De nuevo se pasó una mano por su cabello y otra por su rostro.

—Perdón, pero no creo que evadir el tema sea lo correcto —dije, yo esperaba que no lo hiciera, si lo hacía, él no sería la única persona molesta aquí—, siempre lo haces y creo que merezco respuestas, no puedes ocultar la verdad para siempre y claramente hay algo con esa Erin.

Espere a que se enfadara más y optara por ignorarme, que se levantará de la cama y se fuera a quien sabe dónde como solía hacerlo, pero no lo hizo, suspiro.

—Bien, tienes razón. —Sus ojos se posaron directo a los míos, había una sombra pesada en ellos y ese color avellana se oscureció—. Además, no creo poder cargar con ese nombre toda mi vida.

Estaba luchando consigo mismo, era difícil. Pose mi mano sobre la suya y la apreté, Frederick la acarició con su pulgar y eso pareció ayudar para que pudiera hablar.

—Un paso a la vez, ¿no? —dijo para ambos, yo le ofrecí mi mejor sonrisa y asentí, una parte interna se alegraba de que realmente hubiese escuchado mis palabras y que un paso a la vez significas demasiado para nosotros.

—Tomate tu tiempo, no voy a irme a ningún lado.

Quise apoyarlo, él sonrió, pero aquella sonrisa decayó de inmediato.

—Erin Svendsen, ese es su nombre, mejor conocida como la duquesa de Bergen y princesa de Noruega. Sin duda Erin fue alguien que no puedes olvidar fácilmente, no cuando forma parte de tu perturbador pasado —aclaró, su mirada estaba fija en el televisor, aunque no estaba prestando atención a la escena que estaba pasando—. Fue mi primera novia, la única chica con la que tuve algo serio si así pudiera decirlo, fue alguien a que ame y odie durante años, y a quien claramente no puedo olvidar.

—¿Sigues enamorado de ella?

La pregunta salió de mi boca sin pensar, por un segundo me arrepentí de ello. Frederick volteo a verme y negó lentamente, había una mueca de desagrado en sus labios.

—No creo que puedas seguir amando a alguien que te rompió por años, alguien que solo jugó contigo y fingió quererte. —La sombra pesada en sus ojos aclaró que no estaba mintiendo—. El primer amor nunca se olvida, sea bueno o malo jamás lo haces, ¿no? Erin fue mi primer amor y puedo decir que el último por muchos años sabía la mierda que era mi vida, lo difícil que es para mí estar en la realeza, éramos del mismo mundo, me comprendía en todo o al menos así lo sentía, comprendía cada situación, las reglas, la monarquía, mis padres, todo. Y yo solo deseaba ser comprendido, quería el apoyo que nunca logré tener, que me escucharán, y ella lo era todo, estaba clavado por ella, la volví mi prioridad, la amé sin más y al final descubrí que todo era un simple juego para ella, que yo era solo una especie de trofeo o juguete. Lo que hizo conmigo fue doloroso, me rompió en pedazos y me destrozó el corazón.

Hizo una pausa, el recuerdo causaba pesadez en él. Volteó a mirarme de nuevo.

—Ella salía con Brayden y conmigo al mismo tiempo, nos enamoró a los dos de una forma que no sé explicar, Brayden estaba perdidamente enamorado de ella, yo también, fue buena ocultándolo, era demasiado inteligente. Supongo que así sucede cuando realmente te enamoras de alguien, ¿no? No te das cuenta de los demás a tu alrededor y vuelves a esa persona tu prioridad.

Apreté los labios en una fina línea, no esperaba aquella confesión, mucho menos imaginé que aquella chica tuviese que ver con ambos hermanos.

—¿Qué sucedió después? —pregunté con interés—, ¿qué pasó con Erin?

Una sonrisa amarga se formó en su boca.

—Cuando descubrí la verdad, mi mundo se derrumbó, no puedo decirte que la olvidé de la noche a la mañana porque sería mentirme a mí mismo, la seguí amando por un tiempo, para ser honesto, no pude pensar en alguien que no fuese ella durante años, pero tomé la decisión de alejarme, dejarla ir y no volver a verla. Sin embargo, Brayden hizo todo lo contrario, continuó amándola y la perdono, dijo que no le importaba que haya jugado con los dos, él estaba muy enamorado de ella que no le importo nada, ni que ella haya jugado con ambos, ella tenía una manera peculiar de ganarse a la gente y supo muy bien cómo ganarse a Brayden.

Mi romance realWhere stories live. Discover now