Él Es Mi Todo [Yaoi, Bl](+18)

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Después de comer nos pusimos a hablar y recordar viejos momentos, donde según él yo no era un completo gruñón..

Adán me leyó un libro que tenía en su celular, era muy bonito pero el final no me gustó.. la chica se fue y dejó al chico sólo, los protagonistas no se quedaron juntos.

Adán se recostó al árbol y me acosté en su pecho, necesitaba tanto un abrazo y gracias a Dios él estaba para darmelo.

La tarde fue muy tranquila.. el tiempo pasó muy rápido.

-Ken despierta–Me dijo Adán y abrí mis ojos, boztece y luego me levanté.

-¿Ya nos vamos?–Pregunté refregando mis ojos con el torso de mis manos.

-Si, levanté rápido–Se levantó y guardó todo rápido.

Segundos después descubrí el motivo de su afán.. ya había empezado a llover, aunque no era tan fuerte él se apresuró.

-¿Y si nos quedamos aquí y esperamos que paré?–Pregunté levantándome.

-Los árboles son el primer foco de rayos–Me dijo serio.

-Pero no quiero mojarme–Bufé y escuché la risa de Adán, le pegué suave en el brazo y me miró aún con una sonrisa.

-Dame tu mano–Dijo Adán.

-¿Para que?–Pregunté confundido.

-Solo dámela–Insistió y suspiré para hacerlo.

Al estirar mi mano Adán la tomó con fuerza y jaló de ella para empezar a correr.. seguí sus pasos no muy contento pero ví que él si lo estaba.

Salimos del parque y pasamos una calle para llegar a la puerta de un restaurante que tenía una carpa a las afueras.

-Eres un tonto Adán–Le dije cuando nos detuvimos. -Me moje todo por tu culpa–Mi mal humor llegó como siempre dañando todo.

-Pareces un pollito mojado–Me dijo riendo y quitó el agua de mi rostro, echó mi cabello hacia atrás pero no servía de nada, el volvía a su puesto.

-No soy un pollo, tu pareces un gato–Le sonreí leve y su risa sonó más alto.

-Me gustan los gatos, y me gustan los pollos–Nos miramos y me avergonze.

-¿Señores se les ofrece una mesa?–Preguntó el camarero del restaurante.

-No gracias, sólo nos detuvimos un momento, ya nos vamos–Le dijo Adán al hombre y este asintió con una sonrisa para dejarnos solos otra vez.

-Él piensa que somos unos aprovechados–Le dije mirando hacia adentro.

-Lo somos, ¿seguimos?–Me preguntó y tomó mi mano.

-No quiero mojarme más, me puedo enfermar–Le dije y él seguía riendo, es como si todo fuera un chiste.

-Eres súper Ken.. nada te pasará–Mirándolo me creí esas palabras.

Adán sin más me jaló y seguimos corriendo por una calle completa, llegamos a una pastelería que ya estaba cerrada y tenía una carpa pequeña en la entrada.

-Una calle más y llegamos–Comento él.

-Tengo frío–Le dije con el ceño fruncido.

-Deja de gruñir, te saldran arrugas siendo tan joven–Se paró enfrente mio y me miró. -Mejor tómame una foto bajo la lluvia, hace mucho no llovía así–Sacó su celular y lo estiró hacia mi.

-No quiero, por tu culpa estoy mojado y tengo frío–Traté de sonar enojado.

Adán se acercó a mí y me estampó un casto beso en los labios.

-Hazlo, será rápido por favor–Me sonrió y volteé mi cara diciendo que no lo haría.

Adán buscó mi rostro y me dio otro beso, me di cuenta que si no lo hacía seguiría haciendo eso.

-Lo haré, eres molesto–Lo empujé y lo saqué bajo la lluvia.

Adán se movía mucho en cada foto que le tomaba, me reía por que se veía gracioso, él era serio y aveces podría ser un payaso completo y eso me gustaba.

-Listo–Corrió hacia mi otra vez y se puso a mirar las fotos.

-¿Y ahora que?–Le pregunté y él me sonrió.

-Tú te pararas allá para tomarte una foto–Señaló donde él estaba y me miró.

-No.. no quiero mojarme mas–Le dije serio y me crucé de brazos.

Adan tomó mi rostro con fuerza y me dio un besó, ya me gustaba que hiciera eso.. cerré mis ojos y absorvi los labios de él con delicadeza así como él hacía con los mío.

-Ve, una sola si?–Susurró y negué para volver a besarlo.

Tomé el rostro de Adán y lo aprisione por que no quería dejarlo ir, el dio pasos hacia atrás y lo seguí por que no quería dejar sus labios.. esos delgados labios que me hacían sentir mejor.

-Sonrie–Susurró y en segundos senti el flash en mi cara.

-Eres un tonto Adán–Le dije y él sonrió.

-Me gusta hacer que sonrías–Me dio un casto beso y se separó por completo. -Mírame.

-No, eres malvado conmigo–Giré 45° grados y me quité el agua de la cara.

-Ya guardé el celular–Mintió y le creí.

Lo miré y aprovechó para tomarme fotos, le sonreí y él igual.