Lo haría por ti

3.5K 285 58
                                    


Dedicado a StitchesSM Espero que te guste :3


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Disfruté, por llamarlo de alguna manera, de la última clase de esta semana y sentí una inmensa liberación al saber que el fin de semana estaba a la vuelta de la esquina. Me dirigí a la cafetería para poder alimentarme de una comida que no fuera pedida a la habitación y que fuera, dentro de lo que cabe, sana pero no me sorprendió que de sana no hubiera nada. Por ello, y por mi amor infinito a las patatas fritas, no me quejé cuando pedí una ración doble de ese manjar tan delicioso. Busqué con una rápida mirada una mesa vacía, no hubo sorpresa de mi parte cuando me di cuenta de que tan solo había una por lo llena que estaba la cafetería, así que ande hasta ella y en cuando llegué, dejé mi bandeja, me senté y me dispuse a sacar un libro de mi mochila. Mi idea era disfrutar de mis patatas fritas mientras ojeaba el libro que me había enganchado desde la primera página pero al oír el carraspeo de garganta a mi espalda no me quedó más opción que girarme. Al encontrarme con el imponente cuerpo de Lionel no pude evitar esbozar una pequeña sonrisa.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó como si no fuera algo obvio.

—Tenía la intención de comer —contesté pero por su reacción creo que no le había quedado muy claro.

—Pero estás en mi mesa, creía que no querías que nos vieran juntos.

—No sabía que la mesa tuviera dueño —bromee y recorrí el cuerpo de Lio con la mirada. Hoy estaba extremadamente guapo; llevaba puesta una camiseta blanca cuyo cuello era lo único que resaltaba al llevar puesta una sudadera granate en la que ponía textualmente ''The boss'' con letras negras. Su pantalón vaquero era negro y rasgado y unas Vans granates complementaban el atuendo.

—Espero que no me estés comiendo con la vista porque las chicas decente no hacen eso —esta vez el que bromeaba era él. Dejó la bandeja en la mesa y se sentó a mi lado sin decir nada más. Como siempre, ya lo había dicho todo. Sentí de pronto ganas de molestarle, aunque esas ganas se vieron obsoletas cuando seducirle me pareció una idea más interesante y divertida.

—Puedo comerte con la vista todas las veces que quiera pero con la boca solo puedo comerte en privado —dije asombrándome por mi repentino intercambio de papeles con el moreno. Incluso él se sorprendió al escucharme y por la sonrisa que se dibujó en sus labios supe que no le había disgustado en absoluto.

— ¿Estás tonteando conmigo, Cleopatra? —odiaba cuando usaba mi nombre completo, no porque lo utilizase él sino porque siempre he pensado que era un nombre de lo más horrible. Gracias mamá por eso.

—Pensaba que era obvio que si —dije y a continuación me metí una patata en la boca.

—Me gusta ver como utilizas la boca para algo que no sea gemir por como te toco —casi me atraganto con esa patata al escuchar sus palabras y por su mano apoyada en mi pierna deslizándose hacia el interior de mi muslo. La electricidad que se había creado con ese toque hizo que mi piel se pusiera completamente de gallina. —Pensándolo bien, me gusta más cuando usas esa boquita para gemir mi nombre —finalizó apretando levemente mi muslo haciendo que mirase a mi alrededor. Increíblemente, después de sentirme observada cuando me acercaba a Lionel, esta vez no nos miraba nadie, absolutamente nadie.

Juegos salvajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora