Navidad

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Levi acababa de correrse hace unos minutos gracias a Hanji. Pese a ello la visión que tenía delante había hecho que su pene se pusiera duro de nuevo.

Hanji estaba tumbada en la cama vistiendo solo un diminuto tanga y unas sensuales medias que se aguantaban en un ligero de encaje, el cuál se ceñia en su estrecha, estrechísima cintura. Él adoraba rodear esa cintura con sus fuertes manos. Pero lo más importante de todo... ella estaba con los brazos hacia arriba, atada por unas esposas al cabezal de la cama y con una tira de seda roja cubriéndole los ojos de chocolate batido.

Respiraba rapido, un poco asustada. Él no podía permitir que su princesa de chocolate lo pasara mal.

Se inclinó sobre ella y le acarició una mejilla con delicadeza, ella se sobresaltó al sentirse tocada sin haberlo visto venir:

- Amor... eres muy sensible cuando no ves...

Levi trazó un sendero de besos por su fina mandíbula hasta su oreja:

- Watashi no õjo... relájate... te aseguro que vas a disfrutar todo lo que haga... Te he atado y cegado, pero no voy a hacerte daño.

Ella empezó a calmarse:

- Me lo prometes?

- Te lo prometo mi amor. Jamás te haría daño. Eso si... - le dió un mordisco en el cuello y ella jadeó - voy a darte placer... y si no contestas a mis preguntas... todo acabara.

Ella enrojeció debajo de él y vió como sus pezones se fruncían. Bien, su princesa estaba excitada. Maravilloso.

Quería hacerle el amor con ese tanga puesto, sin molestarse en quitárselo. Pero eso iba a tener que ser en otra ocasión, porque ahora su interrogatorio de la venganza era lo más importante.

Levi desabrochó los botoncitos de esas finas tiras, entonces se inclinó y lo cogió con los dientes, rozando su piel para que ella lo notara, se lo quitó y lo arrojó lejos. Hanji jadeó:

- Lo... lo has quitado con los dientes?

Levi le dió un suave mordisco en la zona:

- Tu que crees?

La mordió de nuevo y ella soltó un gemido.

- Le... Levi... amor... quiero verte... déjame verte...

- Shhhh... eso no va a ser posible cielo... si te portas bien y respondes a mis preguntas puede que al final te lo quite si aún quieres.

Se dirigió hacia arriba y la besó en la boca, ella jadeó al no esperárselo, pero de seguida le devolvió el beso. Él bajo hasta su cuello y empezo a mimar una zona con besos y lamidas, hasta dejar una hermosa marca roja. Hanji se estremecía ante los toques inesperados:

- Mmmmm... mía.

Con una mano le acarició toda la parrilla costal, ella se estremeció y soltó un gemidito. Dirigió la mano hasta uno de los pechos, el peso caliente en su mano, empezó a acariciar el pezón con el dedo, Hanji empezó a jadear y retorcerse levemente.

Él cogió el bote de lubricante de chocolate y cubrió su pezon con el espeso líquido. Ella gimió:

- Aaahhh! Esta frío...

Levi le sopló y ella soltó otro gemidito.

- Amor... te acabo de poner lubricante de chocolate en el pezón, quieres que mame de él?

Ella asintió y suspiró de placer:

- Sí...

Él sonrió ladino, besó el pecho pero sin acercarse al pezón:

Amantes OlímpicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora