삼십일 - Violeta

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Jungkook estaba nervioso, la última vez que había hablado con la bruja, en aquella ocasión con su cabeza hecha un lío y ahora llevando a la mujer que eligió para su vida hasta ese extraño lugar. Inhaló fuertemente antes de tocar la puerta, más no llegó a terminar la acción. La puerta se abrió por si sola permitiendoles ver el interior de la casa.

-¿No hay nadie?- preguntó la muchacha notando lo tenso que estaba el Alfa.

El joven le tomó la mano amablemente -A esta persona le gusta hacer bromas, vamos dentro-.

Siempre en guardia fueron inmiscuyendose en aquél lugar, había ciertamente cambiado el aspecto de la sala, ahora parecía una herbolaria, lleno de frascos y plantas, en el techo había un gran tragaluz que iluminaba bien el interior, aún así tenía lleno de diferentes tipo de velas adornando la habitación.

-Ya elegiste, por lo que veo-.

Ambos chicos dejaron de respirar por algunos segundos, volteando al mismo tiempo sin llegar a ver a la dichosa anciana.

Wooyoung por inercia buscó refugiarse en su pareja y este último la envolvió en sus brazos en un intento de alejarla de todo peligro. Jungkook trató de olfatear a la bruja más no daba con un olor característico.

Cera de una vela cayó cerca de sus pies, por lo que con cierto temor juntó agallas para observar el techo, dando con la Bruja encaramada como una serpiente entre las vigas.

-Bienvenido Príncipe de Oro-.


-Sabía que esto te ocurriría Principito- bebió una infusión  de forma relajada -Supe desde la última vez que viniste que elegirías a la sub omega-.

Jungkook algo incómodo preguntó -¿Cómo lo sabía?- desde su punto de vista su relación con Wooyoung había dependido totalmente del bebé que esperaba Meredith, un cruel azar de la vida.

-Muchacho, aunque ese día decías estar confundido por dos mujeres solo al nombrar a esta chiquilla se le iluminaron los ojos-. Apuntó a la pelinegra sentada junto a ellos -Tú eras el que tenía que darse cuenta de lo enamorado que estabas, aunque te lo hubiera dicho o no, el resultado sería el mismo-.

Las mejillas del candidato a Rey se volvieron tono rosa.

La anciana observó detenidamente a la fémina -Eres afortunada, ser marcada por un Alfa aún siendo Sub Omega es un milagro, pudiste morir- sorbió su té -Veo que cuando el Principito dijo que eras muy hermosa no mentía, eres la sub omega más bonita que he conocido, seguramente has pasado por mucho-.

Wooyoung estaba avergonzada por lo que se limitó a asentir humilde. El chico por otro lado se sentía feliz de escuchar aquellos elogios.

-¿La anudaste?- preguntó repentinamente haciendo que ambos chicos escupieran parte del té.

La vieja soltó una enorme carcajada -Jajajajaja no se hagan los inocentes, si la haz marcado significa que pasaron por el apareamiento, que no les de pena-.

-No la anudé- murmuró tímido -Todo fue rápido y actuamos irresponsablemente... la puse en riesgo-. Aquél tono triste hizo a Wooyoung sentirse mal por su pareja.

-¿Saben porqué está con vida aún?-.

Los enamorados se miraron confundidos mientras la llamada bruja continuaba -Seguramente señorita, no entiende mucho qué es ser una sub omega además de la precaria información que pudo obtener durante su estancia en el reino ¿Me equivoco?-.

-Las sub omegas somos el final de la cadena, la mayoría es asesinada, violada o fallece por su debilidad, no somos fuertes ni aptas para concebir o relacionarnos con... una pareja- murmuró duditativa.

My Time |Jeon Jungkook| OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora