Sueño de una vida

8.3K 764 650
                                    

Light (P.O.V)

-Necesito que hagas algo por mí- digo, rompiendo el abrazo en el que (T/N) me tenía envuelto y viéndola a los ojos.

-Lo que sea- responde ella, con ojos centellantes.

-Criminales no pueden dejar de morir mientras me estén vigilando- explico, sonriendo de forma cínica-. Necesito que tu anotes los nombres por mí.

(T/N) me ve entre asustada y confundida a la vez. Noto que hace una mueca en señal de reprobación, pero asiente a pesar de ello.

-Pero... ¿Qué nombres se supone que escriba?

-Ve las noticias, cualquier criminal que aparezca, senténcialo. Ya sabes cómo funciona la Death Note- sigo, agarrándola de la cintura y comenzando a caminar de vuelta a mi casa-. Recuerda no dejar evidencias.

-De... De acuerdo- la voz le tiembla al pronunciar aquellas palabras.

-Todo va a salir bien, te lo prometo- insisto, rodando los ojos ante su cobardía-. Nada te va a pasar.

-No me importaría si llegara a sucederme algo- suelta ella de repente-. Me preocupa hacer algo mal y que las consecuencias sean para ti.

Me detengo de repente y la volteo a ver con sorpresa. El labio inferior le tiembla frenéticamente y no para de retocarse las manos. Me compadezco ante sus acciones y me inclino hacía ella, sujetando sus mejillas.

-No te preocupes por mí, sé que lo harás bien. Tienes toda mi fe en tus manos- me acerco a ella y deposito un beso fugaz sobre sus labios. Ella simplemente asiente y me dedica una sonrisa.

-Ya he programado muertes con hasta tres semanas de anticipación, así que no creo que sea necesario que uses la Death Note más allá de esta noche.

-De acuerdo- responde ella, al mismo tiempo que sacó la libreta negra de entre mi chamarra y se la extiendo.

-Todo estará bien- le reitero, sintiendo su inseguridad.

Llegamos frente a mi vivienda, por lo que la abrazo con fuerza y le beso la frente con autentico cariño y apreciación. Rokujo suspira y se despide de mí, para luego dar media vuelta y dirigirse a su casa.

Realmente confiaba en (T/N), pero sabía que, si ella cometía cualquier error, no dudaría en deshacerme de ella. Me sentí mal por unos segundos al realizar el peso de mis palabras, por lo que me apresuré a entrar en mi casa y subir a mi habitación a pensar.

Tú (P.O.V)

- ¡Aika, ya volví! - anuncio mientras me quito los zapatos.

- ¡Pero si no te tardaste más de 20 minutos! - se queja, viendo el reloj colgado sobre la pared.

-Resulta que Light ya estaba ayudando a su hermana cuando llegué, así que solo me quedé un poco para platicar con él- replico, subiendo las escaleras con prisa.

- ¡Espera! - me llama Sarah-, ¿no quieres quedarte a ver el final del episodio? - pregunta, señalando la televisión.

-No gracias, tengo tarea que hacer- respondo ya dentro de mi habitación.

Después de atravesar el marco de la puerta, cierro esta última con pestillo y cierro las cortinas, dejándome en la total obscuridad. Me siento sobre mi cama, con una pluma en la mano derecha y un bolígrafo en la izquierda, para después prender el televisor.

- "El dueño de la empresa Parei, fue encontrado culpable esta mañana por el delito de estafa..."- proclama la reportera de Rei T.V cuando la imagen aparece en mi pantalla. El rostro de un hombre occidental aparece junto con un nombre al mismo tiempo que la voz de la chica.

"Brayden Hall, dueño de Parei Company"

Con las manos temblando, abro la Death Note y paso sus hojas hasta encontrar una hoja en blanco.

<Sólo son nombres, nada malo puede pasar.>

Viendo hacía el televisor, anoto el nombre con lentitud, como si el papel fuera a romperse en cualquier momento. Al terminar, decido ponerle una hora de muerte, ya que, si alguien moría después de que Light y yo saliéramos de su casa, resultaría sospechoso para L.

