Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)

Koi No Yokan

-Disculpe, joven... ¿Está esperando a que lo atiendan?

-No, ¿por?

-Me parece que está desangrándose- señala mi mano. No me acordaba de eso.

-Ah... Lo... Lo había olvidado.

-Venga de este lado.

Me encamina a una esquina de la habitación, yo con la vista aún pegada a la puerta de los quirófanos y comienza a desinfectar la zona. No sé si es porque he perdido mucha sangre o el trauma, pero no tengo sensibilidad en la mano.

- ¿Eso es una bala? - la enfermera señala a mi palma, pero antes de que conteste, un doctor aparece en la sala.

- ¿Familiares de (T/N) Rokujo?

Me levanto corriendo de la camilla, sin prestar atención a las protestas de la enfermera, y me acerco al médico sosteniendo mi mano al pecho.

-Soy su prometido- traía un anillo cuando la traje, no podía sospechar de mi-. ¿Cómo está?

-Logramos reanimarla- la vida vuelve a mí en cuanto lo oigo decir eso-. Estuvo despierta algunos minutos, pero se desmayó por la falta de sangre. Esta muy débil, es incierto si sobrevivirá el trauma o no... Solo podemos esperar.

-Sí, claro...- no me quiero derrumbar de nuevo-. Entonces... no puedo verla, ¿cierto?

-La están transportando a cuidados intensivos, quizá mañana. Y atiéndase eso.

El doctor se va y la enfermera me toma de los hombros para seguir atendiéndome. El padre de (T/N) llega casi una hora después, cubierto en sudor y la cara crispada de dolor. Probablemente Aika le haya avisado, ella estaría ahora en la comisaría y Nyoko con Sarah y Sayu.

-Light-kun- al verme, camina hacía mi con prisa y me abraza.

Me sorprendo, pero es tanto el dolor que siento por su hija, que le devuelvo el gesto e inclusive lloro un poco en su hombro.

Quiero a mi papá, el sabría que decirme, me diría que hacer y me consolaría. Lo quería aquí conmigo, como antes.

- ¿Cómo está (T/N)? ¿Ya han llamado a Mikami-san?

-El doctor me dijo que su condición es inestable, no saben si volverá a despertar. La transportaron a cuidados intensivos, pero no podemos verla hasta mañana, por su estado- su padre se sienta a un lado mío, cubriéndose la cara-. En cuanto a Mikami-san, lo mismo que Matsuda.

-Pero si él no era parte de la investigación- Rokujo-san está desesperado-. ¿Qué ocurrió? No entiendo nada.

-Honestamente, señor, yo tampoco- miento, no tengo ánimos de explicar.

Mi mamá me llama en el transcurso de la tarde, queriendo saber si estaba bien, pues ninguno de los policías quería darle información sobre mí y pensaba que estaba muerto. La tranquilizo, cuento la situación y aviso que me quedaré en el hospital hasta el día siguiente.

Me paseo por toda la sala, recordando cada detalle de la mentira que diría. Si me equivocaba o contradecía en algo, estábamos acabados... Necesito salvarla, no podía dejar que la encarcelaran. Se lo debía, era lo mínimo que podía hacer... Si es que sobrevivía.

-Dime, Light- Ryuk me habla en lo que estoy de vuelta a mi posición en el suelo, tratando de no dormirme-. ¿Qué se siente perder lo mejor que te ha pasado? ¿Te importa o es solo una de tus actuaciones?

-Cállate- me quiere hacer enojar-. Que sea un monstruo no significa que no tenga corazón.

- ¡Vamos! - Ryuk ríe-. A ti no te importa nadie más que tú mismo.

-Me importa ella, mucho más que la Death Note, más que ser Dios... Quiero que sea feliz, me había convencido a mí mismo de haberla dejado ir por ser incapaz de matarla con la Death Note, pero en realidad fue porque quiero que sea feliz. No importa lo que eso conlleve. Yo quería que ella encontrara a alguien que la tratara con todo el amor que se merecía de mi parte. Quiero que conozca a alguien que la vea siempre... Como yo la veo ahora.

Yo debía protegerla, ese era mi verdadera misión en el mundo, no ser Dios. Yo ya la había escogido a ella desde el día en que la conocí. ¡Es todo lo que conozco! Yo, el Light Yagami de antes, era quien era gracias a ella. Si me la quitan ahora, ¿en qué se supone que me convierta? ¿Qué soy yo sin ella y su amor?

"Su amistad trajo a mi vida gloriosos colores, ha estado ahí hasta en los momentos más oscuros y yo era la persona más afortunada por ese regalo. Y cuando aprecio la Death Note, la tome a ella por sentado, y la abandoné a su suerte. No me di cuenta de que lo mejor de mi existencia estaba ahí, justo en sus ojos... Ahora es muy tarde.

Muy dentro de mí siempre he sido consciente de esto, pero me lo negaba creyendo que me hacía débil: No importa donde este, o la situación, ni si está con alguien más... Yo siempre, honestamente, completamente e irremediablemente la amare."