칠:Nunca más

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Tocaron un par de veces la puerta del salón que Jungkook solía utilizar para estudiar, entrenar, y aunque no lo llamaba así funcionaba como su estudio, la señorita caminó a abrir la puerta -Buenos días-.

-Buenos días- musitó wooyoung al dejar entrar a los hyungs de su príncipe. -¿Desean tomar algo?-.

Namjoon sonrió -¿Te puedo molestar con un café? No puedo vivir sin café-. El señor Yoongi levantó la mano, eso en su lenguaje era que también quería beber un café. -¿Señores, ustedes desean algo?-.

-¡Oh pequeña wooyoung, no me molestaria si nos traes algo de comer!-

Jungkook quien se dedicaba a saludar a sus casi hermanos se burló del mayor -Tú siempre tienes hambre-.

-Mira quién habla- el susodicho con toda la confianza fue a tirarle las mejillas con gracia.

Wooyoung inmediatamente anotó en su mente el resto de peticiones de cada uno mientras abandonaba el salón en dirección a la cocina del castillo principal.

Los jóvenes fueron tomando asiento donde pudieran, escritorio, mesas o algún afortunado que se quedara alguna de las sillas. Jin quién se quedó sentado en una mesa junto a Hoseok comentó -¡Supimos que tuviste una aventura hace unos días!-.

-¿No lo viniste a ver?-. Preguntó Jimin quién le acariciaba la nuca al menor -Qué malo-.

-Estuve muy ocupado en la universidad- se excusó algo avergonzado -Pero Jungkookie es fuerte, seguramente solo tuvo raspones-.

-De hecho la que estuvo más complicada fue Younnie- aclaró el menor -Tuvo un fuerte golpe en la cabeza, le ordenaron varios días de reposo pero... saben como es-.

-Quiso volver al trabajo- completó Kim Namjoon con una media sonrisa -Bueno bueno, vinimos a verte para saber si te encontrabas bien-.

-Lo estoy, mamá me obligó a tomar dos días de descanso pero me aburría mucho, hoy vine aquí para hacer ejercicio-.

Taehyung fingió susto - ¿Qué haremos? ¡El lindo jungkookie desaparece y se vuelve un bárbaro!-. Sus amigos rieron a carcajadas mientras bromeaban entre ellos.

Wooyoung en cambio no reía tanto, llevaba una gran y pesada bandeja hasta el salón que pertenecía a su príncipe, los pensamientos que le revolvían la cabeza solo estaban dedicados a Jeon Jungkook. Estuvo 1 día sin verlo, otras sirvientas le atendieron pero al segundo no pudo soportar no estar a su lado.

Él la había besado, su primer beso fue con su héroe, con su amado monarca, sintió cosas que nunca experimentó anteriormente, y cada vez que tenía algo de tiempo libre sus pensamientos revolotean    a aquella majestuosidad que fue el contacto de sus labios. Sonrió para si misma, no había tocado el tema con su "dueño" sabía que su príncipe era tímido y también ella lo era, la comunicación no sería fácil.

-Hablaré con él-. Dijo decidida, más el joven Jimin que abría la puerta de par en par preguntó -¿Con quién?-.

La sirvienta casi deja caer la bandeja entre su nerviosismo, más el mismo chico amable -Tranquila Wooyoung-ah, solo era una pregunta-.

-Lo siento, h-hablaba sola- tomando firmemente la bandeja entró al salón depositando en la mesita indicada todo lo que se le había requerido.

-¡Muchas gracias!- exclamaron mientras se acercaban a la mesa a obtener lo que quisieran.

El castaño suspiró viendo por la ventana de su habitación, el jardín lucía increible, plagado de rosas de todos los colores, a su madre, la Reina le encantaba llenar el castillo de las más bellas flores. Se sentía tan bien que tarareaba una canción que solía escuchar en aquellos discos de vinilo que le traía su casi hermano Suga.

My Time |Jeon Jungkook| OmegaverseWhere stories live. Discover now