My Time |Jeon Jungkook| Omegaverse

육: Errores

Wooyoung observaba el agua cercana, la extensa laguna o lago estancado frente a ella era realmente hermoso, la vegetación cercana también atraía cierta paz, respiró hondo extrañada, creyó que por primera vez en su vida estaba en un espacio de seuda libertad... por aquellos momentos no importaba que fuera una simple sirvienta, no importaban los títulos ni las etiquetas.

-¿Te sientes bien?- la voz de jungkook preocupado por su estado le despabiló -¿Tienes frío? Estoy juntando madera para hacer una fogata... o algo así-. Se puso de cuclillas frente a ella.

-Me siento mejor principe- sonrió trasmitiendole aquella tranquilidad que tanta dicha otorgaba, inclusive a su contrario le dió alivió verle con aquella pasimornia ante la situación que al menos a él le preocupaba bastante.

La muchacha hizo el amago de revisar su reloj más este estaba detenido desde que que despertó, Jeon al notarlo revisó el suyo -Son las 16:23 hrs... BoHae debe ir a mitad de camino creo-.

-Debe tener hambre- murmuró Young mirando con pesar a su monarca. Él negó un poco avergonzado, se sentía inútil, ha dependido por años de que los sirvientes y wooyoung le preparen su día por completo, saltarse una comida no era algo qir le gustara pero no estaba en condiciones de ser el principe de siempre, varados en ese lugar casi ni importaba qur él fuera parte de la familia real de Petran.

-Hace calor- se quejó con un puchero el muchacho.

La pelinegra comentó -Al menos la ropa se secará rápido-. Llevar solo una camisa y una cortina tapando sus piernas no era nada bien visto, seguramente si alguien del reino se enteraba de que se mantuvo cercana al principe medio desnuda no solo recibiría el doble de latigazos si no que también le quitaban la piel por exhibicionista.

-¿Te hice sentir incómoda?- jungkook repentinamente se sintió mal por su amiga.

-No no no, no piense eso, solo... es que una chica debe siempre cubrir su cuerpo... más a aún una sirvienta como yo-. El chico hizo una mueca, mientras que revisaba la herida de la cabeza de wooyoung. -Creo que ya no estás sangrando, eso es bueno-.

-Lamento que tenga que cuidarme-.

Negó -No es tu culpa, no te preocupes Youngnnie, además llevas cuidandome una vida corresponde que lo haga por ti- sonrió dulcemente mientras volvía a ponerse de pie -Me pregunto si encontraré algo de comer si busco en el bosque-.

-Se puede perder señor, no lo haga...- se interpuso inmediatamente.

-No me alejaré mucho, cuando buscaba madera creo que vi algunos árboles frutales, volveré sano y salvo- dejó un beso suave sobre el cabello de la doncella para luego adentrarse en el bosque en solitario.

●◇●

-¡Mira Younnie!- el joven presumía entre feliz y aliviado caminando al encuentro de la fémina -¡He encontrado un montón de manzanas!-.

El rostro de la sirvienta se puso pálido al ver al principe volver con aún más magullones sobre su piel -¿Qué le ocurrió?-.

-Me caí del árbol... un par de veces- confesó con una sonrisa -¡Pero estoy bien! ¡Lavaré las manzanas en el lago para que podamos comerlas!-. Fue acercándose al agua sin importar mojarse una vez más, enjuagó los alimentos con afán y volvió a sentarse con wooyoung extendiendole dos frutos.

Apreciando el bello paisaje comieron en silencio, porque morían de hambre aunque no quisieran admitirlo, la señorita observó atenta el armónico perfil de Jeon, definitivamente el príncipe era tremendamente hermoso y de buen corazón, cualquier otro monarca la hubiera dejado a su suerte o inclusive herida hubiera tenido que ir a buscar socorro a algún pueblo cercano o algún carruaje de buena fé.