Cuarenta y Nueve

8 0 0
                                    


   La puerta se cierra y esta alcanza golpearme la punta de la nariz ¡Estúpido hermano! De seguro que solo se ha ido para no estar junto a mi ¿Le estaran desagradando mis actuaciones de la gran diosa Xaís?

—A tomar por culo.—Le doy la última mordida a mi sándwich y luego suena el teléfono.

   La casa sola siempre se hace más gigante de lo que es en realidad ¿O soy yo la que se vuelve más pequeña?

—Amanda al habla ¿Quién es?—No lo tengo muy claro, pero como soy una cerda, debo tener el suelo lleno de migas.

—Ehh chica ¿tan pronto te olvidaste de mi dulce voz?—Dice una joven misteriosa.

—¿Hayley?

—Casi atravieso el cel para golpearte el coco—Rie ella mientras otras voces murmuran a lo lejos.

—Ya lo veo ¿Qué cuentas? 

—Todo puede mejorar teniendo apenas catorce años. Creo que sería bueno que te pases por mi casa—Su aptitud ante la vida no parece cambiar ante nada.

—Eso suena genial ¿Sigues viviendo dónde siempre?—¡ya no hay comida!

—Claro, supongo que aún recuerdas cómo llegar ¿verdad?

—Por supuesto ¿de quiénes son esas voces? Parece que alguien se estuviese ahogando.—Hago una mueca de extrañeza como si estuviese viendo lo que pasa.

—Es Kanz, el tio nunca aprendió a reir como la gente...—Parece alejarse el telefono un momento— ¡Guarda silencio, joder!

—Ya veo. Nunca lo había escuchado reir de esa forma.

—Estoy segura que no lo habías visto ni sonreír.

—Tienes razón.— La voz de Ethan también se oye a lo lejos.

—Muy bien, te veo en ¿una hora?

—Suena bien ¡Cuack!

—¡Cuack!

   Luego de la leve sonrisa que el despido me provoca vuelvo a la realidad. Afuera debe estar congelado, y no tengo nada de ropa bonita que venga con un fuerte viento y algo de nieve. Además, Ethan estás con ellos ¿Qué diablos me pondré?

   Ahhh, esto de ser pre-adolescente no es nada fácil.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 28, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

AnsiedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora