일:Moneda de plata

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Un suspiro largo salió de los labios del pequeño, miraba con aburrimiento por la ventana de la carroza familiar, él tenía su día planeado, jugaría toda la mañana con sus queridos Hyungs, eran los que siempre cuidaban de él; luego iría a la cocina y pediría comer lo que le apareciera, luego volvería a jugar con sus amigos, para más tarde merendar. La mayor parte del día iba a comer, tenía un gran apetito a comparación del tamaño de su cuerpo infantil.

La frustración del menor era notoria, hacía un leve puchero con sus labios, algo que no pasó desapercibido por su madre.

-Jungkook-ah, vamos a conocer a una familia importante ¿Por qué tienes esa carita de tristeza?-.

El chico le miró con sus ojos grandes los cuales ante cualquier reflejo brillaban como galaxia, -Yo quería jugar con mis Hyung, también iba a pedir carne a la parrilla y un pastel de chocolate-.

La mujer de forma amorosa acarició el suave cabello de su hijo menor. -Mi bebé, mañana podrás divertirte todo lo que quieras, pero debes recordar que tus Hyung ya van a la escuela y tienen muchas responsabilidades, no puedes jugar siempre con ellos-.

-¿Por qué? Ellos dijeron que siempre iban a jugar conmigo-.

-Se paciente, el fin de semana podrás divertirte con ellos-.

Infló sus mejillas, pensó en hacer un berrinche pero su atención se fijó en su hermano mayor

-¿Junghyun-Hyung no fue a la escuela hoy?-.

-Por qué las personas que visitaremos son muy importantes, requieren a la familia junta-.

-¿Por qué?- cuestionó el menor de la familia, él aún no comprendía del todo la posición social que tenía, siempre se preguntó por qué la gente hacia lo que sus padres pedían, si su persona necesitaba algo todos los habitantes del Reino eran capaces de correr para conseguir su felicidad.

El hermano dos años mayor se dirigió al castañito -Jungkookie, hoy debes elegir a tu primer sirviente personal-.

-ya haz cumplido 8 años-.

-No entiendo- se cruzó de brazos ensimismado -Hay muchos sirvientes en casa ¿Para qué quiero uno yo?-.

El padre de ambos niños habló serio más no demasiado estricto -Nuestras costumbres requieren que todos los miembros de la realeza tengan sus primeros sirvientes entre los 8 y 10 años, ayuda a crear carácter, recuerda que cuando seas grande y tu lobo se presente podrás ser candidato a rey de los alfas-. El era una buena persona, pero regido siempre por las leyes del reino, era uno de los alfas gobernantes más queridos, y esperaba que algún día alguno de sus hijos también llegará a ocupar el trono.

-Si es que te presentas como alfa- encongió los hombros Junghyun, su hermanito menor era lindo, no era como si las personas lo vieran y dijeran, "se nota que será un gran alfa".

La madre inmediatamente consoló a su retoño -Seas Alfa, beta u Omega nosotros te vamos a amar, no te preocupes ahora de ello-.

Jungkook terminó por sonreír mostrando sus dientes delanteros, los mismos que hacían hablar al pueblo de que era demasiado probable que fuera un lindo Omega, para la mayoría de los opinantes aquel chiquillo sería uno de los pocos miembros machos que sería parte de esa comunidad. Aún cuando las probabilidades de que fuera un Alfa era alta. Su padre era un alfa, sus abuelos eran alfas, su madre era una de las omegas más fértiles. El destino dictaminaría el futuro -¿Entonces a qué persona tengo que elegir? ¿Alguien cómo Suyeon-ssi?-.

Jungkook se refería a la sirvienta de su hermano mayor, una chica muy bonita de cabello chocolate de 18 años, recién presentada como una Omega. El hermano mayor la había elegido hace un par de años para ser su primera protegida. Lo más normal era que los Príncipes y Princesas de distintas familias tuvieran al menos un súbdito antes de su presentación de lobo.

My Time |Jeon Jungkook| OmegaverseWhere stories live. Discover now