II

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Había pasado ya una media de cuarenta minutos en aquel bar y sus amigas ya habían consumido cuatro cervezas cada una, por lo que iban un poco subidas de tono.

-¡Si tú me llamas, nos vamos pa' tu casa!-Cantaba María al ritmo de la música de fondo.

Marta había estado hablando con unos chicos que había sentados en una de las mesas y parecía bastante contenta narrando historias sin sentido.

África, por otra parte, llevaba haciendo twerking ya demasiados minutos seguidos y se notaba cansada.

-Voy al baño chicas.-Avisó Alba, riéndose del estado de sus amigas.

El baño se encontraba bajando unas escaleras bastante inclinadas, un poco peligroso para los que habían bebido.

Cuando consiguió sortear todos los escalones sin tropezarse entró al servicio de mujeres, hizo sus cosas y salió a lavarse las manos.

En ese momento había aparecido la chica que anteriormente estaba discutiendo.

Se fijó en Alba bastante descarada, con una mirada de arriba a abajo, cuando se encontró con los ojos de ésta, observó que le estaba mirando.

Desvió la mirada sin decir nada y metió la mano en el bolsillo de su chaqueta para sacar un cigarro liado a mano y un mechero.

Pasó por detrás de la rubia y se sentó entre dos de los pocos grifos que estaban secos, encendió su cigarro y fumó.

-Aquí no se puede fumar.-Dijo Alba un poco molesta con el humo. La chica le miró de nuevo y sonrió con aires de superioridad.

-¿Te vas a chivar?-Se mofó.-Porque las niñas buenas no son sapitos que dicen todo lo que ven. ¿Verdad?

La afectada levantó las cejas sorprendida por la respuesta, pero no se quedó callada.

-¿No puedes, simplemente, salir fuera?

-¿Con este frío? Ni de coña.

-Pues si no quieres pasar frío, no fumes.

-Tienes razón, ahora mismo lo dejo.-Se rió irónicamente, ya estaba resultando algo molesto para Alba.

-Está bien, me rindo, haz lo que quieras.-Y se dispuso a salir del baño.

-Te dejas tu chaqueta.-Dijo la desconocida señalando detrás suya, donde efectivamente, se encontraba su chaqueta.

La rubia se puso delante de la morena para cogerla, pero frenó viendo lo que tendría que hacer para conseguirla.

-¿Te puedes quitar?-Pidió.

-¿Y ponértelo tan fácil? No.

Alba suspiró bastante irritada y estiró la mano por debajo del brazo de aquella chica, cuando la tuvo en la mano, la morena le echó el humo del tabaco para molestarla.

Se apartó con una cara de asco que pareció haberle hecho mucha gracia a la otra chica.

-Adiós vaquera.-Se despidió la morena.

Alba salió de allí sin responder.

Sus amigas, que anteriormente estaban bailando, ahora estaban sentadas en los sillones del fondo riéndose de algún chiste de Marta.

Llegó hasta ellas bastante molesta, cosa que captaron enseguida sus compañeras.

-Vaya cara de culo tienes hija.-Le dijo África con la voz arrastrada.

-Una tía en el baño estaba fumando y ya sabéis como me pone de nerviosa eso.-Les contó.

-¿Qué tía?-Preguntó María, justo esa chica subía las escaleras, Alba le señaló con la cabeza.-¡Coño, si esa es Natalia!

-¿La conoces?

-¡Claro tía! Va conmigo a la Uni.

María se levantó bastante decidida, se dirigió a la tal Natalia, que estaba apoyada en la barra. Se saludaron y la rubia le dijo algo al oído y señaló al grupo, la morena las miró y sonrió cuando vio a Alba en él.

Alba observó como se acercaron sonrientes hacia el grupo y rodó los ojos ante la mirada de la morena.

-¡Chicas!-Exclamó María.-Esta es Natalia, está conmigo en la carrera.

-Pero si es la anti-tabaco.-Dijo la chica ahora con nombre.

-Pero si es la fumadora ilegal.-Dijo la rubia. Esto provocó una carcajada en Natalia. María les miró extrañadas por la interacción de las chicas.

-¿Qué te trae por aquí tía?

-Pues estaba discutiendo con mi novio como siempre, parece que una no puede disfrutar de salir de fiesta sin que le reprochen.-Dijo irónicamente, pero Alba notó algo en su tono.

-¿Dónde está?-Preguntó Marta.

-Se ha pirado.

-¡Pues quédate con nosotras!-Invitó María.

Alba escuchaba la conversación con interés, y en el fondo se alegró porque la chica se quedara con ellas.

Por si ya no estás | AlbayOnde as histórias ganham vida. Descobre agora