Capítulo 2

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Una semana después de su conversación con Luke fue a la casa de Padme, al verlo llegar la senadora corrió hasta él y se lanzó a sus brazos, Anakin le correspondió al abrazo y le depositó un tierno beso al cual la senadora correspondió con cariño.

Se separaron por falta de aire pero permanecieron abrazados bajo la luz de la luna. Y así permanecieron durante un largo rato, amándose bajo la luz de la luna.

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Al volver al Templo la mañana siguiente fue inmediatamente a buscar al maestro Windu, lo encontró en las salas de entrenamiento de los pisos más bajos con los no iniciados, al verlo llegar el jedi despachó a los niños y se reunió con él.

—¿Quería verme maestro? —preguntó Anakin en cuanto lo tuvo enfrente.

—Así es, necesito que tú te encarges de esto y deja que el maestro Kenobi se encargue de la protección del Senador.

Anakin asintió mientras tomaba los archivos que le tendía Windu. Iba a añadir algo más, pero al doblar la esquina un aprendiz apareció de la nada y chocó contra él y fue a dar al piso junto con los archivos que momentos antes sostenía Anakin. 

El jedi tardó unos segundos en reconocer a Luke, pero esto no fue lo que más llamó su atención, lo que más le sorprendió fue que el chico se encontraba mojado de pies a cabeza.

El chico se apresuró a juntar los archivos y a disculparse torpemente, pero al levantar el rostro y encontrarse con los ojos de su padre se interrumpió y lo miró, por primera vez en mucho tiempo le sostuvo la mirada sin vacilar. Windu dio un paso al frente y le tendió la mano, el chico estuvo tentado a ignorarlo y no aceptarla, eso era lo que su maestro esperaría que hiciera, pero esto era razón suficiente para tomar una decisión.

El chico extendió la mano y permitió que lo ayudara.

—Deberías tener más cuidado—dijo Windu ayudándolo a levantarse.

—Lo siento, fue mi culpa—murmuró el chico haciendo un gran esfuerzo por hablar, ya que sabía que si decía una palabra más rompería a llorar—Lo siento—repitió caminando hasta su padre y tendiéndole los archivos.

Anakin los tomó dudoso.

—Estás empapado—observó Anakin en voz baja. Luke maldijo para sus adentros—¿Está todo bien?

El chico asintió sin mirarlo.

—Sí, es sólo que fui a la ciudad y empezó a llover—esto no convenció a nadie, pero ninguno lo desmintió— permiso—musitó el chico dándoles la espalda evitando que notaran las lágrimas en sus ojos, pero no dio resultado con Anakin.

Sin esperar respuesta echó a correr de nuevo.

-—Anakin.

—¿Maestro?—preguntó el nombrado mirándolo.

—Búscalo, no se encuentra bien, no dejes que pase a ser algo más que miedo—le pidió Windu mirándolo.

Anakin no se hizo de rogar y se apresuró a seguir al chico, él mejor que nadie sabía que algo estaba mal, lo conocía demasiado bien para saberlo.

Recorrió los dos siguientes pasillos como un rayo, al cruzar la puerta del tercer pasillo se detuvo, se encontraba en una sala circular rodeada de cinco puertas y en el medio de esta se encontraba Luke, el chico miraba la puerta que tenía enfrente con terror, Anakin se acercó a paso lento hasta llegar a su lado, extendió el brazo y le puso una mano en el hombro, el chico dio un respingo asustado.

—Oye, tranquilo, soy yo—murmuró Anakin al ver la reacción del chico—¿Qué sucede Luke?—preguntó Anakin volteándolo de modo que quedaran cara a cara, el chico se apresuró a apartar el rostro para evitar que su padre notara las lágrimas en su rostro, pero esto no dio resultado—¡hey! mírame, Luke—llamó el hombre intentando seguir su mirada, pero este lo siguió evitando—¿Puedes decirme que está sucediendo contigo?—le pidió Anakin tomándolo de las mejillas de modo que no pudiera apartar al mirada.

Luke abrió la boca para decir algo, pero lo único que salió de ella fue un fuerte sollozo, Anakin iba a decir algo, pero el chico fue más rápido y tomándolo por sorpresa se abrazó a él sollozando, ya recuperado de la sorpresa el jedi le correspondió al abrazo con suavidad. El chico sollozó en su pecho en silencio durante un rato, era muy consiente de que no era capaz de hablar de lo sucedido con nadie, pero al menos tenía la esperanza de que aún pudiera desahogarse con alguien sin necesidad de palabras. 

Después de un rato Anakin iba a decir algo, pero justo en ese momento se escuchó un ruido al otro lado de la puerta por la que había entrado, el jedi no tenía idea de que se trataba, pero el joven al parecer sí, ya que se sobresaltó de inmediato y se abrazó aún más fuerte a su padre a la vez que se encogía sobre sí mismo.

—Shhhh, tranquilo, tranquilo, ¿qué sucede?

El chico no contestó, estaba demasiado asustado para hacerlo. Anakin decidió averiguarlo después, utilizando gran parte de su fuerza tomó al chico de los hombros y lo apartó de él, lo cogió de la mano y lo arrastró dentro de la primera puerta que encontró, al abrirla se dio cuenta de que era una armario, pero no tenía tiempo de llegar a la siguiente, agarró al chico con fuerza y lo metió dentro antes de meterse él también y cerrar la puerta, justo en ese momento la puerta se abrió dejando ver a un hombre de mediana edad con un sable de luz en la cintura, Anakin abrazó al chico por detrás y le cubrió la boca con la mano que tenía libre ya que temía que empezara a gritar, por alguna extraña razón estaba seguro de que era eso lo que había estado a punto de hacer, por las rendijas del armario el jedi pudo ver como el hombre mirada hacia todos lados como si buscara algo, o a alguien.

Por un segundo su mirada se detuvo en su escondite, enseguida el chico empezó a temblar mientras que gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas, Anakin lo estrechó más fuerte contra su pecho y se apresuró a ocultar su poder y el del chico de modo que el jedi no pudiera identificarlos, después de un rato este se dio por vencido y abandonó la habitación por donde había entrado.

En cuanto se fue Anakin soltó al chico quien cayó de rodillas en el suelo sin dejar de llorar en silencio. El jedi abrió la puerta y salió al exterior dejando al chico justo donde estaba, lo cual aumentó los sollozos del muchacho al notar que su padre simplemente lo había dejado allí solo.

Anakin cerró todas las puertas por medio de la fuerza y volvió con el muchacho, se sentó al lado de la puerta y arrecostó la espalda en la pared, estuvieron un rato así sin dirigirse la palabra, Anakin porque no sabía que decir y Luke porque no tenía las fuerzas para hacerlo. Después de un rato el chico dejó de llorar y empezó a temblar presa del frío, Anakin se apresuró a quitarse la capa que llevaba puesta y cobijó con esta al muchacho, Luke no dijo nada, tal sólo tomó la capa y se cubrió con ella tiritando de frío. Anakin extendió el brazo y lo atrajo hacia si calentándolo con su cuerpo.

—Mira, no tienes que decir nada si no quieres, pero tienes que saber que yo siempre estaré aquí para ti y que puedes confiar en mí, no importa cuando ni donde, pero siempre que necesites algo o a alguien con quien hablar, búscame, yo no te juzgaré, ni te reñiré, ni iré gritando a los cuatro vientos lo que me digas, no entiendo que está sucediendo ni tampoco entiendo tu comportamiento, pero sea lo que sea puedo ayudarte, sólo déjame hacerlo.

Luke no dijo nada no tenía nada que decir, pero tampoco hizo falta, Anakin no le estaba pidiendo una explicación, simplemente le estaba ofreciendo su ayuda, el chico se hizo un ovillo en la capa y se arrecostó en su padre con confianza, Anakin tenía razón, podía estar pasando por mucho, podía haber perdido mucho de sí, pero si había alguien que jamás iba a perder ese era su padre, su padre siempre estaría ahí para él, en las buenas y en las malas. Se abrazó a él y cerró los ojos, Anakin lo cubrió con un brazo y con la mano que le quedaba libre le acarició la mejilla.

—Tranquilo, nada te sucederá mientras yo esté aquí, te lo prometo— le aseguró el jedi depositándole un beso en la frente con cariño.

—Gracias—murmuró el chico aún con los ojos cerrados.

Anakin tan sólo sonrió débilmente.

—Y siento haberte mojado—añadió el chico al recordar que se encontraba empapado de pies a cabeza y al abrazarse a su padre también lo había mojado.

—Descuida—murmuró Anakin descansando la cabeza en la pared.

Estar mojado no le afectaba en lo absoluto, lo que si le afectaba era el no saber el porqué, no quería presionar al chico, pero no podía simplemente olvidar lo que había sucedido, iba a averiguar lo que había sucedido, ya fuera con la ayuda del chico, o sin ella.

Star Wars. Un Nuevo ComienzoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora