My Time |Jeon Jungkook| Omegaverse

삼십육 - Humo negro

Cuatro meses pasan con lentitud y a la vez fugaces, el Reino había dado por comenzado el torneo. El concejo sigue metiendo a jungkook pero parece que ya no le es tan creíble. La presentación de los candidatos se trasforma en un debate el cual gana namjoon por lejos en ámbitos populares más le otorgan la primera victoria al menor de los participantes debido a los votos del concejo, lo cual le deja un mal sabor de boca.

Taehyung suspira tirado sobre el escritorio de su amigo más silencioso -Ah hyung fui eliminado despiadadamente- se sentía tan desganado luego de reprobar el debate, no había alcanzado a llegar al torneo de batalla cómo el mismo se había planteado. Yoongi lo observó disimuladamente mientras le repetía que su oficina no era una especie de sala de descargos emocionales y le dejara trabajar en parsimonia -Eso va para ti también Jin Hyung-.

-Yaaaaa Yoongi-ssi, es momento de tomar café, y tienes los mejores granos aquí- reclama su mayor de forma divertida, Tae asiente dándole la razón más su otro casi hermano le reclama -Tú ni siquiera bebes café-. El castaño se rió infantil.

Hoseok tocó la puerta con una sonrisa enorme -Ah, Taehyunnie no debes preocuparte, los títulos no son tan importantes-. le revolvió el cabello a su menor juguetonamente. -Hyung tu oficina está tan pálida como tú, deberías al menos abrir las cortinas- dijo extendiendo los enormes trozos de tela azul rey, aunque su semblante enérgico perdió fuerza en cuando su vista dio con una enorme nube de humo negro en las colinas -Oh Dios...-.

Seokjin inmediatamente observó el punto que perturbó al más alegre del equipo, quedándose anonadado, sintió a Taehyung salir corriendo detras de él mientras anunciaba que le avisaría a Jungkook aquella emergencia...  

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Wooyoung pasaba sus días tranquila, aún cuando estaba consiente de que algunos hombres del Rey le vigilaban de vez en cuando, se había acostumbrado de cierta forma a aquella incomodidad. Prosiguió su rutina aún cuando habían pasado meses sin ver a su Lobo, aunque el día a día se le hacía tan aburrido sin nadie con quien charlar... había soñado un par de veces con que era más joven y vivía en el castillo, aquella sensación de angustia que sintió por años se le presentaba en pesadillas tan crudas y realistas que trían sus peores recuerdos. Aquellas ardientes cicatrices sobre su piel eran suficiente razón para nunca jamás volver a ese lúgubre lugar... pero... si su príncipe ganaba el torneo ¿la llevaría con Él? y por mucho que jungkook le amara, había reglas que ni los príncipes ni el Rey podían pasar a llevar.

Aquél día tomó la decisión comer junto al río,  tal vez un conejo se le acercaba un rato, observó el agua transparente correr en un clima bastante fresco y agradable, algo positivo de vivir tan lejos de la civilización era que podía usar vestidos ligeros sin tanta preocupación, su pareja le había regalado montones de bellas prendas que le daban algo de vergüenza usar solo para estar dentro de sus cuatro paredes. En su camino de vuelta llenó su canasta de frutas que encontraba por el camino, tenía ganas de preparar alguna tarta o dulce, al menos el azúcar la haría feliz momentáneamente, más su sonrisa se desvaneció al escuchar voces que no eran precisamente de sus amigos. 

 -¡No está!-

-El campesino nos aseguró de que una joven vivía aquí y era visitada por la guardia real-.

-¡Hay que salir debe estar cerca!-.

La pelinegra se congeló aterrada, si se hubiera quedado en el río aquellas personas no la hubieran encontrado, afirmó su canasta con fuerza, si una sola manzana se le caía estaría muerta, a pesar del miedo que sentía logró divisar en el extremo contrario a cuatro caballos pastando tenían monturas de Petran, tragó saliva haciendo lo posible para no meter ruido, paso a paso fue acercándose, aguantando la respiración apavorida.