El deseo del ave enjaulada © #3

Capítulo 32

— ¿Qué acabas de decir? —pregunta Amara con voz pausada sin apartar los ojos de la sonriente niña. Es como si la conmoción pudiese respirarse a mi alrededor, densa y espesa El silencio es ensordecedor —. Ese no es Ryker —niega, pero entonces eleva su mirada hasta alcanzar la del enorme hombre de pelo extremadamente corto y barbilla cubierta de barba oscura, cuyos dedos permanecen entrelazados con los míos. Aprieto su mano con mi corazón latiendo fuertemente mientras observo a la mujer con el cabello recogido en una larga trenza estudiando la tonalidad ambarina de sus ojos —. Ryker es un lobo... él no es... —la respiración de Amara se vuelve irregular, a la vez que pesada, y la duda inunda su expresión —... no es...

Poco a poco, sus palabras mueren.

Ryker continúa tenso a mi lado, como un animal cegado y paralizado por las deslumbrantes luces de los faros de un coche. No puedo ni imaginar cómo debe ser para él estar ante la mujer que es alfa de su manada, sin saber cómo decirle que él es el lobo que solía conocer.

La tensión es tan densa que decido intervenir para explicar la situación.

— Fuimos secuestrados y retenidos en unas instalaciones donde se nos sometió a experimentos y pruebas — consigo decir tras inspirar profundamente. Al escuchar mis palabras, el rostro de mi hermano menor se llena de horror y sus ojos de color azul claro se tornan sombríos —. En mi caso, suprimieron mis habilidades como Cambiaformas, mientras que en el Ryker...bueno, potenciaron el pequeño remanente de la herencia que permanecía escondida en algún punto de su genoma permitiéndole así adoptar forma humana.

— ¿No puedes transformarte? —pregunta Jay asustado.

Un halcón que no puede volar sería incluso peor que estar encerrado en una jaula. Yo tuve la mala suerte de experimentar ambos y me sentí como si estuviese ardiendo en el infierno. El ansia y el deseo de extender las alas para surcar el cielo me corroían a pesar de ser consciente de que mi cuerpo no podía cambiar y de que, tal vez, jamás tendría la oportunidad de volver a sentir el aire fresco en mi piel.

— Por suerte, volví a la normalidad después de escapar —respondo y él suspira con alivio.

Observo con cierto recelo como, entonces, Red se acerca a mi hermano y remueve su cabello de forma juguetona. Jay se gira inmediatamente hacia ella y la fulmina con la mirada.

Las emociones en mi interior son contradictorias. Por una parte, me alegra saber que Jay ha estado con alguien que lo aprecia durante todos estos años, pero por otra, no puedo evitar sentir celos de la confianza y amistad que ambos parecen compartir.

Muerdo la cara interna de mi mejilla tratando de disimular mis afectadas emociones y segundos después, mi atención se desvía hacia Amara, quien sigue observando a Ryker con demasiada intensidad.

— Así que ahora eres un... —ella da un paso hacia delante estudiando su cuerpo musculoso —... ¿Cambiaformas?

Sorprendiéndome, Ryker aparta la mirada como si no pudiese soportar la atención de Amara y se mantiene en silencio sin contestar a su pregunta. La incómoda tensión que nos rodea aumenta de tal forma que noto como la temperatura en el interior del local se incrementa.

— Ry Ry siempre ha sido un Cambiaformas —habla entonces Ryn encogiéndose de hombros como si no fuese la gran cosa —. Él simplemente no lo sabía

Tras sus palabras los ojos de Ryker caen sobre ella, que parece una pequeña habichuela en comparación con el gran gigante.

— Tú...— habla él por primera vez desde que hemos entrado en la taberna y su voz se escucha baja, grave e incierta —. ¿Lo sabías?