Paso las siguientes cinco horas anotando nombres en la libreta, uno tras otro y con bastante tiempo de anticipación para no generar controversia. Cuando decido cerrar el cuadernillo y voltear a ver el reloj, las manecillas marcan las 12:30 A.M, así que me apresuro a ordenar mis cosas para la mañana siguiente y recostarme.

*Seis días después*

Matar a criminales era más fácil de lo que creía, por lo que no tuve la necesidad de usar la Death Note de nuevo después de la primera noche.

Aquel día, todo transcurrió con tanta normalidad que inclusive me hacía sentir nauseas. Llevaba días con la misma pregunta en la cabeza, girando una y otra vez por mi mente, inclusive cuando dormía.

Recuerdo

Light no había parado de estudiar en toda la tarde y me era imposible entablar conversación con Ryuk debido a las cámaras de video posicionadas a lo largo de la habitación, por lo que me encontraba acostada en la cama de Yagami, jugando con un cubo rubik.

- ¿Sabes? Me he estado preguntando qué será de nuestra relación cuando entre en la universidad- comenta mi novio (¡que hermoso suena eso!), haciendo que me siente sobre el colchón, confundida-. Será extraño. Tu asistirás a un instituto de enfermería auxiliar y yo iré a To-Ho. Mientras yo esté estudiando criminología, tu estarás ayudando a niños enfermos, y dentro de un año, te iras a los Juegos Olímpicos... Mi novia será una medallista olímpica y una persona de morales, mientras que yo iré detrás de criminales.

-Por lo menos tendré más tiempo para verte- reprocho entre risas.

-Supongo... Quien sabe, a lo menor conozca a alguna chica- replica con sarcasmo. Trato de reírme, pero por alguna razón, siento un hoyo en el estómago-. Hey, solo bromeo.

-Lo se...

*Fin del recuerdo*

Después de desayunar y agarrar mi material de práctica, salgo de mi casa hacía el centro deportivo local, donde Jina me está esperando para mi entrenamiento matutino.

Los Juegos Olímpicos habían sido mi gran sueño desde que tenía siete años, y cuando mi entrenadora me avisó que tendría la oportunidad de participar en Beijing 2008, algo en mi reventó de alegría.

Durante los últimos tres años de mi vida, me había esforzado como nunca para poder ganar una medalla y demostrar que, a pesar de mi corta edad, podía lograr lo que quería si me lo proponía... Pero aquel día, puse cada lágrima y gota de sudor en mi entrenamiento, sabiendo lo que significaba.

Al terminar la práctica, observo el campo de tiro durante un largo rato antes de voltear a ver a Jina con lágrimas en los ojos.

- ¿Por qué lloras, cariño? - pregunta ella, preocupada.

-No voy a volver- anuncio, con un nudo en la garganta.

- ¿Disculpa?

-Voy a ir a la universidad, Jina... Y me voy a dedicar a lo que estudie ahí- explico, dejando mi arco sobre el pasto y evitando verla a los ojos.

- ¿Me estás bromeando, ¿verdad? - interroga mi amiga, con una leve sonrisa.

-No.

-Pero... Todos estos años de trabajo... Los Juegos Olímpicos son el siguiente año- menciona ella, con exasperación-, por favor, sólo déjame entrenarte para esta competencia y...

- ¡No, Jina! - grito enfadada-. Lo he decidido, no quiero ir a Beijing. Me quedare aquí en Japón y seguiré con mis estudios como la mayoría.

Doy media vuelta con el corazón hecho pedazos, sintiendo que estaba dejando una parte de mí en aquel estadio.

¡Te maldigo Light Yagami! Solo fíjate en lo que soy capaz de hacer por seguir protegiéndote y ayudándote en tus intrepideces...

Te has convertido en mi perdición, Kira.

Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora