IX

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Alba y Natalia llevaban sin verse varios días desde aquella charla entre las hojas del retiro.

Durante ese tiempo ambas se preguntaron cuál era el motivo de no haber compartido los números de teléfono, al fin y al cabo eran amigas.

La parte positiva de ese período de ''desintoxicación'' ha sido la fuente de inspiración que tuvo Alba para sus cuadros, ya que su profesor le había felicitado en numerosas ocasiones por el sentimiento que estos tenían.

No sabían cuando se volverían a ver, había pocas posibilidades de que fuera pronto, ya que, a pesar de que Natalia había hecho muy buen vínculo con las chicas de su grupo, estas no sabían que le gustaba a Alba, así que no hacían esfuerzo por ayudar con la conquista.

Cuando Alba decidió contárselo a María, esta le dijo que algo sospechaba, pero que no se obsesionara con ella porque tenía novio. La rubia le dio toda la razón.

Una tarde de jueves, Alba estaba trabajando en su nuevo proyecto para la universidad cuando oye cómo llaman al portero, decide no levantarse ya que María se encontraba más cerca de él.

Su amiga rubia aparece por la puerta de su habitación con una para de preocupación que Alba no supo cómo interpretar.

-Es para ti.-Y simplemente se marchó.

Llamaron a la puerta y se levantó con el ceño fruncido, al abrir se encontró algo que no se esperaba.

Natalia estaba parada en el descansillo con el maquillaje corrido, llena de lágrimas en los ojos.

Alba se asustó tanto de verla en ese estado que la agarró del brazo para meterla dentro de la casa y sentarla en el sofá del salón.

-¿Qué te ha pasado?-En vez de contestar, la morena hundió su cabeza en el cuello de la rubia y rompió a llorar aún más.

Se quedaron abrazadas por al menos veinte minutos, en silencio, Alba respetando el espacio.

-¿Te hago un té y así te tranquilizas?

Natalia asintió sirviéndose la nariz y secándose un poco las lágrimas, lo que provocó una ternura inexplicable a la rubia.

Una vez terminado el té, Alba observaba con atención cada sorbo que daba la morena, que la miraba de reojo.

-He discutido con Mikel.-Se atrevió por fin a decir.

-¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

-Por ti.

Esto último confundió a la rubia, así que no dijo nada más.

-Lo hemos dejado.-Se atrevió a decir Natalia.

La presión en el pecho que tenían ambas se relajó un poco después de aquella frase.

-Era lo mejor para ti.-Opinó Alba.

-Me he fumado un paquete entero de tabaco yo sola.

-Si tu no fumas cigarros de paquete.

-Me daba demasiado estrés liarlos.-Dijo con una sonrisa, que Alba no pudo resistir a corresponder.

-Aún no me queda claro por qué has dicho que he sido yo el motivo de la discusión.

En este punto de la conversación Natalia ya estaba jugando con los cordones de la chaqueta de Alba, suspiró y le contó la verdad.

-Te ha echado la culpa a ti por que le haya decidido dejar.

-¿Qué?

-Dice que empecé a comportarme raro cuando me te conocí, pero es mentira Alba, ya estábamos mal antes de que tú llegaras.

-No entiendo nada Nat.

-Yo tampoco.

-¿Entonces por qué lloras?

-Porque me he quitado un peso de encima.

-¿Y ese es motivo para llorar?-Dijo la rubia con ternura.

-Jope, Albi, que es la primera vez que me ves así, dame un poco de coba.-Exclamó riendo.

-Sólo intento entenderte, Nati.-Explicó Alba riendo también.

-Ya me has entendido lo suficiente.

Ambas se quedaron mirando fijamente, su mirada se dirigía de los labios a los ojos constantemente, cosa que mantenía a la rubia muy nerviosa. Ninguna de las dos daba el paso, así que Natalia apartó la vista con un suave carraspeo de su garganta.

-Debería irme, tengo mucho que estudiar.-Dijo por fin.

-Vale, sabes que puedes venir cuando quieras.-Intentó calmar la situación.

-Lo sé, Alba, lo sé.

Holi. Quiero agradeceros a todxs por el apoyo y el amor que me estáis dando, sé que no hablo por aquí pero me quiero tomar las cosas en serio con esto. Pero eso no quita que este super super agradecida, de verdad. Sois lxs mejores❤️

Por si ya no estás | AlbayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora