poniéndose de pie.

-Oh, si. Yo igual. ¿Bajamos juntos?

Renjun sonrió encogiéndose de hombros y al final terminaron bajando juntos. Cuando estuvieron abajo Jeno insistió en que él se fuera primero y Renjun aceptó luego de un rato, subió a su auto y luego de meter las llaves piso el acelerador pero nada pasó, bueno, tan solo el ruido de algo explotando.

Bien, ese si era una tarde normal para Renjun.

-Mierda.-susurró saliendo del auto.

Jeno se acercó rápidamente con una mueca.

-¿Está todo bien?

Renjun sacó su celular mientras negaba.

-No lo creo, tendré que llamar la grúa.-susurró sintiéndose avergonzado de que eso le haya pasado frente a Jeno. La llamada fue contestada pero se cortó de inmediato por el saldo.-No, no.-lloriqueó pataleando con los ojos cerrados.

-Llamaré, no te preocupes.

-No, está bie-

-Shhh, ¿halo?-Jeno se alejó de él dando la dirección para que fueran a buscar el auto.

No podía ser, ¿por qué? ¿Por qué a él?

-Junnie, ya van a venir.

Renjun levantó la mirada con un puchero inconsciente, Jeno sonrió.

-Gracias.

La grúa llegó en pocos minutos y luego de un sencillo papeleo se llevaron su auto hacia el taller. Renjun suspiró comenzando a buscar su billetera para tomar un taxi pero luego recordó que la había dejado dentro del auto. Tenía la extraña manía que cuando entraba a su auto sacaba todo lo que tenía en los bolsillos.

-Ay, no puede ser...-llevó sus manos a su rostro mientras negaba.-Soy un idiota, idiota, idiota...

-Hey, Junnie.-Jeno llegó frente a él tomando sus manos.-¿Que pasa?

-Deje la billetera...-señaló por donde se había ido el auto.-Soy un idiota.

-No eres idiota, son cosas que pasan cuando tienes costumbres, tu siempre sacas lo que tienes en tus bolsillos. Se entiende.-Jeno sonrió aún con sus manos sosteniendo las suyas.-¿Quieres que te lleve?

Renjun se iba a negar pero si lo hacía ¿que haría? Su casa quedaba lejos y no tomaría dinero prestado, por supuesto que no.

-Claro, muchas gracias.

-No es nada.-pasó su brazo por sus hombros y Renjun solo tomó una respiración dirigiéndose al auto de Jeno.

Se sintió extraño, como si viajarán en el tiempo y otra vez fueran novios. Lo casual, Renjun haciendo tonterías y Jeno salvándolo de algún modo. Entraron al auto y Jeno arrancó hacia su departamento, cuando ellos terminaron el único que se mudó fue Jeno así que el sabía la dirección.

Jeno se estacionó al llegar y le sonrió a Renjun.

-En serio gracias por todo, sabes que yo...-suspiró.-Ya sabes, gracias.

-No es nada.-Jeno quito su cinturón de seguridad y se inclinó hacia Renjun, dejó un dulce, cálido y suave beso en su mejilla. Duro segundos y Renjun se encontró extrañado cuando quiso mas.-¿Por qué haces eso?-pregunto mirando sus manos.

-Oh.-Jeno se alejó haciendo una mueca.-No sabía que te iba a molestar.

-Si, si me molesta.-lo miro y Jeno se veía herido.-Me molesta que llegues y, me revuelvas mis sentimientos como si nada, tan solo fueron, ¿cuanto? ¿Dos horas juntos? Y ya me siento como un idiota.

-Renjun, yo no quise...

-No, escúchame.-lo miro señalándolo.-¿Por qué eres tan lindo? ¿No puedes simplemente ser un ex de verdad y odiarme? Trátame mal.-golpeó su hombro.-Ayúdame con eso.-lloriqueó.-¿No ves que soy frágil cuando se trata de ti?

-Junnie...

-Tampoco me llames así, es demasiado tierno.-gruño.

Jeno sonrió y Renjun lo miro indignado, levantó su manos en rendición.

-Lo siento, yo... no puedo tratarte mal, no te odio.-miro sus manos y luego a Renjun nuevamente.-No soy un cobarde, hace mucho que quería verte pero, preferí dejárselo al destino.

Renjun lo miro sin ninguna expresión para luego negar.

-El destino y yo no somos muy amigos, lo sabes ¿no?

-Ya se.-asintió.-¿Pero ves como hoy nos volvimos a encontrar? ¿Y si significa algo?

Renjun se recostó en el asiento cerrando los ojos, se mantuvo en silencio alrededor de un minuto para luego mirar a Jeno y asentir.

-Eres el mejor ex que he tenido.-asintió de nuevo.-Supongo que le dejare esto al destino porque sino luego me voy a arrepentir de no haberlo hecho.

Jeno sonrió y asintió por igual.

-Bien, gracias por el chance.

Renjun salió del auto inclinándose en la ventana mientras sonreía.

-Gracias por salvarme de mis idioteces.

-Entra ya.

Renjun se sintió cálido, hacia mucho tiempo que nadie le decía eso, porque luego de terminar con Jeno no había tenido el valor de ver a nadie mas.

-Ve con cuidado.

Jeno asintió sonriendo, y Renjun entró al edificio pensando qué tal vez, tal vez fue su sonrisa de nuevo la que hizo que sus sentimientos salieran del cajón en donde habían estado guardados bajo llave por mucho tiempo.









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espero les haya gustado, a mi me encanto uwu.

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