My Time |Jeon Jungkook| Omegaverse

Hortensias

Seokjin observó detenidamente a la sub omega que cargaba en sus brazos al pequeño heredero, estaba lastimada, moretones, cortes, manchas de sangre y suciedad, tomó una bocanada de aire antes de pronunciar su recomendación por quinta o sexta vez -Déjanos a Jungseull y ve a tomar un baño, necesitas descansar y debemos curarte las heridas-.

Ella negó con la mirada perdida -No... ¿Qué está pasando con jungkook? ¿Por qué nadie me dice nada?-. El mayor entendía que estaba preocupada, sin embargo, los signos de estrés que ella presentaba le hacían insistir en su descanso.

-El médico especialista le está dando un antídoto... pero puede tardar muchas horas en hacer efecto-.

-Esperaré... Esperaré- masculló nerviosa. No entendía porque en estos minutos su hijo lloraba o se movía incómodo.

Jimin que estaba escuchando la conversación junto a Taehyung se acercaron con la intención de amansar el ambiente.

-Sobrinito hermoso- dijo un alegre Kim quien tomó en brazos al pequeño, dándole más independencia a la joven. -¡Vamos a buscar algo rico de comer!-.

-¡Príncipe!- Trató de regañar, pero en cuanto se puso de pie perdió el equilibrio, siendo rescatada por Jimin.

-Deja esos pensamientos, Jungkookie no querría verte así- Wooyoung estaba tan débil que cargarla no fue un impedimento para él -Vamos, las sirvientas están esperando en ti habitación-.

-p-pero todos están ocupados con el desastre que dejó el motín- trató de forcejear, más su amigo rebatió -Estamos dando lo mejor de nosotros por pasar este trago amargo, si quieres cuidar a su pareja entonces vela por tu bienestar-. Le regaló una sonrisa cálida que provocó que dejara de defenderse y aún cuando ser cargada por su amigo era vergonzoso ya no tenía fuerzas para nada.

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Anhae tomó la temperatura de la omega, ya estaba aseada y se encontraba descansando en sus aposentos -Debes tomar el té que traje y tratar de dormir-.

-Tú deberías estar descansando, ¿Cómo está tu herida?- murmuró triste.

La mujer hizo un gesto despreocupado -Fue superficial, sangré más de lo que me lastimo... los médicos ya me trataron pero abajo todo es una locura, y alguien debe preocuparse por ti-.

Wooyoung sonrió tímida -Gracias Anhae... estaba muy asustada, pensé que...-. La contraria negó fervientemente -No no no, al final trinfamos, no pienses en esas cosas-.

La puerta sonó y al abrir dejó ver a la propia Reina de Petran ingresar con Jungseull en sus brazos. La sirvienta inmediatamente abandonó la habitación con la escusa de traer leche para el bebé.

La mujer más importante de la monarquía dejó a su nieto dormido junto a su madre, mientras tomaba asiento de forma elegante junto a la cama.

Wooyoung se puso nerviosa, observó a su hijo y colocó su mano en el pecho del mismo. Aún cuando el ministerio fue derrocado, ella no era más que una plebeya en ese castillo por lo que no tenía derecho a dirigirse a la Máxima.

-Lamento lo que pasó Wooyoung- no respondió debido a la sorpresa. No era el tipo de suegra que se remitía a la "nuera" generalmente le hablaba a jungkook y este le pasaba el mensaje.

-No quise indagar en el plan de los príncipes... porque aunque soy la Reina de este lugar, sigo siendo una mujer- su tono rondaba la molestia y el resentimiento -Fui criada como una mujer de alta estampa, tuve riquezas y sirvientes desde antes de nacer, fui destinada a casarme con el actual Rey y tuve la fortuna de ser amada- la observó detenidamente -Acepto que Jungkook mostró interés en ti desde el principio, mi pequeño niño que insistió tanto para rescatar a una pequeña sirvienta de un reino ajeno, su padre inmediatamente dió el visto bueno, sin embargo, di mi aprobación dado a que mi Jungkook nunca pedía nada- relamió un poco antes de continuar -Mientras iban creciendo teníamos una lista de princesas y condesas que serían ideales para él, pero nunca mostró interés genuino, lo que pasó con aquella maldita y el engaño de su primogénito no podría haberlo visto venir, honestamente pensé que ella era la chica correcta, tu ya no estabas en el castillo y habías sido desterrada pero Jungkook insistía en visitarte...-.

La joven madre comenzó a sentirse insultada y no tenía energía para discutir, su mente estaba con su Alfa que luchaba por sobrevivir.

-Cuando apareciste en el torneo y jungkook no dudó en ir a por ti... me sentí terrible, ya estabas avanzada en tu embarazo y la polémica no se dejó esperar, pero él insistió y peleó por qué pudieran permanecer juntos- apretó sus labios -Jungkook nunca jamás me había levantado la voz, defenderte fue lo único que comenzó a distanciarnos... y fue debido a mi incapacidad por comprenderlos-.

-¿Por qué me dice todas estas cosas?-

Su mirada se hablandó -Por qué hoy vengo a disculparme contigo Wooyoung... el Rey tal vez nunca te lo diga de forma directa pero estamos arrepentidos... Nuestro hijo pende de un hilo y tu estuviste todo el tiempo junto a él... estoy agradecida por tu infinito amor a mi niño...- sus ojos estaban cargados de lágrimas -Tengamos fé ¿Sí? Mi niño... no, mi Hijo es fuerte y saldrá de esta situación-. Le dió un beso en la frente a Jungseull y luego a la pelinegra.

-Descancen-.

Cerró la puerta dejándolos solos, wooyoung estaba confundida pero de cierta forma se sintió acogida. Abrazó con cuidado a su retoño mientras se dejaba hundir por el sueño.

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Namjoon se apoyó en el marco de la puerta, sus heridas ya estaban curando y el castillo poco a poco volvía a la normalidad, suspiró debido a que no había tenido tiempo para visitar a su amada, pero tenía obligaciones más importantes que hacer en ese momento.

4 semanas habían pasado en un abrir y cerrar de ojos, los trabajadores se concentraban en arreglar los desastres estructurales que había dejado el conflicto, los príncipes habían tomado parte de las funciones del ministerio, organizando a las personas del Reino. Debían priorizar la vida de todos los miembros.

Descubrieron con los sobrevivientes contrarios a la monarquía que el veneno utilizado en Jungkook y otros soldados trataba de un extracto de la flor de la hortensia, un veneno capaz de aniquilar a una persona normal, y ahora solo tenían esperanzas en que el Alfa pudiera recuperarse con los antídotos recetados por los médicos y la bruja del monte.

Wooyoung lucía un vestido más apagado que los que su Alfa le había hecho vestir antes, no habían joyas ni oro, no los necesitaba, no parecía querer impresionar a otras personas, simplemente se dedicaba a jugar en el jardín con Jungseull.

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