Él Es Mi Todo [Yaoi, Bl](+18)

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Me sentí bien sabiendo que no estaba completamente solo, al menos Adán me aguantaría en estos días.

-¿Que comes?–Pregunté curioso.

-Camello, tiene verduras y una salsa toda rara pero esta rico.. ¿quieres?–Me ofreció y negué.

Adán era terco así que con los palillos tomó un pedazo de la caja y lo acercó a mí cara, negué pero el insistía tanto que abrí la boca y lo comí.. la verdad sí estaba rico.

-¿Que te parece si vamos a acampar?–Me preguntó de la nada y me dio el otro embace con comida.

-¿Acampar?–Pregunté un poco nervioso.

-Ujum, estuve con los exploradores tres años, sería bueno hacerlo–Me sonrió y se quitó los zapatos para subir los pies a la mesa.

-No sé–Lo dije dudoso.

-Iríamos al parque natural y pasaríamos la noche ahí... será divertido–Dijo él y me miró.

-Adán no insistas.. en ese lugar hay tierra, hojas y no sé cuantas cosas más, hay mucho...

-Si ya no sigas–Habló aburrido y suspiró. -¿Y si hacemos un picnic? en el parque más cercano y no hay tantos gérmenes–Me sonrió y suspiré.

-Adán deja de insistir, no quiero salir ni hacer nada de eso, sólo quiero descansar–Me acosté en el sofá y escuché esa respiración que tanto detesto. -No respires así.. es fastidioso–Cerré mis ojos y me abrigue con una manta.

-¡¿Te vaz a quedar a morir aqui mientras el otro está siendo feliz con ese chico?!–Habló exaltado. -¡Lucas debe estar revolcandose con ese chico en este momento y tu aquí sumido en tristeza, ¿crees que eso es justo?!–Adan aún seguía hablando fuerte.

-No me grites–Le dije y volteé a verlo. -Ya tengo suficiente con lo que estoy pasando para que vengas y me digas que es justo... ¡la vida nunca será justa conmigo!–Me senté enojado. -¡No puedo salir y fingir como si nada pasará por que si está pasando algo y es que me estoy muriendo por dentro, le rogué a un desconocido que se llevará lo que más amaba sólo por verlo feliz!–Puse mi rostro sobre mis manos y lloré.

-Debias desahogarte, ayer no lo dijiste todo y si sacas todo te sentirás mejor–Me dijo más suave y se sentó para abrazarme.

-Eres un completo idiota–Le dije secando mis lágrimas.

-Lo sé, me lo dices seguido–Me dijo riendo.

Respiré profundo y levanté mi cara, detestaba que vieran que soy débil, que no soy esa persona fuerte que siempre aparento, eso solo es por defensa.

-Hagamos ese picnic que dices–Le sonreí y él asintió.

Adán y yo nos quedamos mirando, sus ojos eran color miel muy diferentes a los de Lucas que eran como la noche oscura.

-No lo hagas–Le dije cuando acercó su rostro al mío.

-¿Por que? la vez pasada te gusto–Me sorprendí por esas palabras.

-¿Como lo sabés?–Pregunté serio.

-Recorde muchas cosas aunque estaba borracho.. ¿acaso no recuerdas algo de lo que pasó?–Me preguntó coqueto sin mover sus brazos.

-No importa si recuerdo–Le dije y volteé mi rostro, Adán con una mano tomó mi rostro y me hizo verlo.

-Te sentiste bien ese día, lo disfrutaste mucho–Me decía con tanta tranquilidad como si acostarme ese día con él hubiera sido algo natural.

-Estábamos ebrios, fue diferente–Le dije desviando su mirada.

Adán agarró firme mi mandíbula y estampó sus labios contra los míos. Al separarse no supe que decir.

-No te asustes, sólo hay que repetir la ocasión para subirte el ánimo–Me dijo coqueto y sonrió.

-¿No estas ebrio?–Pregunté tranquilo.

-No, no me gusta tomar tan temprano.. además está vez debemos recordar lo que haremos.. no mas escusas de mala memoria–Adán me besó y yo le seguí.

A esta etapa de mi vida ya habia perdido el rumbo, no sabía hacia donde dirigir el timón de mi barco.