Él Es Mi Todo [Yaoi, Bl](+18)

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-¿Y como van las cosas entre ustedes dos?–Pregunté tomando pequeños sorbos del chocolate muy caliente.

-Genial.. todo de maravilla, Lucas es el mejor hombre del mundo–Respondió Max porque Lucas ni siquiera me miraba.

-Ujum, debes cuidarlo.. muchos quisieron llevárselo pero solo tú pudiste–Le sonreí con hipocresía.

-Soy tan afortunado de tenerlo conmigo, me hace muy feliz–Max le dio un corto beso y sonrieron al mismo tiempo. -Me consiente mucho, nunca pensé quererlo tanto–Él me miró y sonrió, sabía que hacia eso para molestarme y lo estaba consiguiendo.

-Me alegro demasiado por ustedes, ya era hora que Lucas asentara cabeza y quien mejor que tú–Segui sonriendo pero esta vez suspiré por que en verdad no quería llorar por que escuchar esas palabras me dolían.

-Gracias–Respondió mirando a Lucas.

Por unos segundos hubo un guerra de miradas entre Max y yo.. en ese momento no sabía por que él era así de falso conmigo, no sé que ha hablado con Lucas y tampoco sé que ha soltado Lucas de mi.. tenía miedo, miedo de que en un futuro ni siquiera pudiera tenerlo así de cerca.

-¿Ken quieres comer algo?–Me preguntó Adán secando su cabello con una toalla.

-No tengo hambre–Lo miré y le sonreí.

-Cambiare mis palabras.. hare algo para que comas–Sonrio más grande y se fue a la cosina.

-¿Esperaron mucho tiempo?–Deje de verlos a la hora de preguntar.

-Como una hora, pero no desaprovechamos el tiempo ¿verdad amor?–Max tomó el rostro de Lucas y le dio un beso, pero no uno simple por que hasta lengua hubo.

Al verlos y ver cómo Lucas lo disfrutaba me hacía tener tantos sentimientos como malos y terribles.

-Bebé ve y ayuda en la cosina.. sabes lo que me gusta–Le dijo Lucas a Max.

-¿Nos quedaremos a cenar?–Preguntó Max no muy contento.

-Ujum.. hace mucho no comemos todos juntos–Le respondió Lucas con una sonrisa.

-Ademas tampoco los dejaría ir, aún no deja de llover–Intervine yo y a Max no le gustó.

-¿Y si no deja de llover amor?–Max puso cara de cachorro y Lucas lo acarició suave.

-Se pueden quedar, la habitación de Lucas siempre está arreglada–Les dije y Max me miró con una sonrisa malvada.

-Si nos quedamos no te dejaríamos dormir.. Lucas es muy travieso de noche–Me dijo Max con arrogancia y sentí como si el mundo se hubiera derrumbado.

-Bebé ve a la cosina, nadie cocina mejor que tú–Lucas le dio un corto beso en los labios y Max se fue contento.

No sé si estaba en una pesadilla pero escuchar eso de Lucas me dolió... cociné para él por más de 10 años y nunca me dijo eso, y eso que aprendí a cocinar por él.

-¿Hace cuanto está Adán aquí?–Preguntó Lucas serio haciendome aterrizar.

-¿Estas enojado?–Pregunté con un suspiro.

-¿Yo?.. no, jamas, ¿por que lo estaría?–Él hablaba sin mirarme, sonreí y sentí como si esto fuera una escena de celos.

-No me miras cuando hablas, arrugas las cejas, y estas usando un tono irónico que detesto–Le dije y él me miró.. por unos segundos senti que el tiempo se detuvo y cuando sonrio fuegos artificiales salieron al instante.

-Odio que me conozcas tan bien.. es imposible ocultarte mi molestia verdad?–Se acercó y asentí con una sonrisa.

-¿Que te molesta de Adán? es un buen hombre–Dejé el vaso en la mesa y lo miré.

-No me importa si es bueno o no.. no me gusta para tí, no me cae bien en esta ni en la otra vida–Habló serio.

-¿Según tú quien es bueno para mí?.. ¿tu cuñado?–Me reí y él igual.

-Ese si es un buen hombre como dices... tiene mucho dinero y podrá darte todo lo que necesitas.

-Adán también.. pero eso no me importa, no tengo nada con Adán, sólo somos amigos–Tomé su mano y él me miró.

-Eso no pareció cuando te dio ese beso.. dijiste que le gustaban las mujeres–Soltó mi mano y sonreímos.

-A tu cuñado también le gustan y aún así hiciste que saliera con él–Él me miró y por unos segundos no dijo nada por que sabía que yo tenía razón.

-Pero...

-Dejemos de discutir niño–Le dije y me acerqué para alborotar su cabello. -¿Como va el trabajo en el restaurante?.

-Bien, estoy hablando con el dueño para ver si me lo vende..

-¿Piensas comprar el restaurante?–Pregunté sorprendido.

-Ujum.. Max me dio la idea, hago un préstamo y con lo que dé el restaurante lo pagó–Habló contento.

-Wooow eso es grandioso...

-Tambien es para que él deje la cafetería y vaya conmigo a trabajar... tu también tienes un lugar en ahí–Me miró y al ver sus ojos negros y escuchar esa propuesta me sentí peor.

-No, estoy bien en lo mío gracias... sabes cómo soy con el orden y otras cosas, irías a quiebra.