Blanco sobre chocolate

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Hanji cojía el vuelo hacia Barcelona dentro dos días, iba a ir allí a entrenar con Levi para el Open de Australia.

Justo el dia anterior Erwin le había dicho que el día después de la final del torneo se iba a celebrar una gala para homenajear a los ganadores, a todos los participantes y a algunos mandatarios que iban a acudir al torneo. Hanji ya había asistido a galas así antes, eran una oportunidad para los atletas de socializar entre ellos, con la alta sociedad y conseguir esponsors. Recordó la voz de Erwin en su cabeza:

- Recuerda llevar algo elegante Hanji.

Así que allí estaba ella, a dos días de irse para Barcelona y sin vestido. Podría usar alguno de los que tenía en su armario pero sabía que Levi iba a estar allí. Podría sonar estúpida pero quería estar impresionante, quería que él la viera impresionante y la deseara.

Y aún no tenia el vestido perfecto que hiciera que él se cayera de culo al verla, mierda.

Además esta tarde había quedado con Nifa, la jugadora de badminton se encontraba en España jugando un torneo y habían quedado para tormar algo y ponerse al día. Decidió llamarla:

- Nifa hola!

- Hola Hanji! Hemos quedado dentro de una hora verdad? Hay algun problema?

Hanji suspiró:

- Nifa me sabe muy mal pero podemos hacer un cambio de planes? Erwin me avisó ayer de que después del Open hay una gala, así que necesito encontrar un vestido urgentemente. Podrías acompañarme de compras y aconsejarme?

Nifa se rió:

- No pongas ese tono de malas noticias mujer! Claro que me encantaría ir de comprar contigo! Sabes que adoro los vestidos de gala!

- Gracias Nifa - sonrió Hanji.

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Habían entrado ya en Chanel, Dior y Prada, Hanji había perdido la cuenta de los vestidos que se había probado, ninguno le parecía lo suficientemente bueno.

- Anímate mujer, aún quedan tiendas - Nifa le apoyó una mano en el hombro.

Sabía que se había probado vestidos bonitos pero ninguno le parecía perfecto, y ella quería estar perfecta.

Se dirigieron hacía Versace, una de las marcas de vestidos favorita de Hanji. Se dirigieron a la sección de vestidos de gala:

- Que te parece este? - Nifa sujetaba un vestido rojo entallado.

- No esta mal.

- He oído ya muchas veces esa frase esta tarde Hanji y sé que quiere decir que no es lo que buscas - rió Nifa.

Hanji siguió buscando y entonces lo vió en un maniquí dorado:

- Nifa - la llamó - este, quiero probarmelo, espero que no haya que hacerle arreglos.

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Le iba como un guante, era justo lo que buscaba, elegante y sexy a la vez. Si esto no hacía que Levi se quedara sorprendido ella escalaba la Opera de Sidney desnuda.

- Hanji, estás espectacular, espectacular se queda corto. Si no te quedas con este te mato y llamo a Nanaba para que me ayude a revivirte para matarte de nuevo.

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