Capítulo 42

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Anakin tomó a Leia del brazo y la sacó de la habitación en la que Luke descansaba, el jedi se la llevó al balcón y la miró a los ojos pensativo, la joven le devolvió la mirada sin comprender.

—¿Qué sucede? ya me estás preocupando— dijo la joven nerviosa.

El jedi la siguió mirando pensando muy bien lo que le iba a decirle.

—Ya no es seguro este lugar ahora que ellos nos han encontrado, ¿qué nos garantiza que no volverán a venir?

La joven no contestó.

—Tenemos que volver a la República.

—Y eso en que nos afec...—la joven se interrumpió de pronto y le dirigió una mirada significativa—no—el jedi asintió con la cabeza—no, no puedes— insistió la joven negando con la cabeza.

—Leia.

—No, ¡no puedes hacerlo!

—¡Leia!

—No, papá, por favor—le suplicó la joven mirándolo suplicante—te lo suplicó, no lo hagas.

—Sabes que no tengo opción—negó Anakin cruzándose de brazos.

—Sí, sí la tienes, puedes hablar con el Consejo.

—No puedo hacer eso y lo sabes.

—Si puedes, por favor, no me hagas esto—le suplicó la joven tomándolo del brazo con fuerza—por favor.

Anakin cerró los ojos con gesto cansado. Tomó a la joven de la muñeca y la separó de él con fuerza, la joven se revolcó en sus brazos un largo rato.

—¡Por favor!—le suplicó la joven abrazándose a él.

—Ya basta Leia.

—No quiero volver, no puedo hacerlo, no me obligues a hacerlo, por favor— volvió a suplicarle la joven sollozando.

—Leia—dijo el hombre intentando despegarse de ella, pero esta se agarró más duro—¡Leia ya basta!—Anakin la tomó de los hombros y la corrió hacia atrás con fuerza, la joven siguió suplicándole en voz baja pero dejó de hacer presión.

Anakin se inclinó hasta quedar a su altura y la miró a los ojos, la joven dejó de hablar y lo miró, le temblaba el labio y lágrimas silenciosas recorrían sus mejillas, Anakin tragó saliva indeciso y la miró.

—Entiendo que no quieras volver a quedarte en Naboo mientras nosotros estamos en la República, pero tienes que entender que es por tu bienestar.

La joven sollozó en silencio.

—Por favor, no me vuelvas a alejar de él—le suplicó la joven, en ese momento se arrodilló y lo miró suplicante—por favor, no me vuelvas a dejar sola, por favor.

Anakin quiso decir algo más pero se lo pensó mejor y se quedó callado, la tomó por debajo de los brazos y la levantó, al ponerla en pie la atrajo hacia sí y la abrazó.

—Tú nunca estarás sola.

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Anakin volvió a la nave y contacto con su antiguo maestro, después de un rato la imagen de Obi-Wan se vio reflejada en la pantalla.

—¿Qué sucede Anakin?

—Leia es tan testaruda como su madre, eso es lo que sucede—dijo Anakin con rudeza a la vez que se dejaba caer en el asiento del pasajero.

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro del jedi, Anakin arqueó una ceja.

—Querrás decir como su padre.

—Quizás, es probable—admitió Anakin pensativo.

Obi-Wan puso los ojos en blanco.

—¿Por qué dices eso?—preguntó Obi-Wan después de un rato.

—No quiere volver a Naboo, quiere ir a Coruscant con Luke.

Obi-Wan meditó bastante su respuesta.

—¿Y por qué se lo niegas?—Anakin lo miró sin comprender—Si eso es lo que la chica quiere déjala hacerlo, después de todo es su responsabilidad.

—¿Quién eres tú y que hiciste con mi antiguo maestro?— preguntó Anakin divertido.

El jedi le guiñó el ojo con una sonrisa en su rostro.

—¿Y qué se supone que le diga al Consejo?—preguntó Anakin volviendo al tema.

—Diles que ella te lo suplicó, que no te dejó opción, después de todo tú eras el que estaba a cargo de ella y no confiabas en dejarla sola, pídele ayuda a la reina, has que ella lo apruebe y el Consejo lo aceptará.

Anakin lo observó un segundo en silencio.

—¿Estás seguro de que hablo con la persona correcta?

El jedi sonrió.

—Da gracias a que no te tengo a mi alcance.

El otro también sonrió.

—Ese sí es mi maestro.

Obi-Wan negó con la cabeza divertido.

—¿No tienes algo mejor que hacer?

Anakin fingió pensarlo para al final negar con la caebza.

—No, me parece que no—negó divertido— ¿como están las cosas en el Consejo?—preguntó Anakin cambiando de tema.

—Igual que siempre, Quink será llevado a juicio dentro de cinco semanas, atrapamos a uno de los hombres que se reunían con él, y seguimos tan cerca de encontrar a darth Sidious como de hacer que Quink hable—explicó Obi-Wan con cansancio.

—No sé que prefiero, que Quink hable o que encontremos a Sidious.

Obi-Wan iba a contestar, pero en ese momento una ruidosa alarma se hizo presente.

—¿Qué sucede?

—No lo sé—Obi-Wan se levantó y tomó el sable, esto fue lo último que vio Anakin antes de que la imagen se cortara.

El jedi volvió a la casa pensando en la mejor manera de convencer a la reina. Al entrar en la casa encontró a ambos jóvenes saliendo de la cocina con la comida que les habían quitado a las cocineras momentos antes, al ver a su padre las sonrisas de sus rostros despareció. Este los miró con el ceño fruncido antes de quitarle una manzana a Luke de la mano y darle un mordisco.

—La próxima vez pidan permiso.

Ambos asintieron alegres de que no los hubiera regañado.

—Vengan tenemos que hablar.

Star Wars. Un Nuevo ComienzoWhere stories live. Discover now