Capítulo 14

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Por un segundo, pensé que Frederick rechazaría el beso, sin embargo, estiró una mano para enredarla entre mi cabello mientras que su otra mano tiró de mi cintura para acercar mi cuerpo al suyo, me deje llevar y fue como si el tiempo se paralizó a nuestro alrededor, no me importo que había personas a nuestro alrededor observándonos, su boca se abrió al igual que la mía y nuestro beso se profundizó, sus labios eran suaves y cálidos, la manera delicada en la que su boca se movía con la mía mando miles de sensaciones a mi cuerpo, lo estaba disfrutando y él también.

Nos separamos por falta de aire y nuestros ojos se encontraron, la sonrisa más grande amenazaba con formarse en mi boca, me mordí el labio inferior y una risita nerviosa se escapó de mí, Frederick también rio.

¿Qué acababa de suceder? Pensé.

Deseando que los demás no notaran el rubor en mis mejillas, oculté mi rostro en el pecho de Frederick, realmente había disfrutado el beso, pero me hubiese gustado que no fuera en estas circunstancias, lo que me hacía pensar, ¿si esta no fuera la situación nos hubiésemos besado?

Había cambiado de parecer, ya no odiaba a Trevor.

—De acuerdo, de acuerdo. Eso sí que fue un beso —interrumpió Trevor sacándonos de nuestro pequeño momento, el pecho de Frederick se hinchó y me aparté de él con brusquedad y rápidamente volví a mi lugar, nadie pronunciaba ni una palabra en la habitación y el silencio era incómodo. Hice un gran esfuerzo por no voltear a ver a los ojos a Frederick, podía sentir su mirada fija en mí—. Bien, continuemos con el juego. Es tu turno de girar la botella Bethany.

Apreté los labios y me levanté de mi lugar de golpe.

—Yo... Lo siento, necesito ir al baño, pueden jugar sin mí. —Era una excusa tonta, pero sirvió para abandonar la habitación.

Fui directo a la cocina en busca de aire fresco, mi corazón aún latía con fuerza y la escena se reprodujo en mi cabeza provocando nuevamente una sensación de agrado a mi cuerpo. Suspire.

No estaba asustada por el beso, ya había besado a otros chicos anteriormente, sin embargo, los besos nunca resultan buenos cuando tienes que fingir que no ha sucedido nada e ignorar las emociones que tu corazón siente, lamentablemente, iba a ser difícil, había disfrutado el beso. Frederick besaba muy bien, tenía que darle puntos por eso.

—¿Está todo bien?

Su voz hizo que me sobresaltara en mi lugar y mis mejillas se tornaran rojas, no podía leerme la mente, pero sentí que mis pensamientos eran claros y que había una gran probabilidad de que supiera que estaba pensando en él. Me forcé a sonreírle.

—Sí, estoy bien. ¿No estás jugando?

Una mueca se formó en su boca.

—Quería venir a ver que estabas bien.

Sus ojos estaban atentos a mis movimientos, sobre todo a mi rostro cosa que me incomodó. No estaba lista para el contacto visual con él, pase una mano por mi cabello.

—Estoy bien —mentí. Estaba muy lejos de estarlo—. Es solo que no tenía ganas de jugar.

En parte era verdad. Frederick asintió y se animó a entrar por completo a la habitación, me quede estática en mi lugar, quería retroceder.

—Tampoco quería jugar. —Consiguió llegar hasta el extremo de la cocina en donde me encontraba, detuvo sus pasos a un par de centímetros míos. Un pequeño silencio nos envolvió, sus ojos me miraban curiosos, hice mi esfuerzo por sostenerle la mirada a pesar de que estaba nerviosa—. Lo que paso hace rato...

—Fue solo un beso —interrumpí y me encogí de hombros para restarle importancia—. Las personas a veces se besan entre desconocidos, ¿no?

Rio. Una risa seca y corta.

Mi romance realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora