Él Es Mi Todo [Yaoi, Bl](+18)

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Al día siguiente en las primeras horas de la mañana me levanté a limpiar todo, lavé y limpié cada lugar del departamento y en ese momento me di cuenta que talvez si tenía un desorden psicológico por esto, pero no siempre fui así.

Experimente algo... Sobre una mesa puse unos libros desorganizados en menos de un minuto mi desesperación entró y los tuve que arreglar.. me reí con desilución por que no fui capaz de controlar mi odsesion.

Al transcurso de los días Adán me llamaba muy seguido a ver cómo iba y le decía que iba bien, que había hecho muchas cosas aunque no era del todo cierto.

Lucas llamo 3 veces y envío 7 mensajes diciendo en casi todos lo mismo... que estaba bien y que esperaba que yo también lo estuviera, que apenas tuviera tiempo vendría a visitarme.. que estaba muy ocupado con su trabajo y su nuevo novio, no respondí ningún mensaje, no sabía que decirle y las llamadas eran muy cortas por que siempre que Max le preguntaba con quien hablaba él cortaba la llamada inmediatamente.

Después de eso supuse que así como me dijo ese hombre ese día Max le prohibió verme o hablarme y Lucas como un tonto adsedio, básicamente Max me quitó todo.

Cada día sin falta me levantaba a hacer lo mismo, limpiar, lavar, pulir, volver a acomodar y acostarme viendo un televisor apagado por que ni de eso tenía ganas de ver... la habitación de Lucas no se volvió a abrir, me producía mucho dolor y la verdad solo quería dejar de sentir esto que me estaba matando poco a poco.

Un día dejé todo sin dudarlo, corrí detrás de él e hice lo posible por hacerlo feliz, todos los días me levantaba con el vacío de no tener familia pero no me importaba si solo Lucas estaba ahí.. ahí conmigo diciendo que todo estaría bien así fuera mentira por que yo le creería todo.. si él me hubiera dicho que la luna era de queso.. yo le creo.

Llegó otra vez fin de semana, sábado por la mañana y yo estaba sentado en el sofá con la computadora enfrente.. sin más busque esos vídeos que grave por años y los empecé a ver.. después de 30 minutos no pude más, yo era un tonto hablándole a una pantalla de lo que sentía.

-¡Kenny!–Gritaron y me limpié la cara.

Suspiré y me levanté, caminé hacia la puerta y abrí sin más.

-¿Nunca tocas el timbre?–Pregunté cuando abrí.

-No, bueno a no ser que sea para molestar a alguien sí–Dijo Adán riendo y entró al departamento. -Buenos días–Saludó y se sentó en el sofá.

Cerré la puerta con seguro y fui a donde él.

-¿No tienes que trabajar hoy?–Pregunté cuando me senté a su lado.

-Dije que estaba ocupado y que no podía ir, de algo tiene que servir que sea el jefe–Dijo tranquilo.

-Ujum, ¿que trajiste ahí?–Señalé la bolsa que había dejado en la mesa y él se acomodó para abrirla.

-Comida, no sé hace cuanto no comes–Comentó y sacó las cosas de la bolsa. -Traje gaseosa y jugo, no sé que quieras tomar–Habló relajado como si todo fuera normal.

Adán se levantó y fue a la cosina, volvió con dos vasos y una jarra de hielo. Se sentó a mi lado y me sirvió jugo y para él gaseosa.

-¿No debes estar con tu hijo?–Le pregunté tomando jugo.

-Esta en un campamento, llega mañana–Dijo con un suspiro.

-¿Lo extrañas?.

-Hace un tiempo llegaba a mi casa y él estaba ahí esperándome con una sonrisa, ahora llego a mi casa y sólo me espera la soledad–Habló triste y los dos teníamos algo en común, habiamos perdido a alguien que queríamos pero la diferencia es que él aún podía verlo.. yo ni eso.

-Busca una novia y no estarás más sólo–Le comenté y sonreí.

-¿Cuando saldrás de esto? ¿Lucas es feliz y tu?–Me preguntó y suspiré mirando mi vaso.

-No sé.. supongo que mi felicidad era Lucas y ahora que no está solo me queda seguir... mis padres me dijeron que Lucas un día tomaría sus cosas y se iría sin más, que no importaría lo que yo hiciera no se quedaría conmigo y que ese día no fuera llorando a ellos–Suspiré pesado y me dieron ganas de llorar.

-Estoy yo.. cuando me divorcié me aferre a mis amigos y aquí estoy, no tienes por qué vivirlo sólo.