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Estaba en la cosina lavando los platos del almuerzo cuando unas manos se posaron en mí cintura.

-¿Como estás?–Me susurró en el oído.

-Bien.. deja de preguntar lo mismo una y otra vez–Hablé suave sin dejar de lavar.

-Me preocupas.. no quiero ver tus ojos rojos ni hinchados–Volvió a hablar.

-Pues no lo harás.. estaré bién, puedo superar esto y todo lo que venga–Me volteé secando mis manos.

-Eso espero–Adán me sonrió.

-Gracias por estar conmigo, sería muy difícil pasar esto sólo–Lo abracé y sonreí.

-No agradezcas.. estoy muy contento de estar contigo, nunca me imaginé que estaríamos así–Me dijo y me dio un suave beso.

-Yo tampoco–Susurre en sus labios y lo besé.

Podría decir que Adán era adictivo.. casi igual que mi obsesión por el orden y la limpieza.

Adán acarició mi trasero mientras nos besabamos, ya me gustaba que hiciera eso.

-¿Que haces?–Pregunté cuando metió las manos a mi ropa interior.

-Creo que te lo imaginas–Susurró besando mi cuello.

Cerré mis ojos y mis jadeos empezaron a salir, enterré mi unas en su espalda cuando puso un dedo en mi entrada y lo empezó a mover suave para meterlo.

-Adán.. Adán no–Susurré excitado y el levantó su rostro y me miro mientras trataba de callar los gemidos por su dedo.

-Quiero hacerlo, es tu culpa por ponerte ese short tan corto–Me dijo con una sonrisa.

-Pero tú hijo está en la sala–Dije con dificultad y lo agarré más fuerte por que aun no sacaba la mano de mi trasero.

-Solo no grites y estará bien–Me besó y sacó el dedo de mi trasero, jadee por el vacío y lo besé con más necesidad.

-¡¿Papá puedo ver la computadora?!–Gritó el niño y me separé.

-¿Me prestas la tuya? no subí la mía–Me dijo suave y asentí.

-No más que no abra los archivos–Le sonreí y él me dio un beso.

Adán se asomó y le dijo a su hijo que si y lo que yo le dije, volvió a mi aún más sonriente y volvió a besarme con necesidad.

Adán puso las manos en mi cadera y me bajó el short y la ropa interior.. me sorprendí pero él solo sonreía como un tonto, bajó sus besos a mi cuello mientras acariciaba mis glúteos.. subió mi camisa y besó mi abdomen delicadamente, siguió bajando sin tocar mi ereccion pero si pasó sus labios muy cerca.

-Vamos a la habitación–Le dije cuando quitó por completo mi short.

-Quiero hacerlo aquí–Se levantó y nos volvimos a besar.

Abrí el pantalón de Adán y él sonrió.. él me volteó con fuerza e hizo que me inclinara un poco.. ví como Adán sacó su ereccion y la alineó con mi entrada para introducirlo suave para que no gritara.

Me empecé a mover buscando más placer.. Adán tomó con fuerza mis caderas y empezó a penetrarme con fuerza, apreté mis labios para no gritar o gemir fuerte por el niño.

Después de algunas fuertes penetraciones mis piernas empezaron a flaquear.. en eso Adán salió de mi y me levantó para besarme.

-Me encantas, me gustas tanto–Me dijo en un susurro pero se veía tan sexi así.

Abrí la camisa de Adán mientras el besaba mi cuello.

Le quité la camisa y besé su cuello y mordí su clavícula dejando una marca, también su pecho y lo mejor fue que le gustó.

Adán tomó mi trasero y me subió e instintivamente enrolle mis piernas en su espalda. Me volvió a penetrar y me aferré a su cuerpo clavando mis uñas en su espalda y mis dientes en su cuello.

El derroche de deseo y pasión nos tenía exhaustos, los jadeos ya no eran constantes y los gemidos eran como susurros, sus movimientos eran desordenados pero aún así profundos.. los dos llegamos al éxtasis al mismo tiempo y cerramos ese derroche de pasión con un beso suave y delicado.

Puse mis piernas en el suelo pero se doblaron por la debilidad que sentía.. Adán me tomó antes de caer y me sonrió.

-¿Te deje exhausto?–Me preguntó con burla.

-Eres un derroche de energía–Le sonreí y él me ayudó a ponerme otra vez el short y la ropa interior.

-Lo sé, pero estuvo genial debes admitirlo–Tomó mi rostro y asentí con una sonrisa.

El motivo de mi debilidad era que entre semanas no me alimento muy bien.. sólo como cuando está Adán presente y eso para no preocuparlo.

-Te llevaré a la habitación para que descanses–Recogió su camisa del suelo y se la puso.

-Ujum–Asentí y él se acercó para acariciar mi cabello, sonrió y me alzó en sus brazos estilo princesa. -Podia caminar.

-Quiero cuidarte, te vez muy cansado, no lo haremos más hasta que te sientas mejor.

Adán se preocupó.. lo menos que quería era eso.

Salimos de la cosina y miramos hacia la sala y el niño estaba dormido.

-Se durmió y nosotros en la cosina–Le dije y él sonrió viendo a su hijo.

-Esta muy cansado.. antes de venir hacia acá corrió como un loco por todo el parque.. te llevaré a la habitación.

Él me dejó en la habitación y fue por su pequeño, lo trajo a mi cama y él también se acostó con nosotros.

Él Es Mi Todo [Yaoi, Bl](+18)Onde histórias criam vida. Descubra agora