Amantes Olímpicos

Rabia

- Que vamos a hacer esta vez... lo intentamos? Tenemos un bebe?

Levi contuvó la respiración ante la pregunta de Hanji, que estaba acurrucada entre sus brazos. Él la estrechó un poco más contra él, disfutando de su calidez y suavidad contra él.

El semen chorreaba entre las hermosas piernas de su hembra. Había muchísimo. Por lo visto sus eyaculaciones eran mucho más abundantes cuando entraba en celo. Desde luego la situación era ideal si querían tener un bebe.

Una parte de él deseaba con todas sus fuerzas decirle que sí, quedarse embarazados y vivir esa maravillosa experiencia juntos. Verla engordar por su bebe, notar sus pataditas bajo sus manos al tocarle el vientre y finalmente sujetarlo entre sus brazos cuando naciera. Ser padre de un precioso bebe que era mitad él y mitad su princesa de chocolate. Su corazón latía como loco anhelando eso.

Se imaginaba abrazándola, la barriguita con su bebe entre ellos dos, él la acariciaría y le hablaría todo el día. Dormiría con Hanji entre sus brazos todos los días porque no la perdería ni un segundo de vista. Su princesa sería dos en uno, sus dos amores en un solo cuerpo. No iba a permitir que les pasara nada. Y cuando su bebe naciera él le daría el biberon por las noches para que su cansada princesa pudiera descansar.

Aspiró el suave olor a flores de ella. Sería tan fácil ceder a la tentación y decirle que sí. Y así además le cerraría al macaco la gran bocota que tenía.

Pero por otro lado seguían teniendo 24 y 26 años respectivamente, eran muy jóvenes. Y Hanji estaba en la plentiud de su carrera, evidentemente podía tener un bebe y luego continuar después. Pero uno, eso supondría un importante parón en los mejores años para competir. Y dos, él no quería un solo bebe con ella, él quería más. Una vez tubieran uno pensaba tener unos cuantos más.

Así que por mucho que le doliera el corazón lo correcto era seguir esperando un poco más.

Además, aún no vivian juntos... aún...

Y no estaban casados. No es que fuera necesario casarse ni mucho menos para tener bebes, muchas parejas no lo hacían en la actualidad. Pero el deseaba casarse con ella, deseaba verla de blanco acercarse hasta él, deseaba oírla decir "si quiero", deseaba ponerle un anillo en el dedo

Todo eso debía venir antes que los bebes a ser posible.

Cogió la mano del amor de su vida y la entrelazó con la suya para ponerla encima de su pecho, donde su corazón latía acelerado, luego la rodeó con sus brazos. Le dió un suave beso llenó de amor en los labios, ella suspiró contenta: