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Al amanecer sonó la alarma avisando que Adán debía ir a trabajar, estiré mi mano y apagué la tonta alarma que me separaria de él.

-No quiero levantarme–Dijó Adán somnoliento y me abrazó más fuerte pegandome a él.

Sonreí sin abrir mis ojos por que la verdad tampoco queria eso, quería que se quedara todo el día conmigo así abrazados en la cama pero él tiene obligaciónes.

-Debes ir a trabajar–Traté de separarme pero el hizo un sonido de negación. -Vamos, nos ducharemos juntos.

Ahí.. en ese momento él aflojó el agarre y me miró adormilado pero coqueto, me dio un rápido beso para sentarse en la cama y estirarse.

Me quedé viéndolo unos segundos y esto era todo como un sueño, calidez extraña sentía dentro de mi y no quería dejarla ir.

-Prometiste ducha juntos–Dijó Adán levantándose de la cama y me quitó la sabana.

Me levanté y entramos al baño de la habitación que Adán había arreglado hace unos días, entramos a la ducha y el agua empezó a recorrer nuestros cuerpos. Entre algunos ardientes besos y caricias nos bañamos y salímos del baño.

Yo abrí el clóset y empecé a sacar ropa para ambos pero sin querer ví mi reflejo en el espejo y ví todas esas marcas en mi cuerpo.

-Adán mira todo lo que has hecho–Le dije mirándolo serío mientras señalaba mis marcas.

Él solo sonrió grande y se levantó de la cama.

-Soy un artista, se te ven maravillosas–Me abrazó por la cintura y me pegó a él metiendo su rostro en mi cuello para besarlo.

-Mentiroso.. me veo horroroso–Le dije jadeando por sus caricias.

-Para mi eres hermoso–Quitó mi toalla y me volteó dejando que mis nalgas rosaran con su semi ereccion. -Y el que diga lo contrario le rompere la boca–Susurró en mi oído.

Solo esa acción me hizo gemir.. era loco en la manera que unas simples palabras hicieran calentarme.

-Y ahora mi desayuno–Dijó Adán con una dulce y suave risa.

Abrió mis nalgas y me incliné un poco sintiendo como se hundía en mí, cerré mis ojos y gemi fuerte. Él tomó mis caderas y empezó con sus fuertes embestidas... esas que me hacían olvidar hasta mi nombre.

Escuché sus gemidos y gruñidos y no pude evitar sonreír un poco, está situación con él era algo que en verdad me hacía querer ver más.

Moví mis caderas en círculos por que sentía que ya llegaría al final, por primera vez en semanas Adán tomó mi miembro y me masturbo a medida que aumentaba sus penetraciones.

-¡Demonios!–Grité en un fuerte gemido al correrme y sentir la esencia de él dentro de mi.

-Soy un angel cariño, no un demonio–Habló Adán con burla y agitado saliendo de mi.

Me levanté y lo miré riendo, de angel tiene mucho... menos cuando tenemos sexo. Abracé su cuello y lo besé lento.

-Debo ir a una reunión–Susurró Adán en mis labios.

-No alcanzó a hacerte el desayuno.

Me separé y levanté la toalla del suelo para limpiar mis piernas que se estaban llenando del semen de él.

-Como algo en la empresa–Dijó poniéndose unos bóxers azules. -Almorcemos afuera, le diré a mi secretaria que reserve una mesa en un lindo restaurante.

Me mordí el labio y suspiré, enserio esto era todo lo que siempre he querido para mí vida pero no sé por que no me siento tan feliz.

-¿Que pasa cariño?–Preguntó él un tanto preocupado y se agachó enfrente mío.

-Me estoy ilusionando contigo y no quiero–Le dije con algo de melancolía.

-¿Por que no quieres?–Su rostro cambió de preocupación a uno de disgusto.

-Tu no me quieres, cuando te aburras te iras, yo no quiero sufrir otra vez por que me dejaron...

-No te dejaré...–Dijó rápidamente.

-Pero a ti no te gustan los hombres, cuando los demás se enteren que estás con uno te insultaran y no quiero eso... tienes una reputación que cui...

No terminé de hablar por que él estampó sus labios con los míos, puso mis brazos en su cuello y automáticamente lo abracé  mientras chupaba mi labio superior.

-Sabes lo poco que me importa mi reputación–Susurró y me acostó para él estar encima de mi. -Y quiero estar contigo, nadie me dirá que no y tu menos, sabes cómo soy de terco y lo que quiero lo obtengo...

-¿Y eso soy yo?–Pregunté ahogando un sollozo, era todo un sueño... debía serlo por que era muy bonito para ser verdad.

-Todo tu–Me sonrió y acarició mi mejilla. -No llores.

Me reí por ser tan sencible, pero algo dentro de mi decía que ante él no debía fingir que era fuerte, que le demostrara que yo tenía esa parte sencible que todos en algún momento admiten tener.

Él Es Mi Todo [Yaoi, Bl](+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora