Él Es Mi Todo [Yaoi, Bl](+18)

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Después de que Adán se fue me volví a acostar, abracé las almohadas y suspiré... miré por la ventana y aún caían suaves gotas de agua.. los vidrios estaban empañados por el frío.

Me senté y agarré mi celular.. mi sonrisa se fue cuando vi la fotografía.

Tomé el cuadro y el poco buen ánimo que tenía se fue.. Lucas y yo éramos felices a nuestras maneras.

Me levanté de la cama y me fui a bañar, mientras lo hacía recordé los besos y caricias de Adán.. pero también llegaron las de Lucas.

Mi mente era un lío.. dos hombres en mi cabeza pero solo podía tener a uno, uno de ellos que era mi todo lo perdí y era lo que más dolía y tenía que vivir con eso hasta que deje de doler o deje de importarme.

Salí del baño y fui a mi habitación, sin querer me ví en el espejo y tenía moretones en los brazos y chupados en el cuello y el torso, me quité la toalla y mis piernas también tenían moretones, volteé y en mi trasero había marcas rojas que tenían la forma de las manos de Adán... era la primera vez en mi vida que veía esto, se que él no era nada delicado pero dejar marcas así era sorprendente.

Arreglé el departamento y me fui a la cosina, empecé a cocinar para los tres, por un lado estaba contento pero aún sentía ese molesto vacío dentro de mi.

Mientras cocinaba miraba hacia atras esperando ver a Lucas.. fui a la habitación por mi celular y vi otra vez la fotografía de Lucas, suspiré y la guardé en el último cajón de la mesa, sólo sería hasta que soportara verlo sin dolor.

-¡Ken llegamos!–Escuché que gritaron y me levanté, sequé mi rostro por que había empezado a llorar de nuevo.

Salí y me encontré con ellos en la sala.. le sonreí leve a Adán y él se levantó caminando hacia mi.

-Hola–Me dio un corto beso en los labios y tomó mi rostro. -¿Estuviste llorando?–Me preguntó y negué mirando hacia otro lado.

-Hola Ken–Saludó el niño y me miró.

Dejé a Adán y fui hacia el niño y lo saludé con una forzada sonrisa.

-¿Tienes algo en el horno?–Me preguntó Adán serio.

-Ujum, el pollo–Me levanté y fui rápidamente a la cosina.

Miré y aún le faltaba unos minutos más.. me levanté y suspiré pesado.

-Karina quiere saber con quién estoy saliendo–Escuché decir y me volteé a verlo.

-¿Por que?–Pregunté serio.

-El niño le contó que el fin de semana pasado estuviste con nosotros.. dijo que se la pasó hablando de ti todo el tiempo–Sonrió y se acercó a mí para abrazar mi cintura.

-¿Que más te dijo?–Pregunté y puse mis manos sobre su pecho para acostarme ahí.

-Que quiere saber con quién está compartiendo tiempo su hijo y otras cosas..

-¿Y si está celosa?–Pregunté de la nada.

-Ella tiene a su esposo y yo debo seguir adelante sin ella–Dijo tranquilo.

Me separé de Adán y saqué el pollo del horno, lo puse sobre el mesón y dejé que se enfriara un poco.

-No te preocupes por nada...

-¿Y si se entera que soy yo?.. ¿si no le gusta la idea y te prohíba ver a tus hijos?–Le pregunté serio.

Adán volvió a abrazarme y me dio un suave beso en los labios.

-Ella no lo puede hacer, tenemos custodia compartida y con que no vea a mi hija es diferente pero siempre estoy pendiente de mi hijo–Me dijo suave y lo miré a los ojos.

-Maneja esto como quieras.. no quiero darte un problema, no quiero molestarte por esto que tenemos–Lo abracé fuerte y le di un beso en la mejilla.

-Nunca serias un problema Ken.. ahora comamos que tengo mucha hambre–Se acercó y mordió mi labio inferior.

Adán arregló todo en la mesa y llamó a su hijo a comer, nos sentamos y empezamos a comer.

-¿Cuanto falta para que tu hija vuelva?–Pregunté.

-En verano vendra a visitarnos, espero y se decida quedar–Me dijo no muy contento.

-No te preocupes es una posibilidad.

Seguimos comiendo en un silencio muy cómodo.

Cuando llegó el divorcio de Karina y Adán su hija mayor no quiso quedarse con ninguno de los dos.. hubo mucho problema por la rebeldía de ella así que abcedieron a su petición de irse a donde la abuela que estaba fuera del país... ella sólo viene en verano y pasa navidades con sus padres, es duro para Adán estar lejos de ella pero debió ser así para que su hija no cometiera otros errores que le dañarian la vida.