Un simple hola

4K 312 39
                                    

Dedicado a Lena_S02 por pesada, por aguantarme cuando la pesada soy yo y por apoyarme desde siempre en lo que hago. Va para ti, Lau.
------

------

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Definitivamente el primer día de clase no fue para nada lo que me había imaginado.

Tras la comida con Pablo, en la cual concertamos una especie de cita no cita para el fin de semana, volví a mi habitación deseando echarme en la cama hasta el día siguiente. En cuanto atravesé la puerta busqué con mi mirada a mi compañero de cuarto y al no encontrarlo, respiré con tranquilidad.

Dejé mis cosas por el medio, como siempre solía hacer, y como si mi vida se fuera en ello me tiré en mi cama dejando que mi cuerpo se relajase al instante. Giré sobre mí misma para quedar bocarriba en el colchón y admiré el sencillo techo que había sobre mi cabeza. Por más extraño que fuera, el sueño que llevaba acumulando desde el día anterior no hacía acto de presencia, y por ello comencé a pensar en qué es lo que podría hacer. Entrelacé los dedos sobre mi estómago y observé la nada dejando que todo el estrés, la ansiedad y las malas energías de este día abandonasen mi cuerpo.

Y hablando de malas energías, aquí volvían.

Oí la puerta de la habitación abrirse y miré en esa dirección casi como acto reflejo para encontrarme con Lionel y su expresión fría en el rostro.

—Hola —saludé casi de forma automática. Al escucharme me dedicó una rápida mirada antes de proseguir con lo suyo. En cuanto pensé que iba a ignorarme, como hacía habitualmente, casi me trago mis palabras.

—Hola, Cleo —me devolvió el saludo mientras que dejaba los libros sobre su escritorio. En cuanto lo hizo, giró sobre sus talones para apoyarse en su mesa y volver a conectar nuestras miradas. — ¿Qué tal tu primer día de clase?

—Intenso —contesté con seguridad puesto que era la única palabra que podía describirlo — ¿Y tú?

—Un día más —respondió encogiéndose de hombros.

Me incorporé completamente y me quedé sentada sobre mi cama, mirando de nuevo hacia la nada, mientras que me planteaba mentalmente si preguntarle todas las cosas que le quería preguntar, si decirle lo que me había contado Pablo, preguntarle su historia.

— ¿En qué piensas? —ahora había una pequeña sonrisa en sus labios y en algún momento de mi distracción Lionel había conseguido una manzana con la cual jugueteaba lanzándola hacia arriba —Puedo oír que estás pensando en algo desde aquí.

—Pensaba en como la gente te juzga sin conocerte. No debe ser muy agradable sentirte observado y escuchar las barbaridades que dicen de ti.

— ¿Cómo sabes que no son ciertas? —de nuevo nuestras miradas quedaron clavadas en el otro y detuvo el juego de la manzana para darle un mordisco.

Juegos salvajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora