Capítulo 13

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—¡Por supuesto que no!

El chico resopló.

—Mamá, tengo que ir, no tengo opción "tengo que ir"—repitió Luke por milésima vez esa mañana.

—No lo permitiré, no te dejaré ir con Quink, porque es él, ¿o me equivoco?

El chico negó con la cabeza.

—Como dijo el maestro Yoda, tengo que ir al entrenamiento a no ser que les diga quien es.

—Díselo entonces—le suplicó Padme.

Luke hizo lo imposible por no poner los ojos en blanco.

—No hablaré, no hasta que papá vuelva.

—Entiendo tú decisión, pero Ani no volverá hasta dentro de un par de meses y en ese par de meses Quink te puede hacer daño.

—Que me lo haga—replicó Luke dándole la espalda dispuesto a salir, pero Padme lo detuvo.

—No irás a ningún lado.

—Tengo que—repitió el chico con un bufido.

—Luke, por favor, no quiero que Quink te siga haciendo daño.

—No me importa.

Dicho esto echó a correr y antes de que Padme pudiera hacer nada este ya se había ido. Al llegar al Templo encontró a Obi-Wan esperándolo, sorprendido, fue a su encuentro.

—Maest... Obi-Wan—se autocorrigió al ver la mirada del maestro.

—¿Cómo estás Luke?—saludó Obi-Wan caminando.

El chico lo siguió.

—Escuché que tuviste una charla con el maestro Yoda.

El chico asintió en silencio.

—¿Es Quink quien te ha hecho eso?—preguntó Obi-Wan con cautela.

—Necesito hablar con alguien antes de contestar esa pregunta—respondió Luke dudoso.

—¿Con Anakin?—preguntó Obi-Wan bajando la voz.

El chico lo miró sorprendido.

—No te preocupes, conozco a Anakin desde que era un niño pequeño y sé cuando me oculta algo, se lo pregunté poco antes de que se fuera y él me lo dijo—explicó Obi-Wan al ver el desconcierto del chico.

—Sí, necesito hablar con él antes de decírselo al Consejo—asintió Luke al entender que podía confiar en él.

—Bien, ahora escucha, Quink no sabe nada de nuestras sospechas, has como que no ha pasado nada, no lo provoques si no quieres salir mal parado, el Consejo me pidió que hablara contigo antes del entrenamiento, pero si alguien pregunta no nos hemos visto, te iré a buscar en la tarde para hablar—dicho esto le guiñó un ojo amistósamente.

—Gracias, maestro—le agradeció el chico al entender sus intenciones.

—Si necesitas algo ya sabes donde encontrarme.

—Gracias.

Dicho esto ambos se despidieron y siguieron su camino, el chico fue a la habitación de su maestro y se detuvo antes de tocar, su madre tenía razón estaba por entrar a la boca del lobo, respiró profundamente antes de tocar.

No había terminado de tocar cuando la puerta se abrió de golpe dejando ver a un muy enojado Quink, el chico trago saliva. Al verlo Quink lo tomó del cuello de la camisa y lo metió en la habitación de un tirón.

—Vaya, miren quien volvió.

—Buenos días, maestro—masculló Luke con ironía a la vez que se frotaba la nuca.

Star Wars. Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora