Capítulo 12

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ANDREA

La casa donde se celebra la fiesta es enorme, hay gente por todas partes y música a toda pastilla. Seguro que esa música superaba el nivel de decibelios permitido.

—Ya sabes lo que te he dicho—le dice Aiden a Blanca con una mirada cómplice.

Ella rueda los ojos y resopla un poco cansada. No sabía de qué iban esas miraditas pero de Aiden me podía esperar cualquier cosa.

—Ya lo sé, tranquilo—le tranquiliza.

De repente una chica rubia con un vestido azul cielo muy ajustado pasa por delante de nosotros y se abalanza sobre los brazos de Aiden.

Suponía que sería la tal Abby. La novia de Aiden.

No es tan guapa como todos los babosos que hay a nuestro alrededor se piensan, pero para gustos están los colores.

Se nota que los arreglillos que se hizo fueron en una clínica de pacotilla, la cara la tiene deformada y si además se añade pecho y culo... está hecha un esperpento de persona.

No me malinterpreten, no tengo nada en contra de las personas que se operan para verse mejor, solo lo tengo en contra suya. No sé por qué, pero me hierve la sangre con solo verla sonreír.

—Abby, ella es Andrea, la chica a la que cuido—dice Aiden mientras posaba el brazo derecho sobre los hombros de su novia.

— ¿Esta niñita?—pregunta con el tono que normalmente se utiliza cuando se está tratando con niños pequeños.

¿Perdona? ¿Me estaba tratando como una niña pequeña? ¿Quién se había creído esta Barbie barata? ¿Viene así de la nada e intenta perturbar la paz de mis chacras? Lo lleva claro.

—Tengo 17, rubia—contesto con un tono borde y haciendo énfasis en el color de su pelo de forma despectiva.

—Vaya, que carácter tiene la niña, vas a tener que amaestrarla o algo...solo es un consejito—me dice la novia del año con mirada maliciosa.

¿Ahora me trataba como si fuese un perro?

La rabia crecía en mi interior. ¿Cómo se atrevía?

—Métete tus consejitos por...—Aiden me tapa la boca antes de terminar.

—Ya basta, vamos Abby—dice Aiden, y un segundo después Abby se va—ten cuidado, si pasa algo me buscas enseguida o a alguno de los demás, ¿entendido?

—Si...—contesto con un tono de fastidio.

Seguía enfadada con la Barbie made in China me había dicho de repente sin conocerme de nada. ¿Dónde había quedado aquello de no juzgues a un libro por su portada?

—Luego nos vemos—me dice Aiden mientras se aleja poco a poco.

Lo veo ir como un perrito faldero detrás de la salchicha andante de Abby. Dan vergüenza ajena.

No puedo entender como Aiden puede estar saliendo con Abby, ella parece una muñeca de plástico que se puede comprar en cualquier bazar de la ciudad. Eso si, ella corre, pero la inteligencia es más rápida y no es capaz de alcanzarla. Me repito en la mente como a Aiden le puede gustar tal ser hasta que algo me saca de mis pensamientos.

De repente, Alma me coge de la mano y me lleva dentro de la casa.

Si el exterior es grande, el interior lo es todavía más, está muy bien amueblado y se nota que todo cuesta bastante dinero. Aunque no pude observar mucho de la casa ya que todo el lugar estaba abarrotado de gente.

MI NIÑERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora