Él Es Mi Todo [Yaoi, Bl](+18)

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-Te vez muy lindo–Dijó Adán sin quitarme la mirada.

-Termínate de vestir, no quiero llegar tarde–Me levanté y le empecé a hacer el nudo de la corbata.. antes la hacia solo.

-Eres señor puntualidad–Él sonrió y me dió un beso. -Por fin te tendré en el trabajo..

-No debes cantar victoria todavía–Suspiré y le pasé el saco. -Debo pedir una reunión para hablar sobre mi relación contigo y ver si me dejan quedar ahi...

-No debes hacer nada.. ayer en la noche recibí la respuesta y puedes laborar sin ningún problema...

Lo miré confundido y arreglé mi corbata.

-¿De que hablas?–Le pregunté.

-Que podemos trabajar juntos amor, sólo debemos evitar un poco las demostraciones de amor en público y frente a las cámaras de la empresa pero del resto no hay problema–Adán se me acercó y me abrazó.

-En mi lugar de trabajo no hay cámaras–Sonrei y le abracé el cuello.

-Me encanta cuando te pones atrevido...

Reimos y juntamos nuestros labios en un lento beso... últimamente lo hacemos así, bueno en ocasiones nos gana la pasión y nos devoramos los labios.

Desde que me dió el anillo esa noche después de hacer el amor en la ducha es como si me hubiera quitado un peso de encima.. me sentí muy liviano.

-Vamos–Le dije cuando nos separamos.

Él asintió y tomé mi celular, mis llaves y salí de la casa tomando su mano.. ¿tendría esto con Lucas? es un rotundo no..

Adán me abrió la puerta del auto y entré, él dío la vuelta y entró para encender el auto e irnos... recordé las veces que subí a este auto de otra manera, sólo era un amigo sin mucha importancia en la vida de él pero ahora soy su novio... novio de un heterosexual ¿pueden creerlo?, además nos vamos a casar.

-¿En que piensas?–Preguntó cuando detuvo el auto en el estacionamiento.

-En muchas cosas...

-Espero y que sean de mí–Se quitó el cinturón y se me acercó. -Dame un beso para no morir de agonía...

Me reí y me quité el cinturón para besarlo, pero no fue un beso cualquiera.. él metió su lengua y exploró toda mi cavidad, la chupé y luego le di la mía para que hiciera lo mismo haciéndome delirar por más.

-Despues seguimos–Dijó él al separarse.

-Bien..

Nos bajamos del auto y fuimos hasta el elevador.. no podíamos tomarnos de las manos o abrazarnos por que había una cámara en el espacio.

Cuando llegamos al piso de arriba Adán suspiró.

-Me gustaría besarte–Me dijó.

-No seas tonto–Reí suave. -¿Nos vemos para almorzar?.

-Si, te busco..

Asentí y dejé que pasara la tarjeta por el tablero de seguridad y se fuera a su oficina.

Llamé a arriba y pedí autorización para subir, después de ir pedí mi orden de reingreso al trabajo y mis planillas del próximo mes de trabajo.

No sé si me crean pero extrañaba mi trabajo, esto hacia que mi obsesión por el orden sea apaciguada y no colapse en algunos momentos. No despidieron a la chica que antes había dejado de reemplazo, ahora debo compartir todo el trabajo con ella y esto era algo bueno.. o talvez no, ya no tendré este espacio para Adán y yo.

La mañana se pasó volando... cuando vi que la puerta de seguridad se abrió me sorprendí por que tenía a Tania a mi lado enseñándole una manera más fácil de archivar y en un futuro no se vuelva loca por un desorden.

-¿Kenny?–Adán me miró con una sonrisa.

-Ya puedes ir a almorzar Tania, después seguimos–Le dije a la chica y ella asintió.

-Gracias, enserio estoy que me como un elefante, nos vemos después Ken–Ella me sonrió y me agitó la mano para irse pero cuando llegó a donde Adán se detuvo y le sonrió coqueta. -Hasta luego jefe.. que tenga buen provecho..

-Gracias–Adán le sonrió levemente y me miró.

Tania siguió su camino y salió del lugar, cuando iba a decirle algo ni tiempo tuve por que él ya me había alzado.

-Te extrañé tanto–Susurró en mis labios y sonreí para recibir ese delicioso beso que tenía preparado para mi.. sabía que todo él era mío, aunque suene posesivo era bueno y se sentía muy bien saber que alguien es tuyo y tu eres de alguien.

-Debemos almorzar–Susurré agitado cuando nos separamos.

-Ya lo mandé a traer.. por ahora dame de esos deliciosos besos que solo tú sabes darme–Adán muy tranquilo me dejó sobre mi escritorio y me acarició todo lo que pudo mientras nos besabamos.. era placentero sentirse tan querido y valorado.

Si hubiera sabido que podría sentirme tan bien con Adán, les juro que hace rato había intentado estar con él... por que yo no buscaba un hombre para que me mantenga o para tener sexo, lo que tanto pedía en la vida era sentirme amado y valorado.

Nos dimos cortos besos hasta que llegó el almuerzo, él lo recibió de su secretaria y nos volvimos a encerrar.. comimos contentos entre sus malos chistes y su bella sonrisa, cada vez que tenía oportunidad besaba mi mano donde tenía mi anillo, aún no creía que nos casariamos... ¿sera que me estoy apresurando? es que todo es tan natural cuando estoy con él que no puedo decir no.. no sé qué me estaba pasando por que nunca fui así, pero apesar de ver que mis acciones no se parecian a las de meses atrás no me sentía mal.. era todo lo contrario.