Capítulo 51

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Tenía un malestar en el estómago y un nudo en mi garganta que me impedía hablar, me tomé mi tiempo y pensé bien mis palabras, el ambiente en la habitación estaba tenso, Erin lucía afectada por sus propias palabras, pude ver que hablar de ello le dolía porque sus ojos estaban lagrimosos, su mirada decía que se culpaba a diario por el incidente.

Una fina línea se dibujó en mis labios, todo lo que acababa de escuchar era algo que jamás imaginé oír en mi vida, costaba creer la historia y quizás si Frederick no me hubiese hablado de lo que pasó con su hermano, no estaría creyéndole a la princesa ahora mismo, estaría dudando de ella, pero no tengo dudas, creo en su palabra, la única cosa que no logro procesar con claridad es que ella estuviese embarazada, costaba creerlo.

—¿Qué sucedió con el bebé?

Mi voz fue suave y baja, sin intención de ofender o ser grosera, no podía quedarme con la curiosidad de saber qué pasó con el bebé porque un embarazo no es algo que se puede ocultar fácilmente.

Con brusquedad, se quitó las lágrimas de sus ojos, su rostro se endureció.

—Lo perdí, fue unas semanas después del accidente, no dijimos nada, ni siquiera mis padres se enteraron, los únicos que sabíamos de eso eran Frederick, Bryson, su padre y yo.

Respondió.

—¿El rey sabía del embarazo?

Asintió ligeramente.

—Frederick estaba asustado, creyó que lo correcto era que buscáramos ayuda, dijo que, si salíamos juntos de esa, respondería por el bebé y todo, pero que no podía ocultar el secreto, incluso cuando yo le dije que no dijera nada, decidió contar todo al rey, al principio me moleste por ello, no quería que nadie se enterara de que estaba embarazada, ¿sabes el lío en que me metería con mis padres? No se lo tomarían bien, mi embarazo traería consecuencias, pero el rey decidió ayudarnos, dijo que él no diría nada mientras mi panza no se notara, afortunadamente no iba a notarse porque recién llevaba un par de semanas.

—¿Cómo fue que lo perdiste?

Su mirada se encontró con la mía, no se quejó de mis preguntas, las contesto con amabilidad.

—Tuve un aborto —concluyó—. Los médicos dijeron que fue cosa de todo lo que estuve pasando, el accidente interfirió en el embarazo, quedé delicada después de este y cuando perdimos al bebé, el rey dijo que no era necesario que los demás se enteraran de ello, todos estuvimos de acuerdo, al final de cuentas era lo mejor, podíamos lidiar con que nuestros padres se enteraran de ello, tomaría las consecuencias de lo sucedido, pero no soportaría a la prensa encima de mí si se enteraban de que tuve un bebé con el príncipe de Suecia y después lo aborte, me quemarían de por vida.

Encontraba sentido, una noticia como esa sería un perfecto drama para la prensa, nadie dejaría pasar un tema como ese, serían la comidilla de todo el mundo.

No dije nada, preferí guardar silencio y quedarme con mis propios pensamientos, ahora comprendía muchas cosas, comprendía la parte en que Frederick tenía miedo a enamorarse, no quería pasar por algo como esto de nuevo, lo había dado todo por alguien en un principio y aquel amor no fue recíproco. Bryson apareció en la habitación minutos más tarde llamando la atención de ambas, por instinto nos levantamos al mismo tiempo, Bryson nos dirigió una mirada a ambas.

—Siento entrometerme, pero es mejor que Bethany se vaya ahora, ya es un poco tarde.

Revisé la hora en mi celular y confirmé que el tiempo se pasó volando, no podía quedarme más tiempo, Frederick podía regresar a la residencia en cualquier momento.

—Tienes razón, será mejor que me vaya ahora.

Erin asintió en acuerdo, compartimos una última mirada, aún lucía afectada por toda la situación, le ofrecí una diminuta sonrisa y me acerqué a Bryson para indicarle que podíamos irnos, al llegar a la puerta, Erin vino corriendo hacia mí y me tomó del brazo para detenerme, me giré bruscamente a verla.

Mi romance realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora