Soft Edges ➠ 【TaeJin】

~10~

—Sigo enojado por eso.

—¿Por la boda? ¿El duque no es de tu agrado? ¿Te ha tratado mal? ¿No te complace como hombre? Dame solo una queja y haré que corten su cabeza—Jin arqueo las cejas, con las mejillas ruborizados—. Mi Jinnie ya no es un niño, además, mírate, has ganado algo de peso, ¿Ya estás en espera?

—Papá, no—se quejó, negando varias veces antes de bajar la mirada—. El duque es un gran hombre, me ha cuidado tanto y me ha hecho sentir muy querido, también me ha dado todo y me ha dado una bienvenida a su familia y a su hogar, pero eso no quita que me hayas casado con un completo desconocido. ¿Sabes cuánto temor sentí por días? Sé que querías deshacerte de mí pero-

—¿Como puedes pensar así de tu padre, Jinnie?

—¿Como no voy a pensar así si siempre se decía que era la mayor decepción del imperio? —soltó—. Siempre me porté mal, nunca fui capaz de seguir las reglas e incluso mamá-

—Tu madre tiene la sensibilidad de una víbora ponzoñosa desde que nació y así seguirá hasta que muera, más bien es un alivio que hayas adoptado mi carácter y no el suyo.

—Aún así, debiste hacer que el duque me cortejara por lo menos, me habría enamorado antes... —susurró sin pensar, ruborizándose luego, su padre soltó una carcajada profunda y le sobo el abdomen.

—Entonces, ¿Cuando vienen los nietos? ¿Quieres que le rece a la diosa de la fertilidad y le haga una ofrenda para que lleguen pronto?

—Papá, no me has dicho qué te sucedió. Después podemos hablar de eso, de los nietos, del duque y de mí, pero realmente me preocupé cuando el duque me dijo que estabas enfermo.

—Mejore en la última semana, Jinnie, tu padre ya no es un jovencillo que puede andar por ahí haciendo locuras. Durante la caza alguien me rozó con una flecha envenenada que iba directo a un ciervo, pero el médico real lo descubrió rápido, ese tipo de cosas ya ponen al imperio en encrucijadas y a sudar, por así decirlo, además, Yoongi ya está en edad de gobernar.

—Entonces-

—Entonces mi salud está bien, ahora que veo que estás tan bien está en su cien por ciento, Jinnie.

—... Me alegra mucho—sonrió al abrazarlo nuevamente, mientras su padre sobaba su espalda—. Cierto, papá, no invites al duque a beber.

—¿Es un mal bebedor acaso?

—¡No! ¡Es porque a ti te gusta ver a esos bailarines y yo no quiero que los vea! —otra carcajada abandonó los labios del emperador, al ver como Seokjin inflaba las mejillas y fruncía el ceño.

—Aigoo, pero si hasta me saliste celoso—le picó la nariz—, pero no prometo nada, los hombres deben divertirse alguna vez, Jinnie.

—Pues no así—bufó, exhalando por la nariz al cruzarse de brazos—. Él solo debe verme a mí.

—Y si no lo hace le cortaré la cabeza, porque esa fue la razón por la que lo escogí a él.

—¿A qué te refieres con eso, papá? —preguntó curioso—. ¿Por qué lo escogiste a él?

—¿Es que no lo has notado, Jinnie? Si te hubiese casado con un noble, serías sólo una parte del harén o en todo caso el primer esposo, te casé con el duque porque en sus tierras el matrimonio es monógamo y porque... Supongo que eso es algo que él debe decir. —los ojos del emperador se fijaron en los de su hijo, transmitiendo su habitual calidez—. Sé que pensabas que en mi posición habría escogido a Yoongi, pero desde que nació ha estado comprometido con Jimin, ¿Qué sentido tiene volverte un segundo esposo de un hombre cuando puedes ser el único esposo de otro hombre?