La fiesta de bienvenida (Parte I)

5.8K 376 20
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Me desperté muy temprano como de costumbre tal y como me había inculcado mi padre desde que tuve uso de razón. Por inercia, tras estirarme hasta quedarme a gusto, miré a la derecha para encontrarme con Lionel y pensé en lo relajado que se veía en ese momento. No parecía cabreado, molesto, gruñón o simplemente él ahora que estaba durmiendo y me plantee la idea de que con esta versión suya sí que podría llevarme bien.

Tras ese último desvarío quise disfrutar del poco rato de silencio que quedaba hasta que el señor ''eso es una gran estupidez'' se despertase. Apreté mis labios decidiendo acabar con los pensamientos negativos que me nacían al pensar en él a la vez que me iba a dar una buena ducha.

Entré al baño y me despojé de mi pijama dejándolo en un rincón para después recogerla. Encendí el agua un par de segundos antes de meterme para que se calentase y entré en la ducha con cuidado. Poco a poco me fui metiendo bajo el agua y cuando sentí que estaba a la temperatura adecuada despejé mi cabeza de cualquier pensamiento que pudiera tener y simplemente me dediqué a disfrutar este momento que solo era para mí.

Tras enjabonarme y después quitar el jabón de mi cuerpo y el pelo, agarré una toalla de cuerpo para secarme a la vez que para mantener mi temperatura corporal. Después cogí una toalla más pequeña y envolví mi pelo. En ese momento desconecté de la relajación que había disfrutado y volví a la realidad, y gracias a eso me di cuenta de que no me había traído ropa al baño. Ello me planteó dos opciones: La primera era salir con la toalla. Las razones a favor era que llevaba las toallas, que no se me veía nada y que Lionel estaba durmiendo. Y la segunda era ponerme el pijama para salir del baño, coger la ropa de hoy y después quitarme el pijama para ponerme la ropa limpia.

Me decanté por la primera opción por la sencillez que me suponía.

Abrí la puerta del cuarto de baño esperando no hacer ningún ruido para despertar al moreno y caminé con todo el sigilo que había visto en películas de ninja por la habitación. En cuanto llegué a mi cama me descoloqué completamente al no encontrar la ropa en ella, cuando juraría que la había dejado preparada. Así que respirando hondo me dirigí al armario para agarrar cualquier cosa para ponerme y acabar con el tema de correr para no despertar al chico de la cama de al lado.

Justo fue pensar en él y oír como emitía extraños ruidos por su boca. No me atreví a girarme, no quería hacerlo por si se había despertado así que rápidamente agarré ropa interior, un pantalón y una camiseta y me dirigí al baño. Error.

—Esto si que es un buen despertar —dijo con la voz ronca Lionel mientras que me dedicaba a bufar en contestación. Me di cuenta entonces de que en cuanto abrió la boca mi cuerpo se quedó estático en respuesta, así que tuve que obligarme a caminar hacia el baño de nuevo sin que se notara que estaba corriendo. Eso sí, le enseñé el dedo del medio con la esperanza de desquitarme un poco. Casi funcionó hasta que una carcajada al otro lado de la puerta me demostró todo lo contrario.

Juegos salvajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora