VI

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Durmieron hasta las dos de la tarde, sorprendentemente.

La primera en abrir los ojos fue Alba, se alarmó bastante al descubrir la situación en la que se encontraba.

Estaba de lado sobre la cama, tapada hasta prácticamente la cabeza. Detrás de ella, se encontraba respirando suavemente Natalia, abrazada a ella en la posición que algunos llaman 'cucharita', el brazo de la morena estaba sobre su cadera y ambas manos estaban entrelazadas por debajo de las mantas.

Alba se tranquilizó al percatarse de que se trataba de Natalia y no de cualquier otra persona. Sin querer despertar todavía a la morena, se giró lentamente desenlazando antes las manos, cosa que lamentó más tarde.

Una vez quedó frente a frente con ella, pudo observar correctamente sus facciones. Se veía relajada, siempre con su aire misterioso, incluso dormida. El maquillaje de sus ojos lucía perfecto a pesar de haber dormido con él, lo que hizo a Alba pensar que el suyo sería un desastre.

Se levantó suavemente de la cama y se dirigió al baño con cuidado de no despertar a nadie. Efectivamente, su maquillaje estaba hecho un cuadro. Se desmaquilló rápidamente para volver a su cama.

Cuando entró a su cuarto Natalia seguía en la misma posición en la que Alba le había dejado, esta última optó por volver a tumbarse junto a ella.

Cuando la chica dormida notó un peso extra sobre la cama se abrazó a él como un osito, provocando una ternura inexplicable en la rubia, cosa que no se esperaba.

Se quedó un buen rato mirándola hasta que la morena abrió los ojos, rápidamente se hizo la dormida para ver la reacción de la chica ante lo abrazadas que estaban.

Natalia no pareció extrañarse mucho, simplemente se quedó inmóvil, sin hacer nada, hasta que levantó su mano y acarició suavemente el brazo de Alba, subiendo despacio hasta su hombro, su cuello, su pelo y finalmente su cara.

Le acarició cada zona con suma delicadeza, empezando por la frente, continuando por la nariz, la mejilla izquierda, la derecha, la barbilla...

Cuando llegó a los labios se paró antes de tocarlos, parecía que iba a retirar su mano, pero se atrevió a acariciarlos, los labios de la rubia eran suaves y estaban cerrados antes de que la morena los tocara, así que decidió separarlos delicadamente.

Alba no daba crédito a lo que estaba pasando, así que decidió terminar la situación, muy a su pesar, abriendo los ojos con cuidado.

Al notar esto, Natalia apartó rápidamente la mano y saludó a la chica rubia con una sonrisa.

-Buenos días.-Dijo con una voz ronca.

-Hey...-Saludó Alba mirándola a los ojos.

-¿Qué hora es?-Preguntó Natalia.

-Las dos y media.-Natalia miró el reloj y sonrió pícaramente.

-Estabas despierta.

-¿Qué?

-Que te he pillado, no has mirado el reloj y sabías la hora.

-¿Eh? ¿Qué? No, yo solo estaba suponiendo.

-Ya.

Natalia se levantó sonriente de la cama y miró a la rubia, que estaba todavía tumbada con cara de sorpresa.

-¿Te ha gustado que te acaricie?-Preguntó sorpresivamente.

-Podrías haberlo hecho mejor.

-Bueno, tendremos más oportunidades de mejorarlo, ¿No?

Salieron de la habitación en dirección a la cocina para comer algo, las personas de la casa seguían aún durmiendo. Hicieron comida para todos y se sentaron ellas a comer.

Entre risas terminaron, Natalia antes que Alba, pero esperó a que la última acabara.

Natalia despertó a su novio y juntos se fueron por la puerta no sin antes despedirse de la rubia y dándole las gracias por la fiesta.

-Nos vemos.-Dijo Natalia dándole un abrazo.

-Quizá.

-Yo apuesto a que sí.-Exclamó Nat para después cerrar la puerta.

Alba suspiró alegre mientras se daba la vuelta, justo detrás de él se encontraba Joan con una sonrisa y cara de: Me lo vas a contar.

-Recojo la casa y hablamos.-Dijo Alba.

-Tú recoge, te ayudo, pero quiero detalles.

Y juntos acabaron con el desastre de la noche anterior.

Por si ya no estás | AlbayWhere stories live. Discover now