Amantes Olímpicos

Família

Hanji jadeaba desesperadamente por aire. Estaba sudando debido al placer del pasado orgasmo y de sentir el caliente semen de Levi deslizándose y perdiéndose dentro de ella. Había sido increíble... ella no había podido pensar desde el momento en que lo vió y aquel instinto salvaje se apoderó de ella.

Notaba el fuerte peso de Levi encima de ella, sus caderas aún alzadas hacia arriba, con él completamente sepultado dentro de ella. Notaba como el pene iba perdiendo dureza poco a poco, mientras Levi le rozaba la nuca con la nariz y le daba suaves besitos.

Notava un ardor entre las piernas y otro en el espacio entre su cuello y hombro izquierdo. Donde Levi la había mordido mientras se corría, intentando preñarla mientras la marcaba.

Hanji giró la cabeza, buscando a Levi, estaba ansiosa por sentir sus labios sobre los suyos. Él entendio su gesto porque dejó de atender su nuca y paso a darle un suave beso en la boca, mientras le acariciaba con dulzura el vientre con una mano.

Entonces la realidad la golpeó. Ella y Levi se habían dejado llevar completamente por un instinto salvaje y animal, se habían puesto a hacer el amor como locos con la intención de embarazarse sin tan siquiera hablarlo. Que había sido todo esto? No les había pasado jamás.

Ell solo había querido que el pene de su alfa se enterrara profudamente en ella, fuertemente, grueso y enorme, y empezara a martillearla frenéticamente hasta que la preñara llenándola hasta rebosar de semen. Lo había deseado tanto...

Hanji chocó su nariz con la de Levi y le dió un profundo beso. Él se lo devolvió y ella gimió. Empezaban a dolerle las rodillas y caderas por aguantar en esa posición, pero no iba a quejarse porque quería seguir con Levi dentro de ella, llenándola sin que se escapara una sola gota.

- Levi... que nos ha pasado?

Él le dió un corto beso.

- No lo sé... has aparecido y me has dicho eso... y algo dentro de mi se ha despertado y ha tomado el control... como si fuera un animal en celo.

- Amor... hemos intentado tener bebes y ni tan solo lo hemos hablado nunca.

Levi gimió debido a que la vagina de ella dió un leve espasmo.

- Yo... mi cuerpo solo deseaba marcarte como mi hembra y preñarte con mis bebes... y tu gemías pidiéndomelo... y... no entiendo que nos ha pasado.

Ella gimió de molestia cuando una rodilla se le clavó aún más en el suelo. Levi debió notarlo porque salió con suavidad de ella, le dió la vuelta y la levantó al estilo princesa. Le dió un beso en la frente y empezó a dirgirse hacia abajo.

Entró en la habitación de ambos y se dirigió hacia el baño. Hanji que estaba agotada solo se dejaba llevar por los fuertes brazos de Levi. Él la dipositó con suma delicadeza en la enorme bañera con hidromasaje, encendió el grifo y cuando el agua salió caliente pusó el tapón. Se dirigió a un estante de donde cogió un bote de jabón y sales de baño de lavanda, las echó en el agua.

La agradable fragancia llegó a la nariz de Hanji, que la aspiró y se relajó en la caliente agua que empezaba a cubrirla. Estaba dolorida, dolorida pero increíblemente satisfecha a la vez.

Levi se metió en la enorme bañera con ella y se colocó detrás, apoyándola sobre su pecho, le dió unos besos en la sien:

- Levi yo.... te he visto... estabas increíblemente masculino y sexy... como mostrando tu poder físico... algo se ha despertado dentro de mí, como un irefrenable instinto de loco deseo y reproducción. Fué como ser una hembra animal y reconocer a tu macho alfa. De golpe solo quería que me montaras y me embarazaras, solo quería tu pene y tus bebes, y no podía pensar en otra cosa. Y tu... me has correspondido... y yo solo sé que ha sido espectacular y amaba todo lo que hacías... has satisfecho completamente a la hembra que ha despertado en mi.