Mis palabras apresuradas se quedaron cortas cuando Frederick me cayó con un beso intenso que hizo que me derritiera entre sus brazos, apegué su cuerpo más al mío con intención de saborear más sus labios.

—Ey, estoy bien. Lamento no llamarte a ti primero y llamar a Blomberg en su lugar, pero necesitaba hablar con él, a ti prefería venir a verte en persona —habló cuando nos separamos.

—Creí que no saldrías del palacio.

—No planeaba hacerlo, pero quería verte, ¿cómo te sientes?

Mi corazón latió con fuerza ante el hecho de que a pesar del gran incidente que lo involucraba, estuviera preocupado por mí antes que por él mismo.

—Estoy bien, algo sorprendida por los hechos, pero en verdad estoy bien.

Contesté, él asintió.

—Me alegró.

Acarició mi mejilla.

—¿Qué me dices tú? ¿Estás bien?

Le tomó un tiempo responder a mi pregunta, se apartó un poco de mí buscando su espacio.

—Ni siquiera sé cómo me siento al respecto, he estado pensando las cosas, sé que no fue Erin sino Bryson, incluso cuando ella y yo no hemos hablado en mucho tiempo sé que no fue ella, la conozco bien, no caería tan bajo.

—Te creo.

—Gracias por soportar todo esto Beth, dios mío, desde que te conocí lo único que he hecho es meterte en problemas

—Descuida, si no es por ti, lo más probable es que me meta en problemas por mi propia cuenta.

Reímos al unisón y nos quedamos en un pequeño silencio después de eso, volví a pensar en la situación y en lo que el rey Carl había dejado.

—Hay algo que tienes que ver.

Dije y le hice una seña para que entráramos a la casa, Frederick me siguió a la habitación en silencio, busqué el sobre el cual lo había dejado en la mesita de noche al lado de la cama, lo tomé y caminé hacia él, quien se había quedado recargado en el marco de la puerta observando mis movimientos. Tomé una profunda respiración y volteé a ver a sus ojos, los cuales me observaban curiosos.

—¿Qué es eso? ¿Está todo bien? —preguntó, me apresuré a asentir no deseando asustarlo.

—Tu abuelo dejó un sobre bajo el cuidado de Freya y Blomberg hace años, quería que saliera a la luz en el momento correcto y creemos que este es el momento, será mejor que lo leas por tu cuenta.

Le entregué el sobre, el cual recibió con cierta curiosidad y duda. No dije más, solo me quedé a su lado, sus ojos vagaron entre el sobre en sus manos y yo, después, caminó hacia la cama para sentarse en ella y revisarlo.

Me senté a su lado en silencio, ya había leído el informe así que dejaría que lo leyera por su cuenta, cuando terminó de leer, suspiró.

—¿Es esto real? —preguntó con incredulidad y señaló a la firma de su abuelo—. Quiero decir, sé que está sellado y firmado por él, pero me cuesta creer que en verdad haya escrito esto, es impresionante. ¿Cómo es que Freya y Blomberg pudieron tener esto oculto durante mucho tiempo?

—Las mismas preguntas me hice yo cuando lo leí —confesé, Frederick continuó con su mirada fija en el papel entre sus manos, lo admiraba con delicadeza e inquietud.

—Supongo que decidió hacerlo por una buena razón. —Rio a secas y me dio una mirada—. ¿Sabes qué significa esto?

—Tengo una pequeña idea —dije, el rey Carl había sido bastante específico con este papel.

Mi romance realWhere stories live. Discover now