Capítulo 16

26.5K 1.9K 220
                                    

Pedirle a Frederick que me lleve a mi cena con Fabrizio me resultaba inadecuado y era consciente de que le he dije a Fabrizio que nos encontraríamos en Molly's. Me mordí el labio inferior mientras pensaba, tampoco era como que pudiera pedir un taxi hasta la casa de Frederick y no tengo idea de donde es la parada de autobuses.

Consideré de nuevo las cosas, Frederick se ha ofrecido y Solna quedaba a un par de minutos de Estocolmo, pero no quería pedirle el favor, no se me hacía correcto porque tenía el presentimiento de que se había enfadado, una parte de mí se sentía molesta por el hecho de haber dicho que mi cena con Fabrizio era una cita cuando no lo era. Después de unos minutos debatiéndome, rechacé su oferta y llamé a Fabrizio, quien accedió a buscarme a un par de cuadras de la residencia.

Por suerte para mí, Fabrizio no protestó el hecho de que haya venido desde Estocolmo a Solna para luego regresar a Estocolmo.

—¿Ahora estás viviendo en Solna? —preguntó haciendo un poco de conversación, le di una mirada rápida, su vista estaba fija en la autopista. Me sentí insegura si debía decirle o no, no quería delatar que estaba viviendo con Frederick, no cuando sabía que Fabrizio amaba cualquier relación con la familia real.

—Digamos que algo así.

Dije encogiéndome de hombros. Esperé a que no me cuestionara.

—¿Cómo que algo así?

—Solo es temporal.

Suspiré. Y esperaba que fuera temporal, si mis padres u alguna otra persona se enteraba de mi estadía en Solna, me cuestionaría. Fabrizio no hizo otra pregunta referente a mi nuevo hogar, decidió cambiar de tema y hablamos sobre nuestras vidas personales y el trabajo. Hablar de eso era terreno seguro.

Al llegar al restaurante, no hacía falta una reservación y por suerte conseguimos la única mesa disponible en una esquina del local cerca de la caja registradora, comer aquí era agradable, siempre se respiraba una onda relajada, ordenamos hamburguesas y una ración doble de papas fritas con queso.

—Tengo que agradecerte de que me hayas aceptado la invitación, para serte sincero dude por un segundo en que no me contestarías el mensaje, estaba un poco indeciso de que no aceptarías el trabajo.

Reí.

—Créeme, estoy alagada por tu oferta. Con Nicholas difamándome en otras locales es difícil conseguir un buen empleo.

Una mueca apareció en sus labios.

—Era de esperarse, ¿no? Quienes hemos estado dentro del periodismo tanto tiempo como Nicholas, lo conocemos bien, sabemos que no soporta que alguien tenga más talento que él, es una lástima porque sé que muchos de sus empleados son buenos, hay mucho potencial en su empresa.

No podía estar más de acuerdo con él.

—En serio, te agradezco mucho que hayas considerado contratarme, realmente lo apreció.

Me ofreció una agradable sonrisa.

—No tienes que agradecerme. Y espero no me malinterpretes, pero siempre he tenido un ojo en ti, desde que te conocí y tuve oportunidad de leer tus artículos me encantaron, tienes mucho talento y hay que aprovecharlo.

Me sentí alagada.

Nuestra comida llegó y la degustamos en silencio, dejamos a un lado el tema del trabajo y nos concentramos en intercambiar una que otra conversación sobre nosotros. Fabrizio había estado viajando por diferentes países europeos desde el inicio del año, había estado en Inglaterra trabajando para BBC News por meses.

—Inglaterra se ha vuelto mi segundo hogar, creo que me la paso más allá que aquí y espero que el próximo año Alemania sea mi nueva casa.

—Eso es sorprendente —aclaré—. ¿Qué planes tienes allá?

Mi romance realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora