Mi romance real

Capítulo 58

Estaba más que sorprendida por lo que acabábamos de leer, definitivamente, el rey Carl tenía todo previsto desde hace tiempo, al menos, encontraba sentido en sus palabras y aunque Frederick desconocía los hechos del mandato de su abuelo, me pregunté cómo iba a tomar la noticia.

—Dios, esto es impactante —murmuró Freya en un susurro bajo, su mirada estaba perdida, Blomberg también estaba igual de sorprendido que ella.

—Bueno, no deberíamos de sorprendernos teniendo en cuenta como era Carl, siempre miraba hacia el futuro más que al presente —explicó esto más para mí que para Freya. Tomó una gran bocanada de aire y la expulsó en un suspiro pesado—. Quitar a los príncipes de la línea de sucesión debió de ser una decisión complicada.

—Debió serlo —agregó Freya—. Y honestamente, estoy orgullosa de que lo hiciera, aunque no sé cómo debería de sentirme al respecto con Frederick.

Una risita hueca salió de Blomberg.

—¿Cuál es el problema con Frederick?

—Cariño, Frederick no quería ser rey, ha cambiado sus pensamientos gracias a ti, pero si hubiese continuado con ellos, no tendría otra opción, si lo vemos por un lado bueno, Carl está permitiéndoles a los tres príncipes que puedan tener una vida común y corriente fuera de la realeza, pero está matando a Frederick a la corona sin opción de redimirse, lo mismo sucede con el futuro hijo o hija que tenga, el primer primogénito será rey o reina, responderá a los deberes al trono, pero sus demás hijos no, ellos serán libres.

Si pensaba como Freya, tenía razón, los pensamientos de Frederick habían cambiado, ya no estaba renuente a la idea de gobernar Suecia, pero si su decisión sobre redimirse ante el trono hubiera continuado, probablemente está noticia lo decepcionaría demasiado y no creo que solo lo decepcionará a él sino a varios.

—Si Carl decidió estipular esto es por una buena razón y sí él considera que su nieto será un buen heredero. —Se encogió de hombros—. Estoy aquí para servirle.

Dios, era maravilloso el cariño que estos dos sentían por el príncipe, estaban dispuestos a servirle sin importar qué solo por el hecho de quererle, podía verlo.

Freya compartió una mirada con Blomberg y conmigo también.

—También yo, así que tenemos que presentar estos papeles lo más pronto posible.

Después de eso, no hubo mucho de qué hablar, todos necesitábamos pensar un rato las cosas, terminé yéndome a casa deseando pasar un tiempo a solas, estaba casi segura de que Frederick no vendría a casa y dormiría sola, hice mi habitual rutina por mi cuenta y me omití la cena debido a mi falta de apetito.

Alrededor de las once de la noche, aún continuaba despierta, por mucho que me repetía que Frederick estaba bien, necesitaba comprobarlo por mí misma, quizás, escribir o llamar a su celular podía ser una buena opción, me lo pensé por un buen tiempo y cuando estuve por hacerlo, escuché que llamaban a la puerta principal, lo que se me hizo extraño considerando que aquí la mayoría se acostaba alrededor de las diez y ningún vecino rondaba por estas horas de la noche.

Me abracé a mí misma mientras encendía las luces de la casa e iba a la puerta a abrir.

—Lamento no llamarte a ti primero.

Habló Frederick frente a la puerta, ni siquiera lo pensé un segundo más, me abalancé a sus brazos y lo abracé con fuerza, quién me recibió más que contento.

—¡Oh dios mío! ¿Qué haces aquí? ¿Estás bien? Juraba que no te volvería a ver y en verdad me asuste, Blomberg dijo que debíamos de irnos en cuanto antes después de que ese audio estaba interrumpiendo la transmisión y yo quería...