Capítulo 6: Cuídate

1K 81 2
                                    

-------- ---- ------ ------

La admiración por el héroe, Harry Potter, no dejaba de crecer aún metido en los terrenos del colegio. Cada suspiro que soltaba Harry era suficiente para escribir diversos manuscritos que llenaran toda una nueva sección en la biblioteca del colegio dedicada solo a él. La cantidad de fanáticas que tenía era envidiable hasta cierto punto, porque al pobre no lo dejaban de acosar ni hasta cuando dormía. En eso último me sentía culpable porque, definitivamente, era el principal espectador. Teniéndolo para mí solo en nuestro "escondite" era uno de los placeres con los que me regodeaba casi a diario, más incluso cuando se lo presumía a Pansy, quien se torturaba a sí misma cada vez que me preguntaba qué había de nuevo sobre el capricho de su imaginación.

Yo, mientras tanto, solo me preocupaba por el mal sueño que tenía Potter de vez en cuando. Sus odiosas pesadillas frustraban mi tiempo de contemplación la mayoría de las veces, otras eran el insomnio que parecía tener culpa de estas. Me quedó claro que las veces que en realidad descansaba con tranquilidad eran por mero agotamiento de sus noches en vela que me contaba que sufría.

- ¿Por qué tienes tantas cicatrices? ¿No llama demasiado la atención esa que tienes en tu frente? – increpo al encontrarle un arañazo en su antebrazo que era tan reciente que no podía pensar dónde la había conseguido.

- La mayoría son de batallas. Ganadas milagrosamente, a decir verdad – responde abriendo ligeramente uno de sus ojos al sentir mi tacto en su brazo, me dediqué a vendárselo para evitar que se infectara al tenerlo a la intemperie – Todos creyeron que por matar a Riddle sería suficiente para ser un auror tan joven que no necesitaba más entrenamiento, también lo creí torpemente. Pero mi cuerpo es la prueba de aquella farsa, así que aprendí a ser auror por las malas – me impresionaba lo relajado que estaba al dirigirse a Voldemort de esa forma, pero entendía sus motivos, lo desprestigiaba cada vez que lo hacía.

Me quedé observándolo de reojo mientras éste volvía a cerrar los ojos, recostado sobre la hierba bajo nuestro árbol, ya hasta lo habíamos adoptado como nuestro y parecía que todos lo habían asumido así porque nadie osaba en acercarse.

- Eres un gran mago después de todo, ¿no? Terminaste con Voldemort. Eres el héroe, Harry. – comenté ignorando como había dejado mi orgullo de lado tan fácilmente solo para subirle la autoestima al idiota. Por supuesto que él se dio cuenta antes porque se quedó observándome unos segundos.

- Tú también piensas así – exclama con un tono de decepción – Solo soy un mago como cualquiera. No estoy quitándome valor por ello, es solo que nadie parece darse cuenta que llegué a ser lo que soy, solo porque nadie me dejó otra opción, Draco – expone con fastidio, apoyándose sobre sus codos mirando al lago que teníamos enfrente – Se hicieron tanto a la idea que yo lo mataría que no me quedó más remedio que hacerlo, sino él acabaría conmigo – dice con un ligero tono melancólico, me contuve de interrumpirlo, parecía al fin estar desahogándose de aquello – No era tan mala idea si no me importasen las demás personas a mi lado – agrega con un bufido de resignación.

- Gracias por pensar en mí, Potter – lo interrumpo al fin con mi acostumbrada actitud sarcástica.

No perdía nada con intentar subirle el ánimo fingiendo ser la damisela en peligro. En el fondo tenía razón, lo comprendía. Yo mismo me sentía de esa forma cuando mi padre me obligó, indirectamente, a tomar la marca para salvarlos.

- ¿Soy tu héroe también entonces? – interrumpe mis pensamientos con su sonrisa ladina nuevamente instaurada.

- Que no se te suban los grindylows a la cabeza, Potter – espeto con fingida indignación, logrando sacarle una carcajada para permanecer en silencio luego unos segundos.

Donante de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora