Capítulo 2

43.1K 3K 922
                                    

La puerta rechinó al abrirse, me tensé, sentí el calor en mi cuerpo, iba a desmayarme —al menos eso sentía— quise buscar un lugar donde esconderme, pero la habitación era demasiado pequeña para que pudiera ocultarme, cuando por fin la puerta se abrió de par en par, nos encontramos con tres hombres, todos poseían trajes similares, daban la impresión de trabajar en el palacio.

—Alteza —dijo el hombre que poseía la llave, su mirada de pronto se posó en mí y frunció el ceño, los dos hombres que estaban detrás de él, no movieron ningún músculo, así que, si estaban sorprendidos o no, no se notó—, sus padres están buscándole.

—Mark —pronunció el príncipe desde su lugar, mi mirada vagó entre él y Mark. Noté que el cuerpo del príncipe se relajó—. ¿Están cerca?

Mark negó.

—Subieron a la segunda planta, estarán esperándole en el ala norte —aclaró y el príncipe asintió, pasaron como diez segundos, nadie dijo nada, solo estábamos observándonos unos a otros y cuando el príncipe compartió una mirada conmigo, se aclaró la garganta y me hizo una seña hacia la salida.

—¿Te importaría salir? —preguntó y mis mejillas se tornaron rojas. Me apresuré a salir de la habitación, Mark me ofreció una sonrisa, y desde aquí, los dos hombres detrás de él resultaban más intimidantes que desde donde estaba. El príncipe salió segundos después y se quedó a mi lado.

—Disculpe alteza, ¿puedo preguntar quién es la señorita?

—Oh, sí. La señorita —dijo el príncipe volteando a verme con curiosidad, después vio a Mark y luego a los guardias—. La señorita... —murmuró más para sí mismo, al tiempo en que se llevó una mano a la nuca y rascó—. Ella es... uhm... su nombre es...

—¡Frederick! ¡¿En dónde diablos te has metido?! ¡Te hemos estado persiguiendo por todo el palacio como a un niño pequeño! —la voz de una mujer se escuchó por el otro lado del pasillo, y de pronto apareció caminando en nuestra dirección, se trataba de la reina, el rey y tres personas más que desconocí. Un grito de angustia se me escapó, —grito el cual el príncipe se dio cuenta de ello porque volteó a verme— me quedé paralizada observando al rey y la reina a pocos metros de distancia nuestro— el príncipe maldijo por lo bajo.

De pronto, en una milésima de segundo, el príncipe y yo nos vimos entrelazando nuestras manos para echar a correr por los pasillos del palacio, ni siquiera me dio tiempo de procesar lo que estaba sucediendo.

—¡No mires atrás! —me gritó por encima de su hombro justo en el segundo en el que decidí dar un vistazo a mis espaldas para ver que estábamos siendo perseguidos como dos fugitivos—. Solo corre y no voltees...

Asentí a pesar de que no me estaba viendo, mi pulso se aceleró y mi corazón golpeteó con tanta fuerza que estaba comenzando a dolerme, sobre todo por el hecho de que estaba entrando en pánico. Dimos vuelta a la derecha en una esquina, después, nos detuvimos por unos segundos mientras decidía por qué camino ir.

—¡Frederick! ¡Detente!

Escuché la voz de la reina, sé que había dicho que no voltee atrás, pero fue inevitable no hacerlo. Otro grito agudo se me escapó al ver que los reyes, Mark y dos hombres más que supongo eran guardias del palacio, estaban corriendo en nuestra dirección, el príncipe se percató de ello y le da un apretón a mi mano para que de nuevo eche a correr junto con él hasta las escaleras que están al otro extremo de la habitación. Nos toma tiempo hacerlo porque la distancia es bastante, los hombres detrás de nosotros demostraban ser rápidos porque consiguieron estar a tan solo unos centímetros de distancia nuestro, Frederick no se inmutó, apretó con más fuerza su mano a la mía y tiró de mi cuerpo a él para evitar que los hombres que nos estaban siguiendo nos agarraran, consiguió desviarse hasta el final del pasillo parando de largo las escaleras y continuar corriendo.

Mi romance realWhere stories live. Discover now