Reconciliación

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Tú (P.O.V)
Por un momento, al recobrar la conciencia, creo que estoy muerta. No siento, no veo y no escucho nada, por lo que en cuestión de segundos comienzo a aterrorizarme. Todo  a mí alrededor es negro, como si fuera un vacío interminable. La necesidad de gritar es inminente, pero antes de que siquiera lo intente, escucho una voz:
-Dijo que fue un asalto.
Se escucha lejana, como si estuviera bajo agua. Sin embargo, logro identificarla como la voz de mi papá, por lo que me comienzo a aliviar. No estoy muerta, Light no había escrito mi nombre en la Death Note... ¿Por qué?
Trato de moverme, pero mis extremidades están entumecidas y no puedo abrir los ojos, por lo que me quedo acostada unos minutos más, hasta que siento a alguien sostener mi mano. La aprieto con suavidad, sintiendo la necesidad de saber quién era.
-Papá, creo que está despertando.
Es Aika, por lo que aprieto más su mano. Abro los ojos con inercia, e inmediatamente me llevo la mano a la cabeza al sentir un  fuerte dolor.
-¿Cómo te sientes, (T/N)?- pregunta mi papá, sentándose en la cama y viéndome con preocupación.
-Me duele la cabeza- digo con voz ronca.
-Es normal, no te preocupes- veo a un médico parado a lado de Aika-. Soy el doctor Daigo, ¿te molestaría si te reviso?
Muevo la cabeza en señal de aprobación y él se acerca a checar que me encuentre bien.  A unos pocos minutos, se aleja y se dirige a mi papá.
-Está bien, el desmayo se debió al impacto. Necesita tomar agua y comer algo, solo eso- mi papá asiente y me voltea a ver.
-¿Cree que pueda hablar con la policía?
Abro los ojos como platos y me remuevo inquieta entre las sábanas. De lo último que tenía ganas era hablar con las autoridades.
-Papá, creo que es eso no será necesario- comento, con un tono de nerviosismo.
-¿Qué estás diciendo? Tenemos que denunciar...- lo interrumpo.
-Sólo me quitaron algo de dinero y ni siquiera vi sus caras... Sería una pérdida de tiempo. Además, estoy segura de que Kira se encargará de quien fuese.
Todos me ven con el entrecejo fruncido y con muecas en la boca. Sabía que a mi papá no le agradaba todo ese asunto de los ataques al corazón, pero no se me ocurría otra manera de convencerlo.
-De acuerdo, solo espero que no esté cometiendo un grave error- después de decir eso, da media vuelta y acompaña al doctor hacía la puerta principal.
-Descansa un poco. Te subiré tu desayuno en unos minutos- dice Aika, viéndome con ternura y luego dirigiéndose a la cocina.
Volteo a ver el reloj que esta sobre mi mesa de noche y me sorprendo al notar que eran las once de la mañana. Mi atención luego se dirige a unas flores de cerezo a lado de mi lámpara de noche.
-Light las trajo antes de irse a la escuela- menciona Sarah con voz cantarina-. También te dejo algunas galletas de manzana.
Observo las flores con mucho detenimiento y me estremezco al recordar lo que había pasado la noche anterior. ¿Qué se cree? ¿Primero me amenaza de muerte y luego me regala galletas?
Era un hecho: nunca llegaría comprender a Light Yagami.
*A la mañana siguiente*
-¿Segura que quieres practicar hoy?- me pregunta por quinta vez Jina-. Creo que deberías descansar más.
-Sólo me desmaye, no me apuñalaron- respondo después de disparar la última flecha del carcaj.
-Pero sigues distraída, no puedes ni siquiera apuntar al ocho- me tallo los ojos con fastidio, a pesar de que sé que es verdad-. ¿Por qué no te relajas por hoy?
-¿Qué propones?
-Bueno, podrías salir con tu novio a algún lugar, ya que está aquí- ella señala a alguien detrás de mí y yo me giro confundida.
Light está sentado sobre la gradas del campo de tiro, con la cabeza cubierta con una capucha y una pequeña caja entre las manos.
-No es mi novio- resalto antes de dejar el arco a un lado y caminar hacia él.
Light se pone de pie en cuanto me ve y me ofrece una media sonrisa. Antes, que el sonriera hubiera causado millones de mariposas en mi estómago, pero ahora solo me provocaba miedo.
-¿Qué haces aquí?
-Quería comprobar que estuvieras bien- me levanta la barbilla para que lo vea a los ojos-. Escucha, no debí haberte tratado de esa manera el otro día... Es solo que entre en pánico y no pensé en lo estaba haciendo. ¿Crees que puedas perdonarme?
-De acuerdo, pero debes prometer no volver a asustarme de esa manera.
-Lo prometo- Light me rodea con sus brazos y me da un beso en la frente-. En recompensa por lo que te hice pasar, te compre algo.
Él me extiende la pequeña caja que trae entre las manos y yo la acepto con manos temblorosas.
-¿Qué es?- cuestiona, ansiosa.
-Ábrela y verás- contesta con diversión.
Deshago el moño verde que cierra la caja y levanto la tapa. Adentro se encuentras un guante de protección verde esmeralda. No puedo ocultar mi impresión y levanto la cabeza con prisa hacía Light.
-Esto... Pero...
-Pasé a la tienda de deportes en mi camino y me acorde de que te había gustado ese guante la última vez que fuimos.
-¿Y sabes por qué no lo compre?- le cuestiono, mareada.
-¿Porque tenía más ceros en el precio de los que te puedes acordar?- dice con sarcasmo.
-¿De dónde sacaste el dinero?
-Digamos que le hice un favor a alguien- voltea a ver su reloj-. Entonces, ¿nos vamos?
-¿A dónde?
-Pensé en lo que dijiste sobre ayudarme y he llegado a la conclusión de que dos cabezas son mejor que una- agarra la caja de mis manos y la mete en su mochila-. Necesito que me apoyes con algo importante hoy, tiene que ver con el agente que me seguía aquel día de nuestra cita.
-Estoy practicando.
-¿Crees que no me se tus horarios? He pasado la mitad de mi vida contigo y se a la perfección que terminas a las 12:50, lo que nos deja diez minutos para llegar a la plaza.
-Bien, deja cambiarme. No tardare más de dos minutos- salgo corriendo a los vestidores y salgo de ellos usando una falda y un suéter.
Light me agarra de la mano y salimos así del deportivo con dirección a la estación de trenes. Algo en mi interior me dice que debería dar media vuelta y huir, pero no lo hago.
Maldito seas Light Yagami, vas a ser mi ruina.

Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)Where stories live. Discover